Todo apuntaba a un festín del Barcelona ante el Sporting de Gijón y así sucedió en el Camp Nou. De inicio los de Rubi intentaron realizar esa presión alta que tantos problemas está dando al Barça, aunque bien es cierto que lo hicieron sin la intensidad necesaria para colapsar la salida de balón culé. Los de Luís Enrique sorteaban con relativa facilidad la defensa en campo contrario del Sporting -salvo en contadas ocasiones- y se plantaban en tres cuartos de cancha manejando la pelota con un ritmo lento, de lado a lado, esperando a que el balón llegara a los pies de Messi o de Neymar para filtrar un pase a la espalda de la defensa y buscar el primer tanto.
Un primer gol que llegó de forma imprevista con la primera intervención de Mascherano en un gol en Liga desde que llegó al Barcelona. Lo hizo con una asistencia -sí, a espaldas de una lenta zaga asturiana- para que Leo Messi superase de cabeza la salida desesperada de Cuellar. El principal problema del Sporting no era la defectuosa presión alta, era la poca intensidad con la que se apretaba al poseedor del balón en campo propio. Ejemplo de ello es el segundo gol, en el que Neymar tiene tiempo de sobra sin que un rival le encime para ver el desmarque de Suárez y asistirle para que marque el segundo con ayuda de Juan Rodríguez.
El Sporting llegaba muy poco al área de Ter Stegen. Eso sí, las dos veces en las que pisó la zona de castigo lo hizo poniendo en evidencia a la zaga culé. En la primera Burgui -genial en cada intervención- filtró un pase a Sergio y su remate de puntera se fue al palo. El rechace lo aprovechó Carlos Castro para subir el tanto en el marcador visitante y probar a Rubi que él también vale. La segunda no fue gol porque Ter Stegen despejó una buena acción individual con chut de Burgui. A pesar del gol del Sporting el partido no cambió de rumbo, con el Barcelona manejando el balón a placer y aprovechando los errores visitantes. Seis minutos después Babin dejó un balón muerto en el área a los pies de Luís Suárez y el uruguayo le agradeció el detalle con un gol de volea antológico. De ahí al descanso siguió el acoso sin derribo del Barça, y no fue a más el marcador por las imprecisiones de los medios y del tridente, demasiado empeñado en buscarse entre sí.
Salió tras el descanso Alcácer sustituyendo a Luís Suárez, un mes después de su gol al Athletic, y tardó esta vez solamente cuatro minutos en aprovechar una asistencia de Messi para poner el cuarto gol en el marcador. Ahí terminó el partido en cuanto a la pelea por los tres puntos. Minutos más tarde se marchaba Messi y comenzaba el recital de Neymar, con todo el equipo jugando para él. No tardaría en estrenarse en casa en esta Liga con un tanto de falta superando a la barrera desde el ángulo derecho del área de Cuellar.
Los últimos veinte minutos el choque perdió intensidad, a la espera de que el Sporting encontrara una contra para maquillar más el resultado o que los seis jugadores ofensivos del Barcelona trenzaran una jugada para el set. Lo merodeó en varias ocasiones, siempre con Neymar en la jugada, pero fue en una pared entre Sergi Roberto y Rakitic cuando llegó el sexto tanto, obra del croata. Ahora el Barça se aúpa al liderato provisional a la espera de lo que haga el Madrid en su choque contra Las Palmas en el Bernabéu.
Ficha técnica:
Barcelona: Ter Stegen; Rafinha (Sergi Roberto, ’74), Mascherano, Umtiti, Alba; Busquets, Denis Suárez, Rakitic; Messi (André Gomes, ’61), Suárez (Alcácer, ’46), Neymar.
Sporting: Cuéllar; Lillo, Babin, Juan Rodríguez, Elderson; Sergio Álvarez (Vesga, ’77), Xavi Torres; Douglas (Víctor, ’46), Nacho Cases, Burgui (Isma López, ’60); y Carlos Castro.
Goles: 1-0 (Messi, ‘9). 2-0 (Rodríguez, p.p. ’11). 2-1 (Castro, ’21). 3-1 (Suárez, ’27). 4-1 (Alcácer, ’49). 5-1 (Neymar, ’66). 6-1 (Rakitic, ’87).
Árbitro: Sánchez Martínez. Amonestó a Burgui, Castro, Neymar, Juan Rodríguez.