Justo empate en la Rosaleda a dos goles entre Málaga y Atlético de Madrid en un partido de poder a poder con el conjunto costasoleño que no se empequeñeció en ningún momento ante el campeón de Liga, le puso en aprietos y prácticamente lo despidió de la reválida.
Igualada primera parte en la que ninguno de los dos equipos supo imponer su juego, el Atlético tomó algo más la iniciativa pero sin llegar a hacer el suficiente daño por medio de su juego al arco blanquiazul. Torres reclamó a los dos minutos de partido un penalti que no le pareció tal a Mateu Lahoz. Los goles llegaron marcados por dos fallos de los guardametas, primeramente Kameni, en un saque de banda desde la izquierda que lanzó Jesús Gámez al área se le escurrió entre las manos al meta camerunés y Griezmann remataba en boca de gol marcando el primero de la tarde. Minutos más tarde, distinta portería, caso similar, saque de esquina botado por Recio, desvía Torres sorprendiendo a Oblak, el balón golpea en el cuerpo del esloveno y se introduce en su portería.
La igualdad reinante en la primera mitad no se rompió en la segunda, en la que sí que se vio más fútbol más ritmo, más intercambio de golpes, idas y vueltas en un segundo periodo en el que se adelantó en el marcador el cuadro local en una muy buena jugada de Amrabat que atrajo a Miranda y de media vuelta dio un pase a Samu García que aprovechando el hueco en la defensa colchonera se quedó mano a mano con Oblak a quien se la picó por encima. Pasados apenas seis minutos del gol blanquiazul empataría el cuadro colchonero en un gol muy protestado por la zaga local. Dejada de pecho de Raúl Jiménez tras un centro desde la izquierda que recibía Griezmann y remataba solo ante Kameni anotando el empate. Parecía fuera de juego del francés pero Rosales en la banda estaba en línea habilitando a Griezmann. Últimos quince minutos de dominio alterno, pudo haber marcado cualquiera, pero no llegó el gol para ninguno finalmente.
Reparto de puntos que aunque no beneficia a ninguna puede ser valorado mejor o peor al final de la jornada, una vez sabidos los resultados de los rivales de uno y otro en sus respectivas aspiraciones.