Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Aterrizaron el domingo en Múnich, y su entrenador declaró: «No hemos venido a perder». Vuelven a Turín con un dos a cero, bastante adverso. Además, Alaba acabó con los cuatrocientos noventa minutos que Buffon llevaba sin encajar un gol en apenas veinticinco segundos. La Vecchia Signora se podía haber llevado más goles.
Con un ambientazo de sesenta y ocho mil espectadores en el Allianz Arena, los jugadores saltaron al terreno de juego con máxima concentración porque el partido no iba a ser tarea fácil. Como aperitivo, el himno de la Champions y como plato principal noventa minutos de buen fútbol. Todavía se estaban acomodando algunos hinchas en sus localidades después de haber tarareado dicho himno, cuando Alaba, a los veinticinco segundos, abría el marcador. El austriaco recibió un balón en la frontal y remató sin piedad. Los bianconeri se estaban empezando a quedar mas blancos que negros. El Bayern se adelantaba y eso no se lo podían permitir. Así que reaccionaron, y durante el primer cuarto de hora dominaron en tierras germanas.
Sin embargo, el cambio de Kroos, lesionado, por Robben surtió un gran efecto en la escuadra alemana. Desde el minuto dieciséis comenzaron a dominar y no pararon hasta el pitido final. La Juventus tenía muchos problemas para salir de su campo. Ocasiones tuvieron los dos equipos pero Buffon se convirtió en un protagonista no deseado.
Al filo del descanso Bonucci casi empata el encuentro tras rematar un córner lanzado por Pirlo, pero el gol no llegó. Lo único que se escuchó fue el pitido del árbitro que mandaba a todos a los vestuarios. Con mucha emoción se esperaba la segunda mitad. Los juventinos necesitan encontrarse con el gol y los muniqueses sentenciar el partido.
Con cuarenta y cinco minutos por delante, los de Conte salieron a por todas. Lo que no está claro es si salieron a por todas las cartulinas amarillas. Se llevaron tres, y lo malo, es que ni Vidal ni Lichtsteiner podrán jugar la vuelta. Dos bajas obligadas, muy importantes para Turín. Lo que también se llevaron fue otro gol en el sesenta y tres, cuando Müller gracias a la cesión de Mandzukic introdujo el balón hasta el fondo de la portería de Buffon, y a punto estuvo de hacer el tercero.
No consiguieron los visitantes nada en Múnich, y mucho tienen que mejorar en Turín si quieren estar en las semifinales de la Champions. Los bávaros tenían muy claro que su objetivo era mantener su portería a cero. Y eso hicieron, lo que no sabemos es si entre sus planes estaba meter dos goles.
Queda una semana para que se vuelvan a ver las caras. Serán siete días de preparación. Los de Heynckes viajarán a Italia con una ventaja que les permiten estar algo más relajados pero no confiados. La Juventus es un equipo que está dominando en el fútbol italiano, y eso, los alemanes lo saben. Aunque también les vendría bien a los bávaros repasar el latín y pensar en la célebre frase de Julio César Veni, Vidi, Vici…