Por Miguel A. Rodríguez (@MiguelARodri)
La primera semana de Giro ha servido para eliminar a uno de los grandes favoritos (y seguro que animadores) de la ‘corsa’ rosa: Joaquim Rodríguez. El catalán del Katusha fue uno de los grandes perjudicados de la caída que se produjo el jueves en una rotonda a 10 kilómetros de la meta de Montecassino, y que dejó a Purito con una fractura de costilla y otra en un dedo, además de múltiples magulladuras. Aun así, Joaquim fue capaz de terminar la carrera pese a sus dolores y heridas, a más de siete minutos del grupo cabecero, en el que el BMC de Cadel Evans tiró (se puede discutir su deportividad o o aceptarlo como un elemento del deporte) para eliminarle. Obligado a abandonar, Joaquim Rodríguez reveló que llegó al Giro con otras dos costillas rotas (admirable el esfuerzo de estos corredores), fruto de su caída en la Amstel Gold Race. Total, que un ciclista que suele evitar las caídas termina por culpa de ellas sin poder pelear por sus objetivos de la primera parte de la temporada: las clásicas de primavera y el Giro. Más graves todavía fueron las consecuencias de la caída de su compañero Ángel Vicioso. El veteranísimo aragonés, de 37 años, puso fin a la ronda italiana y a su dilatada carrera deportiva al sufrir una triple fractura en el fémur en el mismo accidente. Por méritos, debería quedar como líder del Katusha Dani Moreno, pero el madrileño ya está lejos de los mejores de la general y deberá buscar triunfos parciales en este nuevo Giro que comienza ahora para un mermadísimo equipo ruso, que también perdió a Caruso. Una pena para el espectáculo, como el abandono previo de Dan Martin.
Por lo demás, el abandono de Marcel Kittel, con dos triunfos en el zurrón, ha permitido al resto de velocistas tener opciones de triunfo, y lo han saboreado Matthews y Bouhanni (ambos ya suman dos), además de Ulissi. Viviani sigue sin mojar pese al gran nivel mostrado en Turquía. Matthews, australiano del Orica-GreenEdge, se mantiene vestido con la ‘maglia’ rosa, aunque a buen seguro la cederá cuando llegue la montaña de verdad. La de estos días ha sido una montaña de toma de contacto, que ha servido para que el veterano Cadel Evans, de 37 años, se coloque como el mejor de los favoritos, por delante de Rigoberto Urán (Omega), y con Nairo Quintana (Movistar) agazapado a la espera de las cumbres. Su momento puede llegar ya mañana, con la llegada de los Apeninos, en una jornada con un puerto de segunda categoría y dos de primera, uno de ellos como meta de la etapa. Allí se podrá empezar a vislumbrar quién ha llegado a Italia a luchar por el triunfo final. Allí se echará de menos a Purito.