La Real llega al tramo decisivo de la temporada y Anoeta tiene que acudir al rescate. La primera remontada que hizo el equipo txuri urdin, la que le llevó a ocupar puestos europeos y a fijar la cuarta plaza como objetivo de la temporada, se ha visto algo frenada por las tres derrotas a domicilio que ha sufrido el conjunto de Jagoba Arrasate en lo que llevamos de año, pero ahora encara dos jornadas consecutivas en las que jugará como local mientras que sus dos rivales por la última posición que da acceso a la Champions, el Athletic de Bilbao y el Villarreal no han podido lograr más que el empate y la derrota en sus respectivos partidos. Tras estas dos jornadas, las posibilidades reales de cada uno de los equipos estarán mucho más definidas y por eso la Real no puede fallar, ni ante un Rayo que ocupa puestos de descenso ni ante su próximo rival, un Valencia que también está en la carrera europea. Anoeta ha de seguir siendo ese fortín en el que la Real sólo ha perdido uno de los últimos 26 partidos que ha jugado. En cuanto al equipo de Jémez, sería una victoria importantísima para ellos, debido a que equipos como Betis, Valladolid, Málaga han ganado, y de esta manera, aprovechar la derrotas de equipos que se pueden acercar a los puestos de descenso como son el Celta o Getafe, en especial este último que no avanza por una buena temporada técnica viéndose de esta manera cuestionado el puesto de Luis Garcia como técnico del equipo madrileño.
No es ninguna novedad decir que a ningún equipo le gusta jugar los lunes, pero se puede encontrar algo positivo en este horario infame, el cual no es otro más que ya se conoce el resultado de tus máximos perseguidores, por lo que te puede beneficiar como perjudicar, en este caso no queda la menor duda de que puede servir como aliciente para los jugadores de la Real Sociedad.
Respecto al once que ha sacado Jagoba Arrasate al terreno de juego, podemos encontrarnos la sorpresa de que uno de sus mejores jugadores como es Griezman empezará el partido desde el banquillo tras su primera convocatoria como internacional francés. Otra de las novedades que llevamos viendo varias jornadas, concretamente desde la victoria frente al Barca su presencia en el campo ha sido mucho más notable.
El comienzo del partido fue de infarto, nada más empezar Rubén Pardo colgó un muy buen balón al área que Iñigo Martínez con mucha facilidad consiguió encajar dentro de la portería para adelantar a los locales. No duró mucho la felicidad a los jugadores donostiarras, ya que un minuto más tarde José Ángel erró y cometió un penalti claro que Larrivey se encargó de poner las tablas en el marcador. En el resto de la primera parte podemos decir que destacó un poco la monotonía de la pelea por lograr la superioridad en el centro del campo, exceptuando algunas internadas de Carlos Vela que se mostraba activo pero no tanto se cara a portería que tuvo un par de ocasiones pero no consiguió poder marcarlas. Por su parte el Rayo intentaba forjar su juego desde abajo, acostumbrado a como nos tiene Jémez a salir desde abajo con el balón jugado, y de esta manera, aprovechar la calidad de sus jugadores de ataque como son Rochina, Iago Falqué que pese a no llegar a encontrar los huecos necesarios fueron de constante peligra cada vez que se acercaba a la zona frontal del área de la Real Sociedad. Cuando ya los dos equipos estaban cerca de marcharse al descanso una fantástica jugada de Rubén Pardo volvió a poner al equipo Txuri Urdin por delante en el marcador dejando a Paco Jémez con un cabreo con sus jugadores muy notable.
Nuevamente el comienza de la segunda parte fue bastante eléctrico, y de esta manera, el Rayo volvió a poner las tablas en el marcador gracias a un buen gol de Alberto Bueno, en donde Zubikarai podía haber puesto más de su parte ya que quizás erró en el despeje. Como hemos visto muchas veces, la Real es un equipo muy intermitente capaz de dar una versión magnífica como desconectar del partido dejando a su rival dominar el balón, y verdaderamente ser superior en todos los tramos del juego. No pasó mucho tiempo cuando Rochina, después de muy buenos minutos del Rayo, consiguió poner por delante a su equipo en el marcador, tras un buen disparo. La Real quiso reaccionar metiendo a hombres como Griezman o Canales en el terreno de juego, pero el efecto fue nulo y el Rayo demostró una capacidad física y psíquica de un equipo que peleará hasta el final todas sus oportunidades por mantener en la primera división. En ningún momento fue infiel a sus estilo, siempre dispuesto a combinar y asociarse mediante una salida limpia y ordenada de sus jugadores, pero insisto, todo eso acompañado de un enorme esfuerzo físico.
Con esta derrota la Real desaprovecha una gran oportunidad para recortar su distancia con sus máximos perseguidores, cosa que la afición se encargó en demostrarles con sonoras pitadas en bastantes tramos del juego donde la Real se veía noqueada por el empuje y el esfuerzo del Rayo. Por su parte, el Rayo vuelve a sonreir y quita a la Real una gran racha, ya que el equipo donostiarra no perdía en su casa desde el 1 de septiembre frente al Atlético de Madrid.