Empate a un gol en Stamford Bridge entre Chelsea y Atlético de Madrid en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un encuentro en el que el Atlético volvió a mostrar su mejor cara en competición europea pese a no lograr el objetivo de la victoria, compitió y peleó el partido a un Chelsea que se encuentra un escalón por encima, y aunque no logró la victoria, murió matando al dejar al Chelsea como segundo de grupo.
El Atlético empezó el partido llevando la iniciativa, tratando por medio de la posesión en campo rival hacer daño al Chelsea, pero se encontró gracias a Conte desde el banquillo, y a Kanté y Bakayoko en el mediocentro con uno de los equipos mejor organizados de Europa y a los que menos le incomoda estar sin balón en campo propio, capaz de lograr no solo no encajar gol, sino además no recibir disparos a puerta. El Atlético era dueño indiscutible de la posesión pero le faltaba profundidad, finalizar jugadas y testar a un viejo conocido como Courtois. La dupla francesa Kanté-Bakayoko consiguió minimizar las opciones de ataque y además lograba sacar el balón jugado y lanzar extraordinarios contragolpes que sí que hacían a Oblak sacar lo mejor de sí. Dos remates de Morata, sin estar en la mejor posición posible y uno lejano de Hazard que se desvió y forzó al meta esloveno a una buena estirada por bajo. Al descanso, el Atlético, pese a tener el balón no era superior pero seguía vivo gracias a que el Qarabag al descanso se fue empatando del Olímpico de Roma.
Al comienzo de la segunda mitad el Chelsea salió con más ímpetu y fuerza para ponerse por delante en el marcador, diversas jugadas por banda izquierda pillando la espalda de la defensa colchonera que no consiguieron fructificar pese a la peligrosidad de las acciones. El Atlético aprovechó la valentía del equipo local para tener sus primeras aproximaciones, un disparo de Filipe al palo y el rechace que lo remató Koke de cabeza y lo detuvo fue una doble ocasión, que valió como aviso para lo que se venía. Minuto 56, saque de esquina botado por Koke, la peina Torres de cabeza en el primer palo y Saúl en el segundo, con la caña preparada, anota ante Courtois, adelantando a su equipo en el marcador. La pena, que tres minutos antes la Roma se había puesto por delante en el marcador por medio de Perotti y el Atlético ya no dependía de sí mismo para clasificarse a octavos, necesitaba un gol del cuadro azerí.
La situación además cambió notablemente para el Chelsea que pasaba a ser segundo y eso se vio sobre el campo con un arreón tremendo de los blues sostenido por la defensa rojiblanca y en especial por un estelar Oblak salvando con el pie un mano a mano ante Morata entre varias llegadas más. Ningún jugador del Chelsea pudo batir al esloveno, Hazard fue quien estuvo más cerca con un disparo cruzado que el montenegrino Savic introdujo en su portería a quince minutos del noventa. El Chelsea persiguió la victoria hasta el noventa consciente los serios inconvenientes de ser segundo pero unas veces por un imponente Oblak, y otras por inexplicables fallos de William o Batshuayi no consiguieron tumbar a un Atlético que terminó el partido con Carrasco, Correa, Griezmann y Vietto, pero sin opciones ante la victoria romana en el Olímpico.
El Atlético queda eliminado por primera vez en las últimas cuatro temporadas de la fase de grupos, debía ganar y que la Roma no ganase al Qarabag, y no se cumplió ninguno de los dos condicionantes. De esta forma los de Simeone vuelven a la Europa League, junto a CSKA de Moscú, Celtic y Sporting de Portugal por los tres primeros grupos, en la noche del miércoles y el jueves sabremos que otros equipos acompañan al Atlético en un territorio que claramente sabrá a menos tras haber probado otras mieles, pero en el que debe defender la camiseta como ha demostrado en el día de hoy en Londres.