Por Diego García (@Diego21Garcia)
Partidos del sábado
Newcastle y Liverpool empataron (2-2) en el partido que inició la jornada de liga. En los prolegómenos del partido, centenares de aficionados del conjunto local se manifestaron contra la dirección de su presidente, Mike Ashley. El encuentro tuvo de todo. Un dominio incontestable, aunque sin brillo, de los de Alan Pardew que se adelantaron con un tremendo gol de Cabaye. Al borde del descanso, Mbiwa cometió un absurdo penalti sobre Suárez y Gerrard empató. Con uno menos y con un lateral canterano como central -Dummett-, el Newcastle se encerró atrás. La suerte estuvo de su parte cuando el propio Dummett marcó el 2-1 que neutralizó Sturridge en la recta final. Con un jugador más durante 50 minutos, el Liverpool no pudo contra el Newcastle.
El Arsenal vence y convence. El Norwich City fue su última víctima (4-1) en un partido que bien puede parecerse a una clase de ballet. Y es que lo que hicieron con el balón los de Wenger puede colocarse en el escalafón de mejores actuaciones futbolísticas -si es que hay un baremo que mida lo que es más bonito- del célebre tiki-taka. Wilshere adelantó a los gunners con una obra de arte que construyeron Cazorla y Giroud y el medio inglés se encargó de ejecutar. Özil casi sentenció de cabeza. Ya en el tramo final, la lluvia de goles llegó al Emirates. Howson recortó distancias en lo que fue un espejismo, pues Ramsey y el propio Özil no dejaron emanar las dudas poniendo el 4-1 definitivo.
Mismo resultado (4-1) cosechó su vecino el Chelsea ante el Cardiff City en un partido radicalmente distinto. Los galeses comenzaron ganando en Stamford Bridge. Eto’o se hizo el más listo de la clase cuando robó un balón al meta Marshall en una acción similar a la célebre entre Tamudo y Toni Jiménez, cedió a Hazard y el resultado se igualó para llegar al descanso. Ya en la segunda parte, el camerunés remontó el partido y Óscar primero, y Hazard después, destrozaron las esperanzas de los visitantes.
El Everton venció al Hull City (2-1) en un partido de los que se tienen que ganar para seguir arriba. De esos que rompen objetivos a final de campaña. Mirallas adelantó pronto a los locales y Sagbó -que sigue sorprendiendo a todos con sus actuaciones- empató el partido al borde del descanso. Pienaar, que volvía tras una lesión que le ha tenido apartado varias semanas, puso el gol de la victoria cuando apenas llevaba 15 segundos en el terreno de juego.
Enésimo tropiezo del Manchester United, que empató (1-1) ante el Southampton en Old Trafford. Ya comentó Sir Alex Ferguson la campaña pasada que los saints habían sido los mejores rivales en campo propio y los de Pochettino han sacado petróleo hoy del feudo de los red devils. Y eso que Van Persie puso el partido de cara en la primera parte. En la recta final, Lovren empató el marcador para sorpresa de un David Moyes que está decepcionando en sus inicios.
Stoke y WBA empataron a nada (0-0) en un insípido partido del que hay poco que comentar. Casi sin acciones ofensivas, el Stoke no se encontró cómodo nunca en el campo y los visitantes dieron por válido el punto obtenido fuera de casa.
Y volvió a ganar el Swansea (4-0) al fin ante un Sunderland que presentaba a Poyet en sociedad como entrenador. Los de Laudrup no tuvieron compasión alguna y en los 30 minutos finales dejaron el partido sentenciado. Bardsley en propia puerta abrió la lata. De Guzmán sentenció un minuto más tarde y Bony y Chico completaron la goleada.