Triunfo in-extremis del Atlético de Madrid por 2-1 en el Vicente Calderón sobre el Rostov en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en la que Griezmann, tras cuatro partidos sin marcar, volvió a marcar y a ser decisivo con dos goles que demuestran su clase y talento desatascando un difícil duelo para su equipo.
Dominio del Atlético en el partido que no se vio reflejado en el marcador, pese a que el conjunto rojiblanco tomó la iniciativa desde el primer minuto del encuentro fue muy difícil encontrar algún hueco en la gran tela de araña formada por el cuadro ruso. Antes de cumplirse la media hora de juego, Griezmann aprovechó un error en defensa del delantero Azmoun que habilitó al francés peinando el balón de cabeza hacia atrás, y Griezmann con una clase descomunal, al primer toque, de espuela, marcaba uno de los mejores goles en esta edición de la Champions, sorprendiendo al meta ruso que difícilmente se imaginaba un remate semejante. Dos minutos más tarde el iraní Azmoun se redimió de su error tras un buen pase de Poloz, se quedó solo en el área y cruzó de maravillas la bola batiendo a Oblak. El Atlético trató de volver a adelantarse en el marcador, ante un Rostov aún más encerrado, por medio de centros al área, uno con especial intención de Vrsaljko que a punto estuvo de rematar Torres en un remate acrobático; varios saques de esquina sin excesivo y peligro, como los disparos desde fuera del área de Carrasco o Griezmann.
La segunda mitad se inició en la misma tónica que los últimos minutos que la primera mitad incluso in crescendo el afán del Rostov por cerrar huecos dificultando la creación de ocasiones del Atlético, cuyas aproximaciones fueron muy inocentes y prácticamente sin peligro para Dzhanaev. Simeone a la hora de partido dio paso a Gameiro por Saúl, centró a Koke que inició en banda, pero ni así empezó a llegar con más claridad el Atlético ante un trabajadísimo Rostov que se dejó ver poco por el área rojiblanca en la segunda mitad. Pasaban los minutos y el Atlético no conseguía romper la igualada, un disparo cruzado de Vrsaljko que pasó cerca del poste fue la ocasión más clara hasta que en el minuto 93, cuando ya se daba por hecho el empate, una jugada muy parecida al del primer gol, centro plano al área, error de Kudryashov que peina de cabeza hacia atrás habilitando a Griezmann y el francés, de nuevo con una clase que pocos conocen vuelve a meter el pie, coloca la pelota en la parte interna del larguero y de ahí al gol que trajo la locura al Calderón. Gol con incertidumbre, tuvo que darlo el linier escocés que vio bien como el balón era peinado por el jugador ruso y por tanto no había fuera de juego.
Con estos tres puntos el Atlético de Madrid suma doce puntos de doce posibles y es líder del grupo D con tres puntos de ventaja sobre el Bayern que no falló en Eindhoven remontando un resultado adverso. Tanto madrileños como bávaros están ya clasificados y en las dos próximas jornadas se dirimirá quién logra hacerse con el primer puesto. En la próxima jornada Atlético y Bayern reciben a PSV y Rostov respectivamente, mientras que en la última los de Simeone volverán siete meses después de la clasificación a Milán al Allianz Arena para decidir el grupo.