Para terminar la Jornada 35, nos queda por disfrutar del Celta- Valladolid, con dos equipos que a principio de temporada partían con un claro objetivo, el cual no era otro más que la permanencia. A lo largo de la temporada, ambos equipos han ido jugando sus cartas, y de esta manera, nos encontramos ya en el último tramo de la temporada, y pese a que matemáticamente todavía no se ha conseguido, el Celta de Luís Enrique estará la próxima temporada en primera división. Sin embargo, el Valladolid tendrá que sudar mucho si la próxima campaña quiere seguir compitiendo en la primera división del fútbol español.
En lo referente a la alineación que ha sacado el Celta, Luis Enrique ha vuelto a realizar rotaciones en el interior izquierdo, posición que ningún jugador del equipo la tiene asegurada. En esta ocasión, ha decidido optar por Madinda jugador más físico para realizar una presión muy intensa pero sin la calidad y la buena llegada de Alex López, que a mí personalmente me parece mejor futbolista.
El partido comenzó con un ritmo muy intenso por parte del Valladolid, que trató de pillar al Celta despistado o en un descuido e inaugurar el marcador. En los primeros minutos apareció mucho más el equipo de Juan Ignacio Martínez, que con un Larsson con mucha movilidad, y Fausto Rossi muy intenso estaba generando superioridad en el centro del campo. La defensa del Celta estaba un tanto indecisa, inquieta, quizá por la alta presión que estaba realizando el Valladolid. Pero si algo le caracteriza al Celta este año, es su facilidad para que los hombres de arriba miren portería, y en una de las primeras jugadas del partido tras un saque de puerta Charles disparó una volea preciosa que se estrelló con el travesaño. El partido no tenía un dominador claro. Desde mi punto de vista, todo mejoró cuando Rafinha adelantó más su posición, lo que provocó que Madinda se preocupase más por tapar agujeros en el centro de campo, así como también Orellana dispuso de toda la banda izquierda para él. Este factor hizo que el equipo de Luis Enrique empezase a fabricar el fútbol que nos tiene acostumbrados. El primer gol llegó gracias a una buena contra del Celta, donde pasó del 0-1 a ponerse 1-0 en una gran galopada de Orellana que dejo a Nolito solo para que este solo tuviera que empujar el balón. Nada más volver a poner el balón a rodar un minuto después del gol de Nolito otra gran jugada de Orellana dejó a Charles solo para que ahora fuera el brasileño quien pusiese el 2-0 en el marcador.
La segunda parte que era cuando el Valladolid tenía que seguir insistiendo y tratar de meterse en el partido, no empezó de la mejor manera posible ya que una jugada buenísima por parte del Celta donde Madinda se vistió de Rafinha y con un taconazo asistió a Nolito que definió perfectamente. Como pasó en la primer tiempo en solo un minuto el celta volvió a marcar otro gol, esta vez en propia puerta, ya que Mitrovic despejó mal un centro de Madinda.
En este momento, nada más empezar la segunda parte el Valladolid no encontró la motivación para seguir jugando y peleando por el partido, exceptuando a Manucho que salió en el segundo tiempo y fue el único que mostró una actitud muy positiva. La segunda parte, ya con el ganador del partido decidido se desenvolvió con un rimo mucho más lento. Una de las imágenes del partido la dejó Berdich que cometió un error garrafal en defensa que casi cuesta que el Celta marcase el 5-0, lo que provocó que nada más ser sustituido comenzase a llorar totalmente desolado. Gracias a esta victoria el Celta continuará una temporada más en la primera división y el Valladolid, sin embargo, se complica mucho la vida.