Partido de vuelta de la Supercopa de España disputado en un atronador Vicente Calderón que una noche más como tantas estuvo al pie de su equipo para llevarlo en volandas y vencer al Real Madrid por 1-0 con un gol de un delantero que cuesta una cuarta parte que lo que otros, vende muchas menos camisetas pero que en su debut en el Manzanares ha demostrado que trabaja, corre y marca como el que más para conseguir su primer título con la elástica de rayas rojas y blancas.
Fulgurante arranque por parte del Atlético que se empezó adelantando a los ochenta segundas por medio de un balón por alto en el que Griezmann le ganaba por alto a Ramos, el francés peinaba de cabeza de espaldas a la portería habilitando a Mandzukic que entraba al área y con pierna diestra tiraba fuerte al lado derecho de Casillas un balón inalcanzable para el capitán blanco. El Real Madrid durante varios minutos pareció no haber llegado todavía al campo, ni competir podía con un Atlético más intenso, más rápido y con una idea más clara. En un choque fortuito entre la rodilla de Coentrao y la boca de Juanfran tuvo que ser atendido el lateral valenciano, que no pudo entrar en dos minutos debido a una incomprensible decisión de Fernández Borbalán que llevó a Simeone a perder los papeles, protestar en exceso y darle dos collejas al cuarto arbitro que significaron su expulsión.
Poco a poco el Madrid se fue asentando sobre el campo y en los minutos finales del primer tiempo llegando con más peligro a la portería colchonera. El colombiano James fue protagonista en dos ocasiones, primeramente rematando de cabeza un centro de Modric en el que el balón pasó rozando la base del poste, y posteriormente un disparo de zurda buscando la escuadra más lejana que se fuera por poco. Por parte del Atlético, Raúl García fue protagonista en la generación del peligro colchonero. Casillas salvaría un potente disparo del navarro y cerca del descanso solo la suerte le salvó de un remate de cabeza de Raúl García en el área chica que se fue por encima del larguero.
La segunda parte la empezó el Atlético tan bien como la primera, con la misma intensidad y ambición, de nuevo Raúl García, en el día de hoy sin fortuna de cara a puerta pues estrellaba un remate de primeras en la madera, y más tarde se le fue por muy poco un centro de Juanfran que protagonizó una buena jugada zafándose de Coentrao. Ancelotti que había dado paso a Cristiano Ronaldo en la segunda mitad por el alemán Kroos no estaba experimentando mejora alguna en su equipo ante un inconmensurable Tiago. Éste fue sin lugar a dudas el mejor portugués del partido y uno de los tres mejores colchoneros. En cada balón dividido, en cada robo, en cada salida de balón desde atrás, ahí estaba un infalible Tiago que fue el dueño de lo que Ancelotti perdió y quiso recuperar pero no pudo con la entrada de Isco, el centro del campo. El partido siguió la misma tónica de juego duro de los últimos derbis con muchas entradas fuertes o a destiempo y llegando al final, en el tiempo añadido, Modric vio una segunda amarillo que terminó de empañar una gris supercopa blanca.
Quinto título de la era Simeone en el Atlético de Madrid, una Supercopa de España que es un premio por todo lo conseguido la temporada anterior y que alienta para seguir proporcionando satisfacciones y títulos, luchando contra lo imposible no solo por una afición que no se rinde y no pierde la esperanza sino también por un país que lo ve como el gran animador de las últimas temporadas rompiendo el binomio que tan de cabeza trae al fútbol español.