Por José Antonio Rivero Seguir a @joseantonrivero
Duelo andaluz en el que el Betis ha caído 1-0 en el Nuevo Los Cármenes. Imagen pobre de los sevillanos ante un Granada con oficio.
El conjunto bético parece que no da para más. Hoy Calderón volvió a poner una línea defensiva formada por cinco hombres, renunciando así al centro del campo. A pesar de que el equipo sevillano salía con mentalidad defensiva, tanto los tres centrales como los dos carrileros, Juan Carlos y Juanfran, se vieron superados por el ataque nazarí. Al Granada se le veían unas limitaciones bastante evidentes, sobre todo debidas a la baja por acumulación de tarjetas del chileno Iturra. Aún así, no se defiende mejor por poner a más defensas sobre el campo es lo que debió pensar Calderón al final del partido.
El desajuste bético es total, no solo la defensa está en horas bajas. El ataque sevillano tampoco encontró su mejor fútbol, y eso que Rubén Castro y Jorge Molina, dos delanteros experimentados, tenían enfrente a unos centrales bastante jóvenes e inexpertos, como eran Murillo e Ilori.
El gol del Granada fue consecuencia del desajuste del bloque bético. Un balón largo de uno de los centrales nazaríes fue controlado magistralmente en carrera por Piti, que disparó acertadamente a la portería defendida por Adán. Con un simple pase de 50 metros se vino abajo todo el entramado defensivo que Calderón había pensado para dejar su portería a cero. Al Betis se le ponía el partido cuesta arriba a la media hora de juego. La única ocasión clara que tuvo el Betis en la primera parte fue un balón que Jorge Molina tocó tras un lanzamiento de falta de Verdú.
En la segunda parte todo cambió. Calderón agotó los tres cambios intentando darle la vuelta al partido. Entraron Baptistao, Salva Sevilla y Nosa, buscando el gol de manera desesperada. A partir del minuto 70 el Betis iba a lo loco a por el gol, y las prisas nunca son buenas. Al Granada le entraron las dudas, sabedor de lo importante que era conseguir los tres puntos hoy. Se le iban a complicar más las cosas a Lucas Alcaraz cuando, en el minuto 79, «Dani» Benítez hizo una entrada a destiempo e innecesaria que le costó la tarjeta roja, y que dejó a su equipo con 10 los últimos minutos de partido. El Betis empezó a llegar con peligro y fue Baptistao quien tuvo la ocasión más clara. Salva Sevilla conecta con Rubén Castro quien manda un balón perfecto a Baptistao que, tras un recorte, se planta delante de Roberto y dispara. Cuando el gol parecía cantado el meta nazarí rectificó y sacó una mano prodigiosa que evitaba el empate.
A partir de ahí, el Betis estuvo colgando balones al área del Granada sin obtener ningún resultado, presa de los nervios y sus urgencias. En el descuento, y para evitar un contraataque, Amaya hizo una falta por la que vio la segunda tarjeta amarilla y, por consiguiente, la cartulina roja, lo que hace que se pierda el próximo partido ante el Athletic Club. El Betis tiene cada vez más complicada la salvación, de momento se sitúan a 10 puntos de la misma y el tiempo de reacción es ya mínimo.