Primera jornada de Liga en el Vicente Calderón y primera sorpresa de la temporada, empate a un gol entre Atlético de Madrid y Alavés. Los de Pellegrino sorprendieron con una defensa cuasi perfecta, que desquició al Atlético y a todo el Calderón y que solo se desquebrajó en el tiempo añadido con el penalti de Laguardia que marcó Gameiro. Un solo minuto necesitó el Alavés para recuperarse y silenciar al Calderón con el gol de Manu García protagonizando la primera gran campanada de la temporada
Inicio con ritmo lento en el que tardaron en llegar las ocasiones de gol. Muy mala fortuna para Feddal que se tuvo que retirar lesionado a los doce minutos y fue desplazado aun centro hospitalario.El Alavés muy bien replegado atrás le complicó la creación de peligro al Atlético que llegaba y jugaba bien en campo rival, trataba de buscar hueco por el centro por medio de Saúl o Koke o por las bandas con Filipe o Juanfran pero sin el acierto ni en el último pase unas veces, ni otras en el remate como para abrir el marcador. Tiago y Gabi tuvieron su ocasión de cabeza tras un saque de esquina, Saúl en un mano a mano con Pacheco que el centrocampista remató sin fuerza. Pero las dos ocasiones más claras fueron del debutante Gameiro y de Carrasco. Koke desbordó por banda derecha y pasó atrás para el francés que no acertó a poner la pierna y el balón en boca de gol se le fue muy arriba. Carrasco, apenas tres minutos más tarde, volvió a intentarlo con su típica carrera en banda izquierda de fuera hacia dentro y su disparo tras tocarlo Pacheco se encontró con la madera.
Simeone inició la segunda mitad dando paso a Torres por Tiago. El Atlético con el juego totalmente dominado necesitaba rematadores, jugadores con presencia en el área alavesista para tratar de meter ese balón que tanto costaba entrar. Continuó el Atlético en la misma tónica que en el primer tiempo. Godín con un buen remate de cabeza o Saúl también con un testarazo que se estrelló en la madera tras centro de Carrasco fueron las dos primeras ocasiones rojiblancas pero desde luego no las últimas. Un total de veintisiete remates, de los cuales, seis a puerta, junto a veinte saques de esquina fue un bagaje que con el paso de los minutos pese al dominio, empezó a impacientar poco a poco a la afición del Calderón.
Simeone volvió a dar un paso adelante sustituyendo a Gabi por Nico Gaitán, el ex del Benfica que le dio cierta frescura al ataque colchonero, pero la auténtica revolución llegó con la entrada de Correa por Carrasco. La conducción, los regates y el desborde del argentino le dieron un plus al Atlético que ya iba a tumba abierta por el gol que les diera la victoria. Torres estrelló un balón al palo, Gameiro tuvo una doble ocasión en la que el meta alavesista Pacheco estuvo deslumbrante parando a bocajarro primero con una gran mano y acto seguido con el pie. No fue hasta pasado el noventa cuando por medio de un penalti de Laguardia sobre Torres se adelantó el Atlético. Gameiro alojó el balón con decisión en la escuadra izquierda. Con el tiempo ya cumplido, en el noventa y cuatro, primer y último ataque del Alavés, Manu García, zurdo soltó un derechazo desde unos veinticinco metros ajustado al palo casi inalcanzable para Oblak.
Un punto con sabor a derrota para el Atlético, que buscó mucho más el gol y por una parte entre falta de puntería o de suerte no pudo marcar en jugada, dejando la sensación que solo pudo ser posible de penalti. Para el Alavés en cambio, el punto sabe a gloria, uno de los tres estadios más difíciles de la categoría y tras encajar un gol en el tiempo añadido. El inicio perfecto es una victoria, pero probablemente muchos de sus aficionados hubieran firmado este final.