No pudo ser. Igual que hace dos años, el Deportivo perdió su plaza en la élite del fútbol español en Riazor, tras caer derrotado por equipo Champions.
Se presentaban los gallegos como el único de los implicados en el descenso que dependía de sí mismo, con el condicionante de que también era el único que enfrente tenía a un conjunto que se jugaba sus habichuelas. La Real Sociedad tenía que ganar y esperar que el Valencia no lo hiciera en Sevilla. Con polémica incluida, los ches cayeron en Nervión, lo que unido a la victoria realista, coloca a los vascos en el camino de la máxima competición continental –previo paso por la ronda eliminatoria-.
Por tanto, nos encontrábamos ante un choque a vida o muerte en el que uno de los dos –sino los dos- podían quedarse sin premio según los resultados que se diesen. Ante esta tesitura, la mayúscula afición del Deportivo dio el plus de aliento necesario. Los deportivistas invadieron las calles durante todo el día, prepararon un gran recibimiento al equipo y llenaron Riazor. No pararon de animar desde el minuto 1 hasta el final del choque, a pesar de que el equipo estuvo virtualmente descendido a partir del minuto quince –cuando Insa marcó en Vigo el gol que otorgaba al Celta la salvación-.
El partido comenzó con mucha tensión, pero diferente a lo previsto, con un Dépor que llevaba la iniciativa y una Real que esperaba atrás para salir a la contra. Fue así como llegó el único tanto del partido. Agirretxe recibió en carrera para encarar a una defensa escasa de efectivos y tras un par de recortes, chutó con la izquierda. Aranzubía solo pudo rechazar el cuero, que cayó a pies de Griezmann para que, con suspense, pusiese el 0-1 en el electrónico.
El gol ponía en una situación comprometida al Dépor, necesitado de dos tantos para lograr la permanencia. Quedaban 70 minutos, un mundo, pero los gallegos se echaron arriba y lo pudieron pagar caro, cuando el árbitro anuló un gol ilegal, otra vez de Griezmann, por fuera de juego tras un paradón antológico de Aranzubía a un disparo de Vela que se envenenó. Pudo ser el canto del cisne para los coruñeses, que apenas inquietaron en la primera mitad a Claudio Bravo con un par de disparos demasiado fáciles para el chileno.
Todo cambiaría en la segunda mitad. El Dépor se dedicó a provocar un acoso y derribo durante los cerca de 50 minutos que duró el periodo aunque, finalmente, no obtendría fruto alguno. Salomao entraba por un Bruno Gama ligeramente tocado. El zurdo fue el jugador más incisivo de los suyos tras la reanudación.
Comenzó el Deportivo su toque de corneta con un disparo en semifallo de Valerón desde fuera del área. A esta ocasión se le sucedieron otras mucho más claras, casi todas gracias a centros laterales. Una de las más claras la tuvo el Dépor en un envío de Riki para el recién ingresado Nelson que un defensor realista interceptó estrellando el esférico en la madera.
Con poco fútbol pero muchas llegadas, los blanquiazules siguieron inquietando la meta de Bravo. Un error del propio portero iba a dejarle el balón en bandeja a Salomao que no logró remachar entre los tres palos de cabeza cuando A Coruña cantaba el gol.
Poco a poco, se agotaba el tiempo para los gallegos, que tuvieron una triple opción en una jugada que Salomao acabó chutando, Bravo despejó, Riki remató a los pies del chileno y Abel Aguilar acabó enviando al larguero de cabeza. Era el segundo palo de la noche. Como hace dos años contra el Valencia, la pelota no quiso entrar. Todavía hubo tiempo para que Markel Bergara acabase viendo los últimos minutos desde la caseta, tras ser expulsado por ver la segunda cartulina amarilla por una entrada sobre Riki. El Dépor, apoyado por su hinchada, que nunca se rindió, lo siguió intentando, ya sin apenas tiempo para lograr la machada de dos tantos.
Con el pitido final, la desolación invadió Riazor. No pudo haber una despedida más triste para Valerón, una institución que deja el Deportivo tras no poder lograr la salvación. Una salvación que sí mereció su hinchada, ejemplo de empuje desde hace algún tiempo. El Dépor lo tuvo en su mano, dependía de sí mismo, pero igual que hizo en partidos clave como el de Valladolid o Málaga, falló. Fernando Vázquez no pudo hacer el más difícil todavía. Logró sacar al equipo del pozo, pero finalmente no pudo evitar la tragedia. El Deportivo vuelve a Segunda División, una categoría que se le queda pequeña, con muchas incertidumbres en el horizonte.
Ficha técnica
0-Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Aythami (Nélson Oliveira, min.56), Zé Castro, Sílvio; Abel Aguilar, Juan Domínguez; Bruno Gama (Salomao, min.46), Valerón, Pizzi; y Riki.
1- Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Íñigo Martínez, Mikel, De la Bella; Illarramendi (‘Chory’ Castro, min.79), Bergara, Xabi Prieto (Ansotegi, min.86); Vela (Zurutuza, min.70), Agirretxe y Griezmann.
Goles: 0-1, min.22: Griezmann.
Árbitro: Fernández Borbalán, del colegio andaluz. Expulsó por doble amarilla a Markel Bergara (min.84), de la Real Sociedad. Mostró amarilla a sus compañeros Zurutuza (min.82) y Griezmann (min.89) ; y a Sílvio (min.38), Aythami (min.41), Bruno Gama (min.67), Dani Aranzubia (min.81), Abel Aguilar (min.86), Nélson OIiveira (min.89) y Riki (min.91), por parte del Deportivo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Riazor, que completó aforo (34.600 espectadores) con cerca de mil aficionados de la Real Sociedad.