Ilusión, intensidad, entrega, lucha, emociones, rivalidad… son muchas las características con las que podríamos definir el derbi gallego que ha llenado de buen fútbol nuestras retinas durante muchos años. También podríamos nombrar una cantidad sin fin de jugadores sin cansarnos de percibir la calidad en sus nombres: Mostovoi, Djalminha, Fran, Gustavo López, Bebeto, Orellana, Lucas Pérez…
Con este inicio se presentaba una tarde de domingo en la que ambas aficiones mostraban los nervios propios de cualquier partido semejante pero en el que no hubo ningún incidente y eso siempre es de agradecer: rivalidad sí, pero sana. Los cánticos de unos y otros hacían presagiar que sería un partido intenso, bonito y emocionante.
El Deportivo llegaba a este derbi tras una serie muy buena de resultados que rubricaban con la gran victoria ante el F.C Barcelona lo que seguramente llenó de positividad las mentes de los pupilos de Pepe Mel, recientemente llegado al banquillo blanquiazul. El Celta por otro lado, vive uno de los mejores momentos de su historia. Este nuevo año le ha deparado unas semifinales de copa, estar en los cuartos de final de la UEFA Europa League y encontrarse en una zona cómoda de la tabla. Los de Berizzo no llegaban con la mejor racha de resultados en liga pero eso no es excusa para un partido de tal calibre.
Los de Pepe Mel optaban por fortalecer el centro del campo haciendo fuerte esta línea con hasta 5 centrocampistas. El objetivo era eliminar cualquier posibilidad de dominio céltico haciendo o mejor dicho, provocando siempre una superioridad ante los célticos. Joselu en punta hacía jugar al Deportivo en excesivas ocasiones por alto, ante la ausencia en el once titular del jugador rumano Florin Andone.
El Celta salía como siempre esta temporada, no importa el rival, la filosofía de los de el “Toto” Berizzo siempre es igual para lo bueno y para lo malo. La única novedad en el once titular era la incursión del belga Theo Bongonda, seguramente para buscar una mayor velocidad a la espalda de los laterales y porque en defensa siempre se desgasta.
Comenzaba el partido en Riazor con un juego táctico de ambos conjuntos donde imperaba el respeto y el miedo a fallar primero. El Celta comenzó dominando en el juego con un movimiento fluído de balón que, sin embargo, no llegó a generar grandes oportunidades en la meta de Lux. El Deportivo intentó contrarrestar esto pero siempre con un fútbol más directo y su alineación así lo pedía.
Los celestes vieron en un gran control de John Guidetti la primera oportunidad del partido pero la defensa blanquiazul estuvo muy rápida para detenerlo. En ese mismo lance del juego, el sueco se retorcía de dolor y con motivo, pues tuvo que ser sustituído por Claudio Beauvue. El caribeño otorgó otro tipo de fútbol al Celta que veía en él un jugador que no solo podía bajar balones si no ganarlos por arriba gracias a su portentoso salto.
Intenso fue el trabajo de Daniel Wass cuyo rendimiento durante todo el partido fue excelente. El danés no solo aportó brega y trabajo defensivo. Él era la máquina que conectaba la parte defensiva con la ofensiva, el último pase y la primera aportación en las contras. Pese a la superioridad numérica de los coruñeses en el medio del campo, el danés acompañado por unos grandes Radoja y el “Tucu” Hernández hicieron valer su calidad táctica y técnica.
Las ocasiones por parte de unos y de otros no se producían en exceso y apenas algún susto en las áreas hacia el partido muy tranquilo para los dos guardametas. Llegábamos así al descanso, con la sensación de máximo respeto por ambos y de que este era un derbi que seguramente se resolvería por la mínima, como así fue.
Gran partido de Sergio Álvarez
Comenzaba la segunda parte con los mismos hombres y con la misma mentalidad: el primero que cometiese un error perdería. Y este fallo lo puedo haber cometido el Celta cuando Roncaglia, después de resbalarse, entregaba un balón a Celso Borges que dejaba al deportivista mano a mano con Sergio Álvarez. Pero el “Gato” de Catoira no solo es gato en su apodo si no que lo viene demostrando en los últimos partidos con grandes actuaciones. Aguantó y ganó en su duelo con Borges, parando el balón con el pecho y desbaratando la mejor ocasión del cuadro herculino.
Esta fue otra de las actuaciones del partido. Sergio estuvo seguro y se impuso por alto y por bajo ante las incursiones del Deportivo. Los blanquiazules se soltaron más en la segunda parte, olvidándose un poco más de la táctica y llegando con algún peligro a la meta del portero gallego que solventó todas las situaciones de peligro.
El Celta también gozó de algunas ocasiones pero que, en general, no inquietaron en exceso a la portería del argentino Germán Lux. La tensión del paso de los minutos provocaba más intensidad en el terreno de juego y comenzaron a verse algunas entradas bastante duras que el árbitro obvió: las amarillas no existían y una simple advertencia era suficiente para calmar a ambos.
La gran madurez de Aspas se refleja en el campo
Iago Aspas, que durante el partido se había mostrado participativo en el juego desde la mediapunta y la banda, quería y debía aparecer en este derbi para los vigueses. El de Moaña no gozó de demasiadas oportunidades en el partido pero no le hizo falta nada más que una para desequilibrar el rigor táctico de la defensa impuesta por los de Pepe Mel. Llegaba el minuto 74 y un centro perfecto desde la derecha de Beauvue provocaba que el de Moaña se adelantase a su par en la zaga blanquiazul y con un sutil toque pusiese el 0-1 con el que se definiría el partido.
Aspas es ahora un jugador maduro. Los años le han hecho aprender que si se olvida de las provocaciones típicas en un partido de esta rivalidad, se convierte en un jugador decisivo en la definición y en el juego de los celestes. Este año lo demostró, tanto en Balaídos como en Riazor y es que este Iago “is on fire”.
La entrada de Emre Çolak y de Carles Gil mejoraron a un Deportivo que le faltaba justo lo que le podían dar ambos jugadores, imaginación. Y así fue como el Celta, cansado por el reciente partido jugado de la Europa League, comenzó a resentirse y a aguantar las acometidas del rival.
Por parte del Celta, Pione Sisto y Jozabed entraron en el campo para ofrecer frescor, presión y rapidez. El “Toto” intentaba crear miedo a las contras en el conjunto local pues se veía como el Celta estaba sufriendo.
Finalmente, el conjunto vigués se hizo con un partido muy serio de ambos equipos, rompiendo así con una excesiva táctica impropia de un derbi en el que debido a nervios y ganas de ganar, siempre se cometen fallos. Lo que sería por juego un justo empate se acabó convirtiendo en una victoria que da oxígeno en la clasificación a los olívicos para engancharse un poco a los puestos próximos de la Europa League.
Por otro lado, el Deportivo ve como el efecto Pepe Mel tuvo su primer revés, lo que unido a la victoria del Sporting de Gijón deja al cuadro blanquiazul en una posición cercana a los puestos de descenso y que les obligará a ganar en los siguientes partidos para distanciarse de los 3 de abajo.
Puntos positivos: Aspas, Sergio, Wass y el rigor táctico de ambos conjuntos.
El de Moaña demostró que su estado de forma nos es obra del azar y que su temporada está siendo sensacional. La reciente llamada de Lopetegui para disputar los próximos partidos con la selección española así lo confirma.
Sergio estuvo muy seguro durante todo el partido desbaratando todas las ocasiones en las que los jugadores blanquiazules se acercaban a su área. Por alto y por bajo se impuso el «Gato» de Catoira.
El danés Daniel Wass fue, sin duda alguna, el MVP de este derbi gallego. El centrocampista bregó y otorogó calma y rigor en el Celta cuando hacía falta y rapidez en el pase y en las contras. De 10 el ex del Evian.
Por último, el rigor defenivo y táctico de ambos conjuntos nos demuestra dos cosas. La mejoría del Deportivo desde la llegada de Pepe Mel que en muy poco tiempo ha cambiado la mentalidad de los jugadores del Deportivo y la fragilidad defensiva de otros partidos. Por otra parte, nos enseña que este Celta no solo tiene pólvora en ataque si no que es un equipo inteligente que sabe jugar los diferentes «tempos» de un partido.
Puntos negativos: Bongonda, Joselu y la falta de creatividad y de último pase.
El jugador belga del Celta no acaba de encontrar las jugadas de velocidad y rapidez a las que estaba acostumbrado. Pese a ello, en defensa siempre aporta y sus colaboraciones con Jonny se hacen indispensables.
Joselu no acabó de cuajar un buen partido contra su ex equipo. El delantero no logró zafarse de una buena presión celeste y Roncaglia y Cabral se mostraron con gran poderío.
Quizás ese fue uno de los puntos que más pudo echar de menos el aficionado, la falta de creatividad en deprimento de ese juego puramente táctico. Pero cada partido es diferente y esto se pudo comprobar ayer.
FICHA TÉCNICA:
Alineaciones:
Deportivo de La Coruña: Lux; Juanfran, Arribas, Albentosa, Luisinho; Mosquera. Álex Bergantiños; Bruno Gama (Carles Gil, min.60), Borges, Fayçal Fajr (Çolak, min.76); y Joselu (Andone, min.66).
Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Pablo Hernández; Iago Aspas, Wass (Jozabed, min.86), Bongonda (Pione Sisto, min.71); y Guidetti (Beauvue, min.12).
Gol:
0-1, min.74, Aspas.
Árbitro:
Martínez Munuera, del colegio valenciano
Incidencias:
Partido de la vigésimo octava jornada de La Liga Santander disputado en el estadio de Riazor ante 30.809 aficionados.
@sirbeerto