Los Warriors hicieron buenos los pronósticos, fieles a ese guión que marcan las finales, del que hablamos en el último encuentro. Un guión que lleva a los Warriors al anillo en el quinto encuentro y ante su público. En 32 ocasiones el resultado de una final era 3-1 a favor de uno de los dos equipos, en las 32 ocasiones ganó el equipo que mandaba en la serie. Veremos si el 33 trae buena suerte a los Warriors…o si los Cavs pueden protagonizar una remontada épica. De momento Cleveland parece más cerca de rendirse, perder los nervios, ceder el quinto.
En la retina tenemos todos las finales de año pasado en las que un James sólo, se enfrentó a todos los Warriors rodeado de una plantilla corta, limitada en talento, pero bien enfocada. A su espalda estaba uno de los mejores entrenadores del planeta, un David Blatt al que los Cavs, y el propio James han ninguneado. Ahora James tiene al base favorito de unos cuantos de millones de aficionados a este deporte, pero Kyrie Irving no es suficiente, ni siquiera lo que ha podido entregar Kevin Love…y es que no hay ideas. Las figuras de Spoelstra o el propio Blatt crecen ante la actuación de Lue; la injusticia y lo que puede ser uno de los casos de nepotismo más flagrantes de la historia de la liga, encienden mis iras, pero el golpe por supuesto lo dará el destino. El año pasado james claudicó ante el agotamiento y la batería de opciones que Kerr dispuso sobre la cancha (no sólo porque las tenía, sino porque además sabe utilizarlas)…anoche LeBron parecía agotado.
Golden State Warriors 108-97 Cleveland Cavaliers
(3-1)
Vídeo. Boxscore.
El partido fue digno de una final, por primera vez en 4 encuentros ambos equipos presentaron credenciales simultáneamente para hacerse con un encuentro. En los play offs de las palizas, la igualdad en el marcador (que no en las series) ha brillado por su ausencia. El primer cuarto ya dejó claras las buenas sensaciones de ambos equipos. Los Cavs pueden jugar baloncesto sin LeBron, sobre todo a través de Irving, pero involucrando a otros jugadores como Tristan Thompson (mucho mejor en ataque de lo que se le presupone). Los Warriors no encontraban a Curry o Thompson y la televisión nos daba un dato demoledor, Klay no sabía lo que era anotar en un primer cuarto en estas finales….por supuesto, la racha no duraría un cuarto partido. Los dos equipos estaban dentro del encuentro, ¡albricias!. El segundo cuarto fue más de lo mismo, y lo mismo era mucho. Kerr había colocado en cancha a un james McAdoo que hasta anoche ni siquiera entraba en las rotaciones (los resultados fueron inconcluyentes, diríamos en el laboratorio); Kevin Love aparecía desde el banco; Iguodala volvía a anular a James (ojo, 3 puntos hasta el final de la primera parte, con las mismas pérdidas, como rebotes o asistencias… cerraría el cuarto con números más sensatos pero la misma sensación, Andre Iguodala hace con él lo que quiere.
Y hubo tensión en la segunda parte, los dos equipos hicieron lo que mejor saben hacer, los Warriors meter triples (en opinión de quien escribe, vitales los 4 que clavó Barnes) y los Cavs ser duros e imparables en el 1vs1. En ese clima de defensas llenas de manos y empujones, si los Warriors igualan la actitud y la intensidad, realmente acaban saliendo ganando; sí, también en esto son mejores. E igualaron la intensidad, y mejoraron su actitud (siempre lo hacen en los momentos decisivos), y su defensa pasó por encima de James, de Irving (Golden State les hizo anotar sin hacer daño, siempre en arreglo de un error pretérito), y de un inoperativo Tyron Lue. Curry definitivamente estaba en el encuentro y klay Thompson terminaba en tercer cuarto con más de 20 puntos. Los Warriors aún tendrían que resistir una carga más de los Cavs, que se pondrían por delante entrado en último cuarto… sin embargo, esa carrera fue un sprint final a cientos de metros de la meta. Los Cavs no llegarían en condiciones de competir a los minutos decisivos; estaban agotados. Y las canastas caían del lado visitando un poco más despacio que el tiempo, pero igual de inexorablemente… el público, con toda la carne en el asador, mostraba una elocuente actitud; daban el encuentro por perdido a falta de más de 4 minutos y medio y apenas 7 abajo. Impotencia.
El dato: La liga investigará el pique entre LeBron y Green para determinar si un manotazo del Warrior en la zona noble de James es punible de ser considerado flagrante. En tal caso, Draymond sería suspendido para el siguiente encuentro. La jugada surge de una acción previa de LeBron, posiblemente eso decante a la liga a la hora de inhibirse. Irving y James lanzaron 33 de los 38 tiros de los Cavs en la segunda mitad…no hay argumentos.
La clave: El balance ofensivo de los Warriors es capaz de salir airoso de situaciones de partido tan duras como las que ambos equipos plantearon en la segunda mitad. Iguodala, Livingston o Barnes tienen jugadas programadas (especialmente el base) para ejecutar; en los Cavs si las cosas van mal, el equipo vuelve a los 90, aclarado y a rezar en cada ayuda. Ni siquiera el 16 de 45 en tiros de 2 de los Warriors les penalizó, cuando necesitaron puntos salieron a buscarlos a la línea de 3 (17 de 36), y se reinventaron perdiendo tan sólo 8 balones. Los Cavs anotaron 4 canastas sin oposición en los últimos 54 segundos, sin esos 8 puntos de puro maquillaje estadístico, los Cavs se quedaron en 12 puntos de último cuarto y 34 de segunda parte, el agotamiento de James o Irving, segunda clave.
MVP. Stephen Curry. Esta va a ser una de las finales en las que más complicado resulta elegir al MVP. Tampoco fue muy sencillo en la anterior, y ahora con esta actuación de Curry, el vigente MVP se postula como candidato (hasta ahora Green era el mejor posicionado)…si, vemos el anillo en los mismos dedos de la temporada pasada. 38 puntos 5 rebotes y 6 asistencias. Su serie va tal que así: 11-18-19-38. Si no es el protagonista no se pone nervioso, no fuerza, no se arruga, no abusa de los tiros ni renuncia buscarlos. Un jugador más inteligente de lo que a veces da a entender, y con un talento a prueba de todo tipo de defensas.