Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El Levante sale del Camp Nou humillado por 7-0 en el debút del ‘Tata’ Martino con goles de todos los delanteros culés logrados a partir del toque por el centro de la defensa rival
La vida sigue igual en Barcelona. Tras las eras de Guardiola y Vilanova, dos entrenadores de la casa, la cúpula directiva culé apostó por un entrenador argentino de buen currículum, que tras lo visto en la pretemporada y en este primer partido de la Liga, dará continuidad al proyecto que en los últimos años ha llevado al Barcelona a la excelencia futbolística. Con un juego de toque brillante y con unos jugadores estelares, el Levante de Joaquín Caparrós era el primer rival sobre el que se iba a descargar toda la artillería catalana y lo cierto es que los del Camp Nou se ensañaron con los levantinos. El 7-0 final coloca al Barcelona en el liderato de la Liga y manda un claro aviso de que el buen juego sigue instalado entre los actuales campeones del campeonato doméstico, que apenas tuvieron oposición para entrar al toque sublime por el centro de la defensa rival.
Con Iniesta y Neymar fuera del once titular, con Alexis y Pedro flanqueando en las bandas a la figura del equipo, y con Cesc como enganche activo y compañero de fatigas de Xavi en la sala de máquinas, tampoco se notó la necesidad de otro central más, ya que Mascherano cumplió una vez más en el eje de la zaga junto a Piqué. La primera mitad del choque fue todo un rodillo culé, que en un visto y no visto clavó un set a los levantinos en 45 minutos, que no pudieron esgrimir sobre el césped ninguno de los argumentos que los ha llevado las dos últimas temporadas a ser el paradigma de equipo pequeño que cosecha grandes resultados. Todos los goles de la tarde fueron de idéntica factura, con triangulaciones al primer toque y que ejecutaron Pedro y Messi por dos veces (uno de ellos de penalty el argentino) y en otra ocasión Alexis, Alves y Xavi, completando un atracón futbolístico de sobra conocido en el feudo blaugrana.
La segunda parte dejó paso a ese código no estricto en el fútbol en el que el equipo que golea con insultante superioridad deja de apretar el acelerador y deja fluir los minutos, con lo que el único aliciente quedó en manos de ver el ingreso en la cancha del mago Iniesta y en el debút liguero del gran fichaje catalán de este año, el del brasileño Neymar, que en el minuto 71 sustituía a Alexis para pegarse a la cal zurda, pero que apenas pudo dejar destellos de su clase, exceptuando algún control primoroso. Eso sí, al carioca le dio tiempo de ganarse una absurda tarjeta amarilla, algo que se debería vigilar en Can Barça, mientras que Víctor Valdés vivió algún susto final pero pudo mantener inmaculado su marco a la espera de la Supercopa Española que esta semana medirá a los blaugranas con el Atlético de Madrid.del ‘Cholo’ Simeone.