El Valencia visitaba la fría ciudad de San Petersburgo con la expectativa de lograr una cómoda situación para afrontar la última jornada de la fase de grupos. Pero bajo la gélida mirada de Nuno Espíritu Santo, los ches cayeron en Rusia sin dar la imagen de un equipo que quiere más en una competición tan preciada por los hinchas. El 2-0 no reflejó el encuentro que se vio pues pudo ser más amplia la diferencia.
El partido comenzó con un Valencia intentando llevar la manija del partido. Parejo bajaba a la línea de Enzo Pérez e intentaba con el argentino distribuir la pelota. André Gomes se incrustaba cerca de Alcacer para hacer la superioridad en la mediapunta y el joven Rafa Mir –sorpresa en la alineación- en la banda izquierda. El problema para los de Nuno era conectar con Gomes. Imposible durante todo el partido. La salida de balón era fluida hasta el centro del campo, a partir de ahí, problemas sin soluciones. El Zenit lo vio. Atisbó la debilidad y la confusión del equipo che en la presión. Los valencianistas no pueden presionar porque no tienen centrales para ello. Abdennour y Vezo demostraron ser fuertes cerca de la portería, pero cuando hubo espacio… llegó el primer gol. Corría el minuto 15, un balón volaba bajo la nieve rusa, Vezo se intentó anticipar y falló. Hulk controló, condujo y saco a Abdennour del sitio. El resto fue cosa de Dzyuba, con una maravillosa asistencia, y de Shatov con una definición propia del mejor delantero del mundo.
El gol desmotivó por completo a los de la ciudad del Turia. Rotos, desganados, como si la lucha no estuviese en este partido asistieron a 90 minutos de impotencia los jugadores de Nuno. No cosecharon ninguna ocasión digna de mención en el encuentro y por el contrario el Zenit encontró huecos que parecían presagiar una mayor goleada. En la segunda parte Feghouli abandonó su banda para centrar su posición, pero no fue suficiente. El dominio siguió siendo de los locales y en el minuto 74 llegó la sentencia. Una internada de Danny por el centro paso desapercibida para todos los jugadores visitantes y cuando se plantó solo ante Jaume, le regaló el balón a Dzyuba para que marcase su cuarto gol en cinco partidos.
La frustración se apoderó del Valencia. Hulk se gustó y los regates llegaron por la derecha, por la izquierda… Al final, una apertura a banda a Shatov, que dejaba al ex del Anzhi en un mano a mano frente a Jaume, significó una dura entrada por detrás de Vezo que le costó la tarjeta roja directa. Y así acabó la tarde en Rusia, con un Valencia impotente que deberá ganarle al Lyon en la última jornada y esperar un pinchazo del Gante, con un Nuno que ve como su futuro se aleja de Mestalla y con un Zenit dictador, que ha ganado sus cinco duelos del grupo.
@aguadoandreu