Con Tito siempre en el recuerdo, la jornada 36 deparó mucha emoción en la parte más alta de la clasificación. El Atlético cayó en Valencia y estrecha su camino, aunque los empates de Barcelona y Real Madrid le mantienen con suficiente margen para seguir siendo el principal candidato a llevarse el título. Lejos de estas emociones viene un Athletic instalado en la felicidad tras ratificar la cuarta plaza y el billete a la Champions con su goleada en Vallecas. Resignado a su suerte en la Europa League, se afianza el Sevilla en la quinta posición después de empatar en Nervión contra un Villarreal matemáticamente clasificado para disputar competición europea el próximo curso; entre ambos se presenta una Real Sociedad asentada en el sexto escalón tras su empate contra el Granada. Si las emociones son intensas en la parte noble de la tabla, no lo son menos en el pelotón de cola. El punto del Getafe en Barcelona aprieta la situación, produciéndose fuera de la quema un empate a 36 puntos con un Almería relanzado tras su agónica victoria contra el Betis. Más abajo están Osasuna (antepenúltimo) y Valladolid (penúltimo), con 35 puntos cada uno. Después de ganar al Espanyol en Zorrilla, los pucelanos confían en rascar algún punto contra el Madrid el miércoles para hundir más la moral de los rojillos, que perdieron en El Sadar ante el Celta.
Alejandro Rozada (@alexrozada)
¿Alguien quiere la Liga?
«Apretadita y emocionante que me la quitan de la mano, oiga. Campeonato de lo «güenos», que tiene má «igualdá» que ninguno. Tenemo lo mejore jugadore. Aprovechen hoy que mañana no ejtamo». Pero nada, que no hay manera. Los clientes pasan de largo y regatean siguiendo la consigna de «manzanas traigo». En la feria de esta Liga, los principales aspirantes a llevarse el título no se deciden a hacerse definitivamente con tan suculento botín y se ponen de acuerdo para pasar de todo en la misma jornada. Valiéndonos de los ripios navideños: pinchazo sobre pinchazo, y sobre pinchazo uno. Sí, sigue de líder el Atlético de Madrid a pesar de su derrota dominical ante el Levante en el Ciutat de Valencia. Por detrás sigue un Barcelona impotente e insolente, decidido a echar por tierra por sí mismo sus remotas opciones de llevarse a la boca el único torneo en el que mantiene alguna opción de campeonar; se comprobó este sábado al no ser capaces de pasar del empate ante un Getafe embargado por las urgencias clasificatorias. Y el tercero en discordia, tras su sorprendente empate del domingo en el Bernabéu contra un Valencia resacoso por el amago de juerga europea, sigue siendo el Real Madrid, bien es cierto que con un partido menos (el que disputará este miércoles contra el Valladolid en Zorrilla correspondiente a la jornada 34). A pesar de que los tres candidatos se empeñen en esquivar el trofeo, nosotros les recordamos cómo está la lucha liguera: el que mejor lo tiene es el Atlético (88 puntos) es el único que depende de sí mismo y con un empate y una victoria en los dos partidos que le quedan (Málaga en casa y Barcelona fuera) será campeón. El Barcelona (85 puntos) necesita un pinchazo del Madrid en los tres partidos que le quedan; si se produce, pasará a depender de sí mismo ganando al Elche fuera y al Atleti en el Camp Nou. Y el Real (83 puntos), con el encuentro de Zorrilla pendiente, deberá vencer este y los otros dos partidos que le quedan (Celta en Balaídos y Espanyol en el Bernabéu) para cantar el alirón. ¿Alguien da más?
La Champions vuelve a Bilbao
«Denok batera lortu dugu!» (Todos a una lo hemos conseguido). El lema de las camisetas que lucieron los futbolistas durante la celebración en Vallecas, resume la euforia de un equipo. No se hizo de rogar el Athletic para certificar su regreso a la máxima competición continental de clubes, a la primera fue la vencida. Bilbao volverá a ser una gran capital del fútbol europeo y la sinfonía de la Champions empezará a sonar en el nuevo San Mamés. La Catedral deberá vestir sus mejores galas para albergar a los mejores equipos europeos. Será espectacular ver este campo de cinco estrellas, ya completamente terminado, en una gran noche de Champions. Eso será en marzo de 2015. Hasta entonces, ningún bautismo mejor para este flamante coliseo que esta gran cita europea. Esta temporada no pudo ser, Bielsa no logró la gesta que sí consiguió Valverde y las obras de construcción de la gradería sureste han aconsejado esperar un tiempo. Pero la espera ha concluido, el Athletic goleó en Vallecas sobreponiéndose incluso a la lluvia de papeles y rollos de papel higiénico lanzados por los aficionados del Rayo Vallecano y a las avalanchas; su rugido atronará en Europa de aquí a unos pocos meses. Han pasado 16 años desde su última aparición en la Liga de Campeones y la eufórica celebración de los jugadores sobre el césped del estadio madrileño, en perfecta sintonía con sus 4.000 seguidores, vaticina momentos de gloria para este histórico de nuestro fútbol. De momento han culminado una temporada brillante.
El Submarino feliz
Avisábamos en la edición número 33 de este burladero sobre las bondades de Marcelino García Toral, el jefe de filas de una escuadra instalada en la felicidad. Porque después de lo vivido en este apasionante curso, el Villarreal dejará de ser conocido únicamente como el Submarino Amarillo y pasara a conocerse como el Submarino feliz. Tiene mucho mérito lo que ha conseguido este equipo, que ha pasado de competir en Segunda División hace menos de un año a ocupar una de las diez primeras posiciones de la clasificación, concretamente la séptima que concede un billete de honor para jugar en Europa la próxima temporada. Pero a pocos aficionados les cogerá por sorpresa esta nueva gesta de un conjunto entrenado por Marcelino. En 2008 ya clasificó para Europa al Racing de Santander y este año le ha tocado a un Villarreal que ha elevado el periscopio para sonreír con total merecimiento después de cumplir un nuevo sueño. El submarino castellonense ha navegado con singular destreza por las procelosas aguas de la liga española y han demostrado una capacidad de superación envidiable para reponerse del tropezón del pasado domingo en El Madrigal contra el Fútbol Club Barcelona, siendo capaces de dejar a cero al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, algo que no sucedía desde su derrota en Balaídos del pasado 29 de marzo, y tampoco dejaba escapar un solo punto de su estadio desde el empate a cero contra el Valencia del 16 de febrero. Ahí queda eso.
Osasuna llega al límite
Situación crítica en Pamplona. Se han activado todas las alarmas porque los rojillos han caído al descenso cuando solo quedan dos jornadas para terminar el campeonato. Alerta roja. Cunde el nerviosismo en la capital navarra porque, después de seis jornadas alejados del peligro, los hombres de Javi Gracia son terceros por la cola tras la derrota cosechada el sábado contra el Celta de Vigo en El Sadar. Los pupilos de Luis Enrique destaparon las miserias de un conjunto que lleva una preocupante dinámica irregular durante todo el curso y eso les ha llevado a llegar a afrontar el final del campeonato en una situación límite. Y ya no tienen margen de error posible. Tienen que ganar o ganar; primero, el próximo domingo, al Espanyol en el siempre complicado feudo de Cornellá El Prat, y en la última jornada convertir su estadio en una caldera que les lleve en volandas a superar a un Betis que llegará a Navarra completamente desahuciado. Aunque se vislumbra luz al final del túnel, las urgencias atenazan a un Osasuna que, no obstante, se puede aferrar a que sigue dependiendo de sí mismo para salir de la quema. El Almería-Granada de la próxima semana les imposibilita que los dos alcancen los 41 puntos, una cifra que sumarían los navarros en caso de ganar todo. Los aficionados más optimistas se remontan a la agónica salvación lograda contra todo un Real Madrid en la temporada 2008-09, con Camacho en el banquillo, para remontar el vuelo. El precedente más próximo, de la pasada campaña, cuando se salvaron en la penúltima jornada después de ganar 2-1 al Sevilla en el Reyno de Navarra, también alimenta el optimismo.
EL SACAPUNTAS
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¿Y si acabáis ganando la Liga?