El pelotón no considera que un final en alto en un puerto de primera sea suficiente para tocar a zafarrancho de combate y permite que el lituano del Garmin encuentre la gloria siendo el más fuerte de los 19 fugados
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
La undécima etapa del Giro de Italia encumbró a un gregario de lujo llamado a convertirse en un ciclista de postín, el lituano del Garmin de 25 años Ramunas Narvadauskas que poco a poco va demostrando por qué y como llegó a conquistra la Lieja sub 23 hace unos años. Fueron 182 kilómetros de una etapa considerada de media montaña, con un puerto de segunda categoría a 60 kilómetros de meta y un puerto de primera como final de alto, el Vajont, que era más bien una tachuela tendida levemente y que los gallitos de la general optaron por no acometerlo con ganas, sino más bien con el chip de horario de oficina: presentarse, cumplir y a otra cosa.
Únicamente un zarpazo de Intxausti (Movistar) ofreció un poco de pimienta a la parte final, pero el Astaná y Nibali contolaron la carrera con una autoridad y suficiencia alarmantes. Apenas se denota algún ciclista capaz de toser la victoria final de Vincenzo en la corsa rosa, que ejerce de capo a la espera de la dureza de la semana final. Con Evans (BMC) a escasos 40 segundos, y la dupla del Sky Urán y Wiggins a un par de minutos, solamente Gesink (Blanco) o Scarponi (Lampre) contemplan la terna de candidatos a discutirle a Nibali (Astaná) su primer Giro. Porque Intxausti (Movistar) y Samuel Sánchez (Euskaltel) parece que ya llevan demasiado tiempo perdido, que no obstante puede ser toda una ventaja para fugas consentidas.
Los osados de la jornada fueron 19 corredores que conformaron la fuga clave y de los que saltaba en el descenso del primer puerto el alemán Gretsch (Argos) en un órdago que le saldría rana en la última subida, cuando el italiano Oss (BMC) y el lituano Navardauskas (Garmin) demostraban ser los más fuertes del día, dejando rápidamente de rueda al alemán. Sabedor de la punta de velocidad del italiano, Ramunas imprimió un ritmo asfixiante que lo llevaría a su segunda victoria del año, tras una reciente victoria en el Tour de Romandia de hace unas semanas que refleja su óptimo estado de forma.
Mañana se disputará la 12º etapa entre Longarone y Treviso, jornada llana de 127 kilómetros apto para los sprinters y fugas para rodadores potentes. La noticia fea del día fue la descalificación de la carrera italiana por un presunto positivo del francés Sylvain Georges (AG2R) por valores anómalos detectados tras la décima etapa, bomba al que acompañó la confirmación de la UCI que también se suspendía temporalmente al venezolano Miguel Ubeto (Lampre), que en su primer equipo grande en Europa tras foguearse en su continente, dio positivo el pasado 16 de abril en un control sorpresa.