Partido vibrante el disputado en la noche de ayer en el feudo herculino. Derbi gallego por todo lo alto con los dos equipos gallegos rindiendo por encima de sus aspiraciones propuestas al inicio de la presente campaña.
Llegaban los dos equipos tras el parón con sensaciones raras. El Deportivo venía de ceder un empate en el Ciudad de Valencia y el Celta después de encajar una abultada derrota en casa ante el cuadro de Nuno. Los onces, uno de cada. El de Berizzo, el de gala, contando con la baja de Gustavo Cabral en el centro de la zaga y con Wass, Pablo Hernández y Augusto en la sala de máquinas, y arriba con el famoso tridente en estado de gracia.
Por su parte, Víctor Sánchez le dio otra vuelta de tuerca a su once. Juanfran en el lateral, Bergantiños supliendo al lesionado Borges, Cani por delante de Juanfran, Luisinho por delante de Navarro y Jonathan formando pareja de ataque con Lucas. La mayor sorpresa fue la ausencia del reciente internacional marroquí Fayçal Fajr, que no formó parte de los titulares de ayer después de haberlo jugado casi todo anteriormente.
El partido comenzó con el tanteo de rigor de ambos equipos, aunque pronto podríamos ver que el cuadro blanquiazul no saldría agazapado como en los anteriores partidos en casa. Avisó Lucas en una acción que se encontraba en fuera de juego, y minutos después con un desmarque a la espalda de la defensa olívica en donde buscó a su socio en ataque Jona, pero estos no se entendieron en el desmarque final. La tuvo también el Celta en las botas de Nolito tras un error garrafal de Arribas. Pero su intento de vaselina lo atajó Lux.
Corría el minuto 23 cuándo apareció Cani. Filtró un pase a la espalda de la defensa buscando el desmarque de Álex Bergantiños, este llegó forzado y no fue capaz de controlar el balón ante la salida de Sergio, pero ahí es donde apareció la pillería de Lucas, que se benefició de ese balón y lo introdujo en las mallas. Se adelantaban los coruñeses. Lo peor vendría cuando en la jugada siguiente, Fernando Navarro pecaría de ingenuo tras cometer un penalti claro sobre Iago Aspas. El encargado de ejecutarlo fue Nolito. Y cuando en Riazor se veía ya el empate del eterno rival apareció Germán Lux. Adivinó la trayectoria del esférico y evitó la igualada. El Celta comenzó a echarse arriba, pero el Dépor, lejos de encerrarse con el marcador a favor, buscó siempre hacer daño con balones en largo a sus rápidos delanteros.
La segunda parte comenzó igual que había acabado la primera. El Celta buscaba dominar, pero cada vez que el balón se dirigía a los hombres determinantes de arriba, aparecía siempre uno de los defensas blanquiazules para adelantarse. Pasaban los minutos y Berizzo dio entrada a Guidetti situando así a Orellana en el enganche. El cuadro vigués seguía sin dar señales de peligro aparente, y el Dépor movió ficha quitando a los jugadores más cansados (Cani, Jona y Juanfran) y metiendo a otros con gran espíritu de trabajo (Fayçal, Laure y Jonás)
Ya en los minutos finales, un balón al palo de Juanfran estuvo a punto de sentenciar el partido, pero sería Jonny en propia puerta, con el Celta totalmente volcado el que sentenciaría el partido en una cesión a su guardameta.
El derbi gallego se queda en casa. Tres puntos de autoridad, que dan muchísima confianza a los pupilos de Victor ya que acumulaban una importante racha de partidos sin conocer la victoria. Por otra parte, el Celta tendrá que reponerse, ya que acumula dos derrotas consecutivas.
Deportivo: Lux, Juanfran (Jonás Gutiérrez, min. 80), Arribas, Sidnei, Fernando Navarro, Cani (Fajr, min. 67), Álex Bergantiños, Pedro Mosquera, Luisinho, Jonathan Rodríguez (Laure, min. 75) y Lucas Pérez.
Celta de Vigo: Sergio; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Fontás (Planas, min. 60), Jonny; Augusto, Wass, Pablo Hernández (Guidetti, min. 85); Orellana, Iago Aspas y Nolito.
Goles: 1-0. Lucas Pérez, min. 23. 2-0, Jonny, pp., min. 90+3.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Lucas, Lux, Mosquera, Juanfran y Luisinho por el bando local y a Jonny y Pablo Hernández por el bando visitante.
Partido correspondiente a la 12.ª jornada de la Liga BBVA en Riazor ante unos 30.000 espectadores aproximadamente.
Xacobe Vázquez Morandeira