La selección Argentina pasó a semifinales de una manera mentirosa, pero demostró un juego total gran parte del partido.
El conjunto de Lionel Messi monopolizó la pelota desde el comienzo, pero también el partido. Colombia fue timorato para presionar y aún mas para atacar. Contra cara de lo que mostró en su mejor partido de la Copa contra Brasil.
El primer tiempo dejó en claro no solo el juego argentino, si no también el desmoronamiento estratégico de José Pekerman. Asignó marcas personales en la fase creativa argentina, dependiendo de quien la iniciara: bien podía ser Lucas Biglia,Javier Pastore o Lionel Messi. La individualidad de los argentinos complicó los planes colombianos, superados en el uno a uno y obligados al roce y al corte sistemático de los arranques de un Messi que cuando arranca vuela bajo, no corre. La consecuencia final de estas marcas personales fueron el arrastre que las mismas ocasionaban, aprovechadas por Argentina al convertirse en espacios en blanco. Pekerman observó la deficiencia y saco a un delantero por un mediocampista: Teófilo Gutiérrez por Edwin Cardona.
La segunda etapa fue muy parecida a la primera. Cuando Argentina bajó su nivel de ataque, Garay y Otamendi suplieron el problema. También Marcos Rojo cerró bien su sector. La figura colombiana y del partido que fue David Ospina negó dos goles hechos: a Messi de cabeza primero, a Otamendi en un córner después. Ospina sostuvo la pesada carga de un equipo paupérrimo.
A nivel individual, Javier Mascherano fue clave: primer tiempo recuperando pelotas, acertando cada pase,exigiendo a sus compañeros y peleando el medio. Pablo Zabaleta fue infranqueable cuando lo atacaron e inteligente cuando fue al ataque. Lionel Messi está comprometido, y cuando no lo cortan con falta, suma pase, velocidad y desequilibrio en 3/4. Messi está bien. En plenitud.
Del árbitro voy a decir que debería ser suspendido, por lo menos de esta Copa. El «siga, siga» que implementó ante faltas claras transformó el partido en una caldera. «Mas que el rival, me preocupan los árbitros», había declarado el técnico argentino «Tata» Martino.
Argentina no mereció llegar a los penales, pero el fútbol es fútbol por las injusticias también. Ahora hay que esperar por Brasil o Paraguay. La selección está fortalecida. Que toque el que sea.