Dos finales en alto como La Lejana y Arrate preluden la crono final de 24 kilómetros
El sky con Porte y el Movistar sin Valverde pero con Intxausti, otros equipos potentes.
El tradicional mal tiempo amenaza con no ser tan determinante en las seis etapas
CARLOS OLEAGOITIA
La localidad guipuzcoana de Elgoibar verá arrancar este lunes la 53 edición de la Vuelta al País Vasco, enmarcada dentro del calendario del UCI Pro World Tour, y que durante seis días reunirá por las carreteras vascas a lo mejorcito del pelotón internacional en cuanto a rondas por etapas se refiere. Si el mes de marzo ha acostumbrado el paladar del aficionado al ciclismo con carreras de prestigio como la París-Niza, Tirreno-Adriático, Volta a Cataluña o el Criterium Internacional, el mes de abril ya marca la prueba definitiva y las fechas claves para quienes desean afinar su puesta a punto de cara al Giro de Italia o para los que buscan probar su primer pico de forma de cara a objetivos de mayor enjundia en meses más avanzados del año.
Siempre ha sido así y así parece que seguirá siendo. La ‘txapela’ del campeón es trofeo codiciado por grandes campeones y con tan solo un vistazo al palmarés de la carrera a lo largo de los años, salta a la vista el banco de pruebas que resulta ser esta carrera. Con una tradición ciclista abundante entre el aficionado, cualquier cuneta, carretera, localidad y subida de los puertos suele convertirse en un fervor entusiasta dirigido a aplaudir y agradecer el esfuerzo del ciclista. Claro que, como en cualquier deporte, el buen aficionado solamente se enaltece si el ciclista también transmite por su parte cierta dosis de espectáculo.
En todo ello, el recorrido es pieza fundamental y las seis etapas configuradas por la organización tienen de todo: como siempre, y aprovechando la orografía tan quebradiza del País Vasco, se hará que los ciclistas tengan que superar hasta 31 puertos de montaña que hacen difícil alguna etapa tranquila o que no sea propicia para trampas. Los dos finales en alto de esta edición llegarán en la corta subida de La Lejana de la tercera etapa o la clásica jornada del Santuario de Arrate de la cuarta etapa, pero la auténtica encerrona y la etapa más a tener en cuenta por los gallitos seguramente sea la quinta etapa, con final en Beasain tras una maratón de hasta 10 cotas puntuables en un sin fin de sube y bajas.
TODOS CON ASPIRACIONES
Y como guinda final una contrarreloj de 24 kilómetros, más larga que lo habitual otros años, principalmente llana pero con tres minicotas que rompen el ritmo y harán que finalmente se imponga el más fuerte, sin sorpresas. Lo que si tiene pinta de faltar a su cita habitual será el mal tiempo traducido en frío, viento y lluvia. Pero con el norte nunca se sabe y dos días seguidos de jornadas soleadas pueden ser la antesala de inclemencias meteorológicas que entierren las aspiraciones de cualquier ciclista.
En la línea de partida, los dos equipos más potentes serán el Movistar y el Euskaltel, que presentan una alineación plagada de nombres solventes; la escuadra navarra presenta la baja del murciano Alejandro Valverde pero con un Beñat Intxausti que ha preparado con mimo la ronda de casa y el colombiano Nairo Quintana que ya sobresalió en Cataluña hace escasas fechas; por su parte, el Euskaltel-Euskadi presenta a figuras como Samuel Sánchez e Igor Antón, junto a las perlas que representan los hermanos Izagirre, para estrenar el casillero de victorias y acallar la inquietud reinante en el seno del equipo por no haber levantado aún los brazos en ninguna prueba. En cuanto a Alberto Contador, el pinteño ya quiere empezar a ganar, en su línea habitual de devorador y ‘culi-inquieto’ que no sabe aguantarse si ve a tiro la victoria final o cualquier triunfo parcial.
¿Más aspirantes al triunfo final o a dar guerra? Sí, claro que sí; por ejemplo el australiano Ritchie Porte viene de ganar en Niza y de ser segundo en la Criterium Internacional y aún puede estirar este pico de forma otra semana más. El antiguo Rabobank hará rodar a su inagotable cantera de jóvenes ciclistas y de los que vienen apuntando buenas maneras destacan los estadounidenses Tejay Van Garderen (BMC) y Andrey Talansky (Garmin), mientras que el Lotto belga se encomendará a ciclistas solventes como Van der Broeck o Vanendert. Otro de los atractivos de la ronda vasca será el luxemburgués Andy Schleck (Radioshack), pero que viene solo a hacer kilómetros (esperemos que no sea solo integrante ilustre del autobús de los torpes), mientras el ‘Purito’ Rodríguez optó por no comparecer con su Katusha ruso.