La crónica de @vyktor1986
La suerte y la fe han conseguido mantener al Celta en Primera. La suerte por un lado, gracias a un calendario en el que sus últimos rivales no se jugaban prácticamente más que el orgullo y la fe, por otro lado, porque nada en esta salvación lograda es regalado y un gran equipo y una gran afición han luchado hasta el final por mantenerse y han obtenido una merecida recompensa.
Tal y como llevaban afirmando los jugadores celestes durante toda la semana, ellos fueron a jugar su partido y desde el principio, éste comenzó con un claro dominio vigués, acechando la meta defendida por Casilla desde el primer minuto. Este dominio no se reflejó en la parte de atrás del equipo, donde el Espanyol lograba causar peligro con bastante facilidad a una zaga que reflejaba un gran nerviosismo.
Este principio de partido tuvo dos claros protagonista por parte del Celta. Un Iago Aspas extramotivado y Krohn-Dehli, que ha resultado ser uno de los mejores fichajes en la Liga BBVA esta temporada. El propio jugador danés fue el mayor peligro en los primeros diez minutos y protagonizó tres llegadas peligrosas del equipo gallego.
En el minuto 15, el sueño de la permanencia empezaba a estar mucho más cerca. Iago Aspas conseguía desembarazarse de Colotto con una jugada magnífica por la parte izquierda y su centro raso al corazón del área del Espanyol fue rematado por Natxo Insa en una llegada espectacular, colando el balón por la misma escuadra de la portería de Casilla. Golazo vigués que llenaba de ilusión un estadio lleno a reventar, ya que en ese momento el Celta era de primera, más aún tras el gol de Griezmann al Deportivo, celebrado de manera espectacular por la grada.
A pesar de que el partido continúo por los mismos cauces, con un Celta dominador y buscando el segundo gol que diera la tranquilidad al equipo, el Espanyol continúo creando peligro en la meta viguesa. De hecho, en el minuto 25 Balaídos entero se quedó paralizado tras una doble ocasión de Verdú que el joven Rubén logró solventar, mostrando sus grandes virtudes. Poco después de esta ocasión, el susto volvió a la grada cuando una volea de Stuani desde dentro del área salió por muy poco por encima del larguero. Al Celta le estaban pasando factura los nervios de un partido en el que se jugaban toda la temporada.
Transcurrida la primera media hora, el balón continuaba siendo celeste, con un Augusto inconmensurable que mantenía vivo a un Celta que cada vez llegaba con menos peligro en esta primera parte. El Espanyol seguía creando peligro, pero siempre se estrellaba con un Rubén, que comenzaba a convertirse en el claro héroe del partido. El primer período concluyó con una ocasión para cada equipo. Álex López remató flojo de cabeza un centro de Krohn-Dehli y Víctor Sánchez dispuso de un disparo desde la frontal que el joven portero del Celta consiguió despejar.
Los primeros quince minutos de la segunda parte tuvieron un ritmo claramente más lento que el del primer período, pero un disparo de Sergio García pareció volver a activar el encuentro. De hecho, Iago Aspas dispuso de dos mano a mano frente a Casilla, consiguiendo éste último salvar a su equipo en ambas ocasiones de recibir el segundo gol. Iago Aspas era un quebradero de cabeza para un Espanyol que pasó a jugar con defensa de tres y demostró que su equipo le echó mucho de menos en los partidos que estuvo ausente por sanción.
Los últimos minutos de partido fueron de claro dominio catalán, pero sin crear ocasiones, a excepción de las jugadas a balón parado. El mayor peligro eran las contras viguesas, pero ninguna de ellas fueron concretadas por un equipo que empezaba a notar en exceso el cansancio en las piernas de sus jugadores.
Cuando el partido estaba concluyendo, Forlín veía la segunda amarilla y era expulsado. El encuentro llegaba a su final en una contra que, el goleador Natxo Insa no pudo concretar.
Cuando Mateu Lahoz pitó el final del partido, Balaídos explotó de jubiló y los aficionados protagonizaban una invasión de campo, lanzándose a abrazar y agradecer la salvación a sus jugadores. Una salvación de record, ya que el Celta ha sido el equipo que menos puntos ha necesitado para mantenerse, desde que se implantó los tres puntos por victoria en la Liga Española.
El Celta, Vigo y Balaídos son de primera, algo que parecía impensable hace dos jornadas, puesto que es el primer colista en la jornada antepenúltima que logra salvarse al final de la temporada. La Rianxeira es de Primera.