Felipe de la Torre (@Tiulavara)
En el estadio más emblemático de este Mundial tenía lugar anoche el debut de Argentina en la competición, ante el rival posiblemente más fuerte de su grupo, ante Bosnia Herzegovina en Maracaná donde también se disputará la gran final del torneo. Pese a que Bosnia escuchaba por primera vez en su historia su himno en una fase final de Mundial de fútbol, posiblemente sea el rival más difícil que tiene Argentina en la fase de grupos, ya que a Nigeria e Irán, se supone las debe de doblegar con facilidad, y porque Bosnia tiene jugadores de gran nivel individual como Spahic, Pjanic, Misimovic, Ibisevic o Dzeko, este último la gran estrella de su selección.
En un partido donde la mayoría de los focos se centraban en un Lionel Messi que no llega a este Mundial en su mejor momento personal y futbolístico, comenzaba el encuentro con una Argentina que cuidó el cuero en una larga posesión ante Bosnia, que parecía atenazada por los nervios del debut. De esa larga posesión llegaría en el minuto 2 el primer gol argentino, en una falta que botaba Messi y que tras peinar Rojo, Kolasinac se introducía el balón en su propia meta en una acción muy desafortunada para el joven y buen futbolista bosnio.
Tras el buen arranque de Argentina y ese gol tempranero que ponía las cosas de cara para los intereses de la albiceleste, Bosnia se sacudía los nervios iniciales y se asentaba en el campo con el pasar de los minutos, incluso consiguiendo nivelar bastante el partido, sobre todo gracias a que entrarán más en juego jugadores como Pjanic o Misimovic que realmente daban un gran criterio al conjunto herzegovino. Desde luego también ayudo a nivelar fuerzas la libertad con que los hombres del centro del campo de Bosnia entraban en juego, ya que Argentina parecía partida en dos en muchos momentos, con un Messi que con más ganas que acierto tenía que retrasar mucho su posición para entrar en juego, ya que no había un jugador que pusiese pausa y criterio en el medio del campo de los albicelestes. Con este panorama llegó la mejor ocasión del primer tiempo para Bosnia, corría el minuto 40 y fue a la salida de un córner que Romero despejaba a remate de Lulic, dando un aviso los bosnios de que no se conformarían con una derrota digna ante una de las favoritas para el Mundial.
En la segunda parte Sabella corrigió de manera inteligente la falta de creación en el centro del campo, y de paso también metió más mordiente arriba quitando a un central por un delantero, ya que con una Bosnia en la que sólo Dzeko estaba en punta de lanza, era ilógico defender con tres centrales. De este modo dio salida a Higuain y Gago por un desafortunado Maxi y por Campagnaro, mientras que Susic reaccionaría muy tarde moviendo el banquillo, haciendo que bajarán sus posibilidades de sacar algo positivo del encuentro, y es que en los banquillos también estuvo la clave de un resultado justo, dado lo visto en el terreno de juego. Sabella supo leer el partido dando a su equipo lo que necesitaba y corrigiendo los errores de planteamiento iniciales, Susic no, o al menos no en el momento adecuado.
De esta manera Argentina salió mucho mejor en la segunda mitad, dominando y teniendo minutos de muy buen fútbol, sobre todo con las conexiones de sus hombres más adelantados, como Kun Agüero, Higuain y Messi. La prueba más evidente fue la mayor participación en el juego de Messi, hasta el minuto 64 donde tras una gran jugada de Leo que combina bien con Gago en un inicio, y con Higuain en la última pared, consigue ajustar su disparo al palo derecho de la meta defendida por Begovic, consiguiendo el 2-0 en esos momentos para Argentina. Un gol que quitaba presión a un crack argentino muy cuestionado este año, y que además nunca tuvo sus mejores momentos con la selección nacional, por lo que el gol lo celebró con gran rabia. Era momento de sacudirse un gran peso de encima. A partir de ese momento llegaron minutos de un juego alegre y vistoso por parte de Argentina, que junto a su crack se empezaban a sentir mucho más cómodos en el césped.
Bosnia sólo pudo reaccionar en los últimos 10 minutos del partido, donde los cambios le dieron frescura física y donde Dzeko gracias a la entrada de Ibisevic se vio más acompañado en las tareas ofensivas. Así tras un buen pase de Lulic y un aún mejor desmarque del propio Ibisevic, conseguía este último batir en el 83 a Romero dando emoción al final del partido, aunque Bosnia buscó más con corazón que con superioridad técnica el empate.
Bosnia hizo un buen partido para ser debutante en un gran torneo contra una de las favoritas como lo es Argentina, aunque en muchas fases del encuentro fue la viva imagen del «quiero y no puedo» que tantas veces se ve en fútbol. Pero dado lo visto ayer, es la gran favorita para acompañar a Argentina en su viaje a octavos de final, si no hay grandes sorpresas.
Por su parte Argentina, demostró en los ratos de buen fútbol que tuvo, que con algo más en medio campo, ya sea con Gago o Biglia, puede ser una candidata al título, más después de haber conseguido en su primer partido algo que para mi al menos es clave, sacudirse la presión como colectivo. Si a esto además le sumamos que Leo Messi ha conseguido en un marco incomparable como Maracaná, marcar un gran gol y hacer un partido más que decente con su selección despejando posibles fantasmas en cuanto a su rendimiento, aunque sea muy pronto, un servidor apuesta por Argentina en este Mundial. El tiempo dirá si estos detalles que yo veo como claves, lo son o no, por el momento que siga rodando el balón.