Por Enrique Molina (@CronoBasket)
El Madrid comenzó la copa como un huracán ante un Gran Canaria que nada poco pudo hacer. Por otro lado, CAI Zaragoza dio la sorpresa eliminando a los anfitriones, el Unicaja Málaga.
Real Madrid 83 – 60 Herbalife Gran Canaria
El primer partido de los cuartos de final comenzó como quería Pablo Laso. Intensidad, garra y en especial velocidad. Si hay algo que caracteriza a este equipo es el ritmo de juego que imponen jugadores como Llull, Sergio Rodríguez o Rudy, pero si hay alguien que acaparó los focos en el primer cuarto, ése fue Mirotic. El montenegrino regresaba al equipo tras recuperarse de una pequeña sobrecarga y demostró por qué es el mejor jugador del viejo continente (19-9, min 10).
Si hay algo que sabe hacer el Real Madrid a la perfección es dinamizar el partido en los segundos cuartos. De la mano de Sergio Rodríguez, los blancos lograron un 7-0 de parcial gracias a un triple de Carroll y a dos conexiones clásicas con Slaughter y Rudy Fernández en forma de Alley-Oops. En menos de dos minutos, 17 puntos de ventaja ante un Herbalife que solo podía asistir como un espectador más a la exhibición de juego mostrada por los madridistas (41-20, min 20).
El paso por los vestuarios enfrió a la defensa del Real Madrid, que concedió 23 puntos en el tercer cuarto. El Herbalife mejoró su transición ofensiva y en especial sus porcentajes gracias a la presencia de Tavares, el mejor del conjunto canario. El pívot de 22 años fue un constante quebradero de cabeza para los hombres altos madridista, incapaces de parar a un jugador que alcanza los 2,40 de envergadura.
Con casi 20 puntos de ventaja al llegar al último cuarto (61-43), los blancos bajaron su intensidad, en especial en defensa, momento que aprovechó el Herbalife para ir reduciendo la desventaja poco a poco hasta llegar a estar 13 puntos abajo y con una afición que animaba a los suyos al grito del ya clásico «Sí se puede». Sin embargo, los blancos se pusieron de nuevo el mono de trabajo y evitaron cualquier susto de última hora (83-60, min 40).
Unicaja Málaga 74 – 79 CAI Zaragoza
En la primera jugada Unicaja ya demostró que iba a luchar pasara lo que pasara, atrapando tres rebotes ofensivos, a pesar de lo cual no logró anotar. Los primeros puntos del encuentro llegaron de la mano de Caner–Medley con un triple. Entonces apareció Shermadini. El gigante georgiano anotó seis puntos consecutivos, seguidos de una buena penetración de Llompart y un triple de Rudez que le dieron la primera ventaja importante al CAI (11-15, min 10).
Los malagueños salieron más agresivos en defensa y tras un robo de Dragic, Kuzminskas anotó la primera canasta local tras dos rebotes ofensivos más. Una canasta de Granger devolvió de nuevo el liderato al equipo local (21-20). Abós optó por poner a Rudez de cuatro y a Tomàs de tres, pero un triple de Dragic aumentaba un poco más la ventaja. El parcial del equipo malagueño fue de 8-0, roto por Shermadini con una canasta bajo el aro. Al final, 38-31 en diez minutos que no tuvieron nada que ver con los iniciales.
El intercambio de canastas continuaba en este tercer cuarto. El equipo zaragozano estaba apretando en el juego y logró ponerse a tres puntos de distancia aprovechando las dudas del Unicaja en ataque (45-42). Plaza movió el banquillo, sentando a Dragic y dando los primeros minutos a Txemi Urtasun, el único que faltaba por aparecer. Rudez, con un triple daba, después de muchos minutos, la ventaja a su equipo (49-50) y dos tiros libres de Tabu estiraban un poco más la diferencia. Los locales seguían sin carburar y el 51-56 hacía que Plaza pidiera un nuevo tiempo muerto. El CAI, aprovechando que le quedaba mucho para el bonus, forzó cuatro faltas consecutivas sobre el Unicaja y una pérdida de balón a falta de dos segundos impidió que se pudiera anotar (51-56, min 30).
El CAI seguía con mucha confianza y a Unicaja le costaba que el equipo maño no anotara. Eran momentos en los que Unicaja parecía encontrar aro con más facilidad, pero el CAI no bajaba el pistón y a base de triples, esta vez de Rudez, afianzaba su ventaja (58-66). Un 2+1 de Stimac y una canasta de Granger a una mano daban aire al Unicaja (63-66). Las faltas de este cuarto iban al revés que en el anterior y Unicaja ya estaba en bonus, pero los fallos desde la línea estaban siendo claves en estos minutos (65-69). Tras varios ataques de ambos equipos que no movieron el marcador un triple de Rudez desde la esquina prácticamente sentenció el partido llevando el 65-72 al electrónico. El partido finalizaba con un 74-79 que Unicaja tuvo de cara a partir del segundo cuarto, pero que se torció mediado el tercero. Gran palo para los malagueños que esperaban hacer un buen torneo al jugarse este en casa.