La Real visita Cornellá-El Prat, un campo de lo que ahora mismo es su Liga, la de los equipos que están por encima del descenso, en el que no ha perdido en las últimas tres temporadas y ante un equipo que concede y marca goles a un ritmo muy parecido al del equipo txuri urdin. Tras el buen partido ante el Valencia, se dan las condiciones para que la Real despegue por fin en esta temporada, para que lo haga como visitante (condición en la que no ha logrado ninguna victoria todavía) y así empiece a olvidar el nefasto comienzo de la temporada. La victoria es importante por muchos motivos. Primero, sería un espaldarazo en lo anímico, porque el equipo vende confianza en el juego y está a la espera de resultados. Después, porque evitaría que la clasificación comenzara a ahogar, dada la cercanía actual a los puestos de descenso. Y finalmente porque ayudaría mucho a que el parón, ya que no hay Liga la próxima semana, sirviera para mejorar y no para lamentar. Pero para eso es imprescindible una victoria.
Las cuatro bajas que tiene Jagoba Arrasate para este partido ya se podían anticipar antes del último entrenamiento y así lo hizo el técnico en la habitual rueda de prensa. Rulli, Elustondo, Carlos Martínez y Yuri son los ocupantes de la enfermería, y en principio sólo el primero seguirá ahí con seguridad tras el parón. Con esas cuatro ausencias, sólo había que decidir un descarte y ese fue, como era más que previsible, Dani Estrada, lo que supone que de nuevo no habrá ningún lateral en el banquillo. La única novedad, por tanto, es la entrada de Ansotegi para cubrir la ausencia de Elustondo, que fue titular en la pasada jornada. Durante la semana, el jugador que ha estado entre algodones ha sido Carlos Vela por un golpe que recibió ante el Valencia, algo que vino a confirmar que, a pesar de haber jugado menos en este comienzo de temporada por la fascitis plantar que sufrió, esta Liga volverá a tener al mexicano entre los jugadores que más faltas recibe.
Los locales empezaron con más fuerza y cuando apenas se llevaban 7 minutos de partido se adelantaron en el marcador en el primer acercamiento peligroso del encuentro. Una gran arrancada de Sergio García en la banda izquierda, que dejó atrás a Mikel González propició un gran pase al área que no conectó con Caicedo pero si con Lucas Vázquez. El ex del Castilla controló en el área y batió a Zubikarai con un colocado disparo con la pierna derecha.
Los visitantes no dieron cierta sensación de peligro hasta la media hora de juego, donde tras la primera combinación de sus hombres de ataque, Agirretxe pudo rematar con un tímido disparo que detuvo Casilla. El Espanyol mantuvo la ventaja hasta el descanso pero en el inicio de la segunda mitad el partido cambió de tónica. La Real Sociedad salió con una actitud más ambiciosa y sus hombres de ataque comenzaron a aparecer. Agirretxe y Vela obligaron a intervenir a Kiko Casilla en un par de ocasiones pero las llegadas de los donostiarras no eran suficientemente claras como para inquietar a una segura zaga perica.
En el último cuarto de hora de juego, el espeso juego de ataque de los donostiarras acabó por colgar balones al área para buscar a Agirretxe y el recién entrado Finnbogasson pero Colotto y Álvaro González se mostraron muy contundentes. Los realistas recurrían a disparos lejanos para crear peligro pero solo un zurdazo de Gaztañaga desde fuera del área y que se fue fuera por poco asustó a la afición perica. Dos hombres de refresco del Espanyol, Paco Montañés y Stuani, gestaron la sentencia del partido en el descuento tras un buen contraataque a pase con el exterior del primero que finalizó el uruguayo a placer. Con ese tanto se llegó al final de un partido que ganó el que más lo mereció.