Que el partido iba a ser de máxima tensión y grandes emociones estaba claro. Que los bávaros se enfrentaban a su peor enemigo también lo sabíamos. Y no era novedad que iba a ser su sexto duelo en la copa de Alemania. Ahora bien, hemos descubierto que el vencedor de los encuentros coperos entre el Bayern de Múnich y el Borussia de Dortmund siempre termina esta competición levantando la copa. Parece que Beckenbauer, premio President’s Award de la UEFA, va a tener razón, y es que la experiencia es un grado.
El pase a la semifinal dependía de este encuentro. Era jugar a vida o muerte. Las eliminatorias a partido único generan tanto en los jugadores como en los aficionados ese nerviosismo que hace vivir cada minuto al cien por cien. En los noventa reglamentarios todo es posible y el factor sorpresa es capaz de acelerar las pulsaciones a cualquiera. Si unimos la marea roja y la marea amarilla que ayer llenaron el Allianz Arena, sumamos setenta y un mil corazones a todo ritmo por ver a su equipo no sólo en la semifinal, sino por eliminar a su máximo rival.
El Bayern mostró su mejor cara defensiva. Heynckes confió en Lahm, Van Buyten, Dante, Alaba, Schweisteiger, Javi Martínez, Robben, Kroos, Müller y Mandzukic para conseguir la victoria. Y en cuarenta y tres minutos lograron el primer gol, y el único del partido. Gracias a la asistencia de Lahm, Robben remató con la zurda desde fuera del área a la escuadra izquierda. El holandés que parece que ha recuperado la felicidad también marcó el pasado sábado ante el Werder Bremen. Quiere demostrar a su técnico por qué merece la titularidad y si sigue por este camino, seguro que no puede perder la sonrisa. Es más, ha dicho que tiene ganas de ganar títulos, en plural.
Por su parte, el Borussia de Dortmund tuvo una baja de última hora es sus filas. Hummels no pudo ser titular por una infección vírica y Klopp optó por Santana. Además, confió en la pareja Bender-Gündogan para frenar a los muniqueses en el centro del campo, y en Grosskreutz para intentar controlar a Robben y sus conocidas arrancadas. Por el resultado final, está claro que no lo consiguió. Los de Dortmund tuvieron más de una ocasión pero los de Heynckes supieron valorar el gol que tenían en su marcador y controlar el cronómetro a su favor. Lo único amarillo que se llevaron los de rojo fueron las tarjetas que recibieron Javi Martínez, Kroos y Mandzukic.
Sabias palabras las del entrenador del Dortmund al reconocer que en estos partidos tienes que jugar con todas tus fuerzas, las oportunidades son escasas, y el conjunto bávaro supo aprovechar la suya. “Somos merecidos perdedores y felicitamos al Bayern por el pase” concluyó.
El Bayern de Múnich que conserva todavía la imbatibilidad en el 2013, y estamos casi en marzo, espera rival para semifinales. En el bombo, que el domingo emparejará los encuentros, estarán el Stuttgart, el Wolfsburgo, el Friburgo y el Bayern. En la Bundesliga el equipo de Heynckes ganó a los tres en sus respectivos campos por cero goles a dos. Las cosas para el equipo muniqués pintan bien, mejor dicho, pintan copas.