Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Tres goles que bien se merecen tres puntos. Con una clara superioridad alemana los de Löw se impusieron ayer al Kazajistán en el Astana Arena. El partido comenzó a las once de la noche hora local y aunque finalizada en torno a la una de la madrugada, el ambientazo era impresionante. Las gradas estaban abarrotadas y transmitían un ambiente de fiesta que provocaban en más de un aficionado un interés extra por celebrar algo a toda costa. Si la victoria es digna de festejarla, quizás, que te derrote Alemania también.
Sin un nueve como referencia, Löw dio la titularidad a Neuer, Schmelzer, Höwedes, Khedira, Schweinsteiger, Özil, Draxter, Müller, Lahm, Mertesacker y Götze. A juzgar por los primeros cuarenta y cinco minutos de encuentro, el joven portero Neuer podía haber sido un aficionado más.
A los cinco minutos Gözte hizo el primer disparo a la portería local, afortunadamente para los de Beranek fue fuera. A los diez, Özil se encuentró con la barrera. A los quince, Draxler se tuvo que retirar a los vestuarios por un golpe en la cabeza. En su lugar entró Podolski. ¡Vaya cuarto de hora!
Apretaban los alemanes, la ocasión más clara llegaría en el dieciocho cuando Götze desde dentro del área pudo batir a Sidelnikov pero su disparo se fue desviado. Tan sólo dos minutos más tarde, Schweinsteiger subía el primero al marcador gracias a un pase de Mesut Özil.
Todavía estaba la afición germana celebrando el gol cuando llegó el segundo. Götze se merecía marcar y lo logró tras una serie de fallos de la defensa que no consiguió despejar el balón. Había perdonado en otras ocasiones y ya le tocaba al jugador del Borussia Dortmund sentenciar.
Así se llegó al descanso. La superioridad alemana estaba clara. Con poco generaban peligro. El Kazajistán intentaba salir de su campo pero no encontraban la manera de lograrlo.
La segunda mitad se presentaba con más de lo mismo pero con una Alemania más relajada. Los de Beranek buscaban el gol, un gol que no llegó. Aunque, al menos, consiguieron hacer trabajar a Neuer.
En el sesenta y ocho Konysbaev lanzó un potente disparo desde los veinte metros que se estrelló en el larguero. La suerte no acompañaba a los locales. Y en el setenta y uno Schmidtgal pudo marcar para Kazajistán, pero una milagrosa mano derecha de Neuer mantuvo su marcador a cero.
Y finalmente, para demostrar que la Mannschaft es un gran equipo llegó el tercero. Fruto de una excelente combinación entre Götze, Özil y Müller, el jugador del Bayern de Múnich anotó el último del partido en el setenta y cuatro.
Sin ser supersticiosos, Alemania tiene trece puntos y sigue siendo la primera del Grupo C. La próxima cita será el martes en el Frankenstadion de Núremberg. Está claro que el objetivo de Löw será volver a ganar. Si en España, popularmente, decimos “blanco y en botella; leche”. En este caso, “de blanco y liderando; Alemania”.