El Sporting empata (0-0) en el Heliodoro Rodríguez López y se va con una sensación amarga por no haber ganado a un Tenerife que se quedó con diez hombres por la expulsión de Bruno
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Desde la perspectiva del Sporting, no salió del todo bien la visita al Heliodoro. Desde la perspectiva del Tenerife, la cosa terminó mejor de lo que la dejó la expulsión de Bruno. El equipo gijonés tenía el doble objetivo de sumar los tres puntos y no ser víctima de un asalto arbitral como el del pasado domingo en El Molinón. No cumplió un propósito y del otro se liberó a medias porque reclamaron un penalti por mano de Carlos Ruiz tras un cabezazo de Scepovic. Pero esta vez le toca llorar las penas arbitrales a un Tenerife desarmado por la expulsión de Bruno, marcado por las amonestaciones y lastrado por las patadas. El desenlace de la batalla es un punto para cada equipo que, lejos de complacer a los ambiciosos y a los damnificados, no satisface a ninguno de los contendientes.
Dos puntos menos en Canarias que no sirven para poner en hora al término de la primera vuelta las aspiraciones de dos conjuntos con perspectivas clasificatorias tan diferentes: uno pelea por asentarse en la zona de ascenso acechando el liderato del Deportivo, y otro sigue anclado en tierra de nadie con la sombra del descenso a una distancia de tan solo cuatro puntos. Santa Cruz de Tenerife no es tierra propicia para cumplir con puntualidad alemana las respectivas obligaciones. Algo así como pretender no irse al suelo derrapando con una bicicleta sobre adoquín mojado. Simplemente ocurre que el fútbol, siempre implacable e imprevisible, es un bromista morboso. Y los futbolistas suelen ser víctimas de tropiezos, caídas y arbitrajes como los padecidos en los últimos siete días por Tenerife y Sporting. Dicho de otro modo: tan preocupados estaban unos y otros de no sufrir daños arbitrales, que los terminaron sufriendo. La ley de Murphy también es extensible al fútbol.
Con una hora menos, las Islas Afortunadas van a su ritmo y encajan a la perfección con la impuntualidad. Son tan impuntuales por estas tierras que hasta un tanque tan preciso como Stefan Scepovic es incapaz de acudir puntual a su cita con el gol. Y eso que tuvo una ocasión pintiparada para hacer diana en el tiempo añadido. El serbio no apuntó bien, su disparo se marchó fuera y la pólvora de la artillería serbia sigue mojada por segunda semana consecutiva. Ya se sabe que cuando Scepovic y Lekic estornudan, el Sporting se constipa. Sin los goles de los dos delanteros más efectivos de la Liga Adelante, se resiente el rendimiento del equipo de Sandoval, al que las llegadas por las bandas de Santi Jara y, en esta ocasión, Álex Serrano no terminan de aportar la frescura y profundidad deseada. Para consolidar las aspiraciones de ascenso, sería deseable erradicar en cierto modo la dependencia de los puntas asentando las alternativas, aunque siempre resulte cómodo y fiable basar tu fortuna en la puntería de un pánzer.
Debutó Álex Serrano
La ausencia de José Ramón Sandoval, relegado al palco, no impidió que, una semana más, nos sorprendiéramos por una novedosa presencia en el once titular del Sporting. Jugó Álex Serrano y eso es noticia porque el chaval aún no se había estrenado esta temporada. Fue la cara de la moneda; la cruz, la suplencia de Lora. Nuevo inquilino en el banquillo por la sanción de Sandoval, Ismael Martínez, y viejas costumbres. Se reclamó un penalti en el área chicharrera a los cuatro minutos por una presunta mano de Carlos Ruiz a remate de Scepovic. La intensidad e igualdad marcaron un primer tiempo que se terminó de romper con la clara ocasión de Santi Jara tras un error flagrante de Raúl Llorente en la cesión, pero el manchego estrelló su remate en el palo después de irse de Roberto y escorarse demasiado. A partir de ahí, el canterano tinerfeño Ayoze Pérez se convirtió en un constante quebradero de cabeza para la defensa sportinguista. Suya fue la mejor oportunidad del Tenerife con un disparo que se marchó cruzado. El propio Ayoze la volvió a tener, aunque Cuéllar estuvo providencial para despejar a córner. El portero se convirtió en el mejor del Sporting en los primeros 45 minutos.
La segunda parte tuvo un claro color rojiblanco. El Sporting fue el claro dominador del segundo asalto y dispararon primero. Scepovic la tuvo tras un buen pase interior de Lekic, pero su potente zurdazo lo rechazó Roberto a bocajarro. Ayoze seguía ejerciendo de diablillo que hacía de las suyas continuamente, pero el reaparecido Mandi le tomó la matrícula y le mantuvo a raya. La entrada de Carmona al terreno de juego trató de aportar profundidad y variantes al efervescente ataque sportinguista, pero las principales vías de penetración seguían pasando por las embestidas de los dos tanques serbios. El dominio de la posesión no se traducía en ocasiones claras, salvo un par de cabezazos excesivamente desviados a cargo de Bernardo y Lekic. El partido estaba loco y terminó por enloquecerse del todo cuando el árbitro catalán, Medié Jiménez, expulsó a Bruno por una controvertida barrera en una falta a favor del Sporting. Todavía atronan las protestas tinerfeñas.
Scepovic perdonó a un Tenerife con diez
Se esperaba que la expulsión terminara de decantar la balanza, pero el gozo sportinguista se cayó en un pozo, y eso que Sandoval puso toda la carne en el asador introduciendo a Miguel Ángel Guerrero por Luis Hernández. El delantero toledano lo intentó de chilena nada más ingresar en el terreno de juego y su intento lo atrapó cómodamente el guardameta chicharrero. La mejor ocasión la tuvo el de siempre, Stefan Scepovic, con un disparo que se marchó desviado tras una formidable dejada de Lekic. Ahí murieron las aspiraciones sportinguistas porque la opción de Stefan sucedió ya en el descuento y no hubo tiempo para más. No suele fallar estas ocasiones el máximo goleador de la Liga Adelante, pero hasta los mejores tanques erran el tiro en alguna ocasión. El sportinguismo se quedó con un amargo sabor de boca porque tuvo la opción de llevarse los tres puntos del Heliodoro para desquitarse del disgusto de la pasada semana ante el Zaragoza y se tendrá que conformar con un punto que, si se vence el próximo sábado en Valdebebas al Real Madrid Castilla, ya pondrá en hora los relojes del Sporting antes de afrontar la primera final del campeonato contra el Recreativo en El Molinón.
LA FICHA TÉCNICA
Tenerife: Roberto; Javi Moyano, Bruno, Carlos Ruiz, Raúl Llorente, Aitor Sanz, Ricardo, Suso, Ariadne, Cristo Martín y Ayoze (Nauzet, Íñigo Ros,Chechu, Luismi Loro, Alberto, Rivero y Nano).
Sporting: Cuéllar; Luis Hernández, Mandi, Bernardo, Canella; Santi Jara, Sergio, Álex Serrano, Álex Barrera; Scepovic y Lekic (Alberto, Lora, Casquero, Hugo Fraile, Carmona, Mendy y Guerrero) –quedó fuera de la convocatoria Julio.
Árbitro: David Medié Jiménez, del Comité Catalán. David Medié Jiménez (Comité Catalán). Expulsó a Bruno, por doble amonestación (77′ y 78′). Mostró tarjetas amarillas a Moyano (19′), Ricardo (59′), Llorente (74), Bruno (77′), Suso (77′) y Aitor Sanz (78′), del Tenerife, y a Álex Serrano (28′) y Bernardo (87′), del Sporting.
Incidencias: Heliodoro Rodríguez López. Unos 10.000 espectadores, con dos centenares de aficionados rojiblancos. Los gijoneses lucieron uniforme rojo y brazaletes de luto por el fallecimiento de Ángel Herrero.