Todavía no nos hemos repuesto del fallecimiento de Luis Aragonés y al igual que ha hecho el fútbol español en pleno, vayan estas líneas otra vez dedicadas a la memoria del inolvidable Zapatones. Pero tenemos que mirar hacia adelante, y en nuestro caso hacia el pasado más próximo para hacer balance de la vigésimotercera de Liga. Las cosas se ponen al rojo vivo con un triple empate en cabeza entre Barça, Madrid y Atleti, algo que hacía más de 30 años que no pasaba. Por abajo, el Betis se ha quedado tocado tras la manita encajada en Mestalla, acompañado en la zona de descenso por un Rayo que empieza a levantar la cabeza y un Pucela que no se termina de separar del fango.
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Las fallas del Valencia
Con la ciudad de Valencia ya engalanada y dispuesta para las Fallas, llegó el Betis a la capital del Turia y se convirtió en la particular falla del conjunto ché. Los de Pizzi le dieron un soberano manotazo a los de Calderón para continuar con su buena racha liguera, sumando la cuarta jornada consecutiva son conocer la derrota. Buena culpa de ello la tiene Paco Alcácer que se ha erigido en el ninot indultat. Con sus dos goles de este sábado, el de Torrente ya lleva 4 en 3 jornadas, una formidable media que le hace fuerte en la delantera valencianista. Si a la buena dinámica del canterano se le unen la batuta de Parejo, la profundidad de Feghouli y Piatti por las bandas, y el destape goleador de Eduardo Vargas, el resultado es una goleada que ilusiona al valencianismo, feliz al contemplar las horas felices que vive su equipo. Estalló la paz en Mestalla. Así es, amigos. Sonrían. Y si tienen dudas, no hagan mención por si acaso ni al anterior inquilino del banquillo, ni al proceso de venta del club. De cualquier otra cosa se puede hablar sin reparos, especialmente de los aspectos puramente deportivos, pero sin ser muy puntillosos, no vayan a salir quemados del envite.
Iago ‘Messi’
A este paso, Lionel terminará presumiendo de haberle puesto a su hijo el nombre de Thiago, que coincide en sus cuatro últimas letras con el de la gran sensación del Rayo Vallecano: lago Falqué. Antológica actuación la del gallego contra el Málaga. De sus botas, por el costado derecho del ataque racista y barriendo ese frente a regate limpio, nació el primero de la tarde del sábado en Vallecas. Una colosal obra de arte que firmaría el mismísimo Messi, con doble caño incluido a Antunes y Ferreira, culminada con una soberbia definición con la zurda ante la impotente presencia de Willy. Pero no terminó aquí el recital de Falqué, que se reservó otra genialidad para culminar la goleada del Rayito poniéndole la sotana en esta ocasión a Angeleri. Los goles del pequeño Iago coronan una noche mágica para los flanjirrojos, que llevaban seis jornadas consecutivas sin saborear las mieles del triunfo en su campo. Pudieron hacerlo este fin de semana por obra y gracia de un futbolista de bandera. Otro ilusionista forjado en la escuela de los sueños, La Masía.
Jesé, un canario que vuela alto
Tiene cresta y alas, aptitud y condiciones, para volar muy alto. Le ha costado tanto asentarse entre tanto galáctico que al comienzo de la Liga no tenía ni dorsal; le tocó en suerte el número 20 y, con ello, una numerosa cantidad de papeletas para convertirse en una alternativa de lujo para el ataque madridista. Es Jesé Rodríguez, un canario de Las Palmas que vuela muy alto en el Real Madrid. Tan importante está siendo su papel en las últimas jornadas que Carletto ya se rasca la cabeza para encontrarle un hueco, con y sin Cristiano, a una de las grandes sensaciones del campeonato. A sus 20 años (cumplirá este mes los 21), Jesé es un puñal que abre en canal a las defensas rivales partiendo indiferentemente desde el costado izquierdo o derecho del ataque madridista. Contra el Villarreal causó estragos desde la izquierda, banda en la que germinó una arrancada felina que derivó en una definición excelsa a pierna cambiada, con la derecha, ante Asenjo tras romper en velocidad a Dorado. Fue un toque de calidad, una aportación dorada a la goleada blanca del sábado, para demostrar que este futbolista es el canterano de moda del fútbol español.
La kryptonita del Atleti
Miren la foto que antecede estas líneas porque lo dice todo, o casi. Es Gabi, el capitán del Atlético de Madrid, bajo los palos. Portero por causa de fuerza mayor en el estadio de los Juegos Mediterráneos, y no por el viento precisamente. La lesión de Cortouis, la expulsión de Aranzubia y los tres cambios que ya había realizado Simeone llevaron al mediocentro a enfundarse la casaca de guardameta y los guantes para defender el arco del Atleti durante los últimos cinco minutos del partido, incluyendo el mal trago de tener que tratar de parar un penalti. Fue un día de perros para los colchoneros que pone el colofón a una semana negra que cruzó el supersónico vuelo desde el liderato hasta la frontera límite con la kryptonita. Primero fue la goleada copera en el Bernabéu y este sábado tocó morder el polvo contra el Almería. Son malos días para la causa del cholismo ilustrado, que tendrá que pulir sus superpoderes para afrontar la mágica cruzada por los títulos. Tampoco conviene olvidar que la derrota liguera ha venido acompañada de mucha polémica, lo que acentuará el cabreo de los atléticos.
El arca de Lionel
Creyentes y no creyentes habrán oído hablar del famoso Arca de Noé, esa embarcación construida por el profeta Noé con el fin de salvarse él mismo, a su familia y a varias parejas de animales para preservarse de la caída del diluvio universal y poder repoblar después la Tierra con su descendencia. Esta famosa historia recogida por el Antiguo Testamento bíblico, tuvo su adaptación futbolera el pasado domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán. Cayó la mundial en Sevilla. Demostrando que un hombre previsor golea por dos, Lionel Messi ideó su particular salvoconducto para que el Barcelona. Marcó un doblete con dos goles muy parecidos en su ejecución, y le sirvió en bandeja el tanto del empate a Alexis Sánchez al botar una falta al corazón del área de Beto. Y así, nuevamente aferrado a la inspiración mágica de su futbolista fetén, el Barcelona salió indemne de la batalla bajo la lluvia y la única secuela negativa del duelo disputado en el césped del Pizjuán es que los hombres de Martino se pillaron una mojadura de aúpa. No les conviene descuidarla porque este Barça tiene tan delicadas sus defensas dentro y fuera del campo que no se puede ni permitir ni el lujo de agarrar una simple pulmonía. Lo que sí ha agarrado el Barça es el liderato de la Primera División; veremos si lo vuelve a soltar.
Guantes de moda
Es el portero de moda del fútbol español. Abran paso a Keylor Navas, el salvador del Levante. Este guardameta costarricense es capaz hasta de volar sus propios pasos para espantar a los fantasmas a paradón limpio. Véase sino su paradón en Anoeta, con esa providencial rectificación rasante para impedir que el balón traspasara por completo la línea de gol de su portería. Ni Griezmann, ni Vela, ni Aguirretxe fueron capaces de superar a un arquero que está de dulce y sus paradas siguen sumando puntos para los hombres de Caparrós, tranquilamente asentados en la zona media de la clasificación y sin perder de vista el sueño europeo. Porque el punto sumado en Donosti es un puntazo teniendo en cuenta que la Real Sociedad llevaba 24 goles en los últimos 6 partidos disputados en su campo. Hasta que desfiló por esa pasarela el Levante de Keylor, un futbolista que está aprovechando como nadie el escaparate liguero para lucir sus inmensos reflejos y varios equipos ya se lo rifan. Sus milagros guantes tienen previo: 10 millones de euros.
EL SACAPUNTAS
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