Marcó el gol de la victoria en Valdebebas y el Sporting alcanza el liderato de la categoría, a la espera del resultado del Deportivo contra Las Palmas en Riazor
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Stefan Scepovic nunca llama tres veces. En Barcelona, su providencial gol a dos minutos del final no pudo decidir por un golazo de Edu Bedia en el último suspiro; en Tenerife desperdició la opción de desequilibrar en los instantes finales; pero en Valdebebas no perdonó. Volvió a aparecer el factor Scepovic, el máximo goleador de la Liga Adelante, el líder de un Sporting de Gijón que se acuesta primero este sábado a la espera del resultado del Deportivo-Las Palmas. Independientemente de que los rojiblancos acaben la jornada en tan privilegiada posición, es incuestionable que este serbio nacido en Belgrado es la indiscutible referencia del Sporting y la revelación de la temporada en Segunda División. Debería tenerlo en cuenta José Ramón Sandoval a la hora de plantear los partidos y no escorar en la banda a este sabueso del gol que donde se maneja con singular destreza es dentro del área. Ahí decide este pánzer que, con 16 goles, tiene mucha culpa de que su equipo haya ocupado puestos de ascenso en 17 de las 22 jornadas disputadas, a base de decidir partidos tan importantes como el de esta jornada contra el filial del Real Madrid.
Asumido que los goles de Scepovic son una bendita costumbre (lleva 16 en 20 partidos, tantos como puntos lleva el Sporting fuera de casa, y eso que se ha perdido dos encuentros por sus compromisos con Serbia), lo más importante es que se ha vuelto a ganar a domicilio, aprobando una asignatura pendiente desde la victoria conseguida el 7 de diciembre en el Rico Pérez de Alicante. Una merecida alegría para los trescientos seguidores rojiblancos que se sobrepusieron al frío, a la lluvia y a las más variopintas inclemencias para arropar a su equipo en las gradas del Alfredo di Stefano. La Mareona se hizo oir en Valdebebas demostrando que ni el general invierno es capaz de doblegar su incontenible fe. A esta excepcional afición se le debería brindar esta temporada un ascenso que el Sporting necesita tanto o más que el logrado en 2008. Han sucedido tantas cosas en los últimos años que el regreso a Primera División prácticamente es obligatorio.
Hay equipo para creer en el ascenso. Aunque el juego no resulte todo lo ortodoxo y vistoso que desearían los paladares futbolísticos más exigentes, Sandoval tiene muchos mimbres en su plantilla para que su equipo cotice al alza. Se comprobó en Valdebebas en una situación de emergencia por la lesión de Álex Barrera; su lugar lo ocupó Carlos Carmona, que aprovechó al máximo esta oportunidad marcando el primero de la tarde y botando la falta de la que nació el segundo gol. Salió y besó el santo el balear, demostrando que este equipo tiene el santo de cara y le basta muy poco para ganar. Entre el acierto serbio, las providenciales aportaciones de Carmona y el timón manejado por Sergio y Cases, el Sporting desprende sensaciones infinitamente mejores que la pasada temporada y es un equipo más asentado, capaz de desenvolverse bien en los más diversos escenarios y ante rivales tan correosos como el Castilla. Guiado por la batuta futbolística de José Rodríguez, el filial blanco vendió muy cara su derrota y solo pagó su alarmante falta de pegada.
Un duro Castilla
En un campo muy rápido, regado por la gran cantidad de agua que no dejó de caer en la capital de España en las últimas horas, al Sporting le costó asumir el mando, aunque suya fue la primera aproximación con cierto peligro gracias a una llegada de Barrera por la derecha que, sin embargo, el árbitro invalidó señalando un inexistente fuera de juego anulado por Cabrera. Poco a poco, el Sporting se sintió más cómodo sobre el terreno de juego y llegaron las aproximaciones a la portería de Pacheco, la mayoría guiadas por Scepovic. Arreciaba la lluvia en Valdebebas formando una cortina y una capa húmeda en el césped que dificultaba notablemente el juego creativo de ambos equipos. El Castilla se movía con notable comodidad sobre este empapado escenario y dominó la posesión hasta crear ocasiones como un disparo muy cruzado por Borja. Pero la mejor oportunidad la tuvo el Sporting en una endiablada arrancada de Santi Jara por la izquierda, totalmente solo y a campo abierto, llegó al área madridista, recortó a Cabrera y estrelló el balón en el cuerpo de Pacheco. Se empachó de balón el manchego, que no vio a Lekic totalmente solo a su derecha.
Una vez más, las patadas y el juego duro volvieron a ser inmisericordes con Álex Barrera, que se tuvo que retirar lesionado al paso por la primera media hora a causa de una dura entrada de Cabrera, dejando su lugar a Carlos Carmona. Escenario ideal para que el Castilla se viniera arriba y De Tomás tuviera una clara ocasión que Cuéllar desbarató. La lesión de Barrera y los contragolpes del Castilla no doblegaron al Sporting que, en su siguiente aproximación, se puso por delante en el marcador. Precisamente marcó el sustituto de Álex Barrera, Carmona, que hizo diana con un disparo raso desde la frontal entre una nube de piernas merengues y sportinguistas. El mallorquín, que llegó a Gijón procedente del Barcelona B, marcó su tercer gol en lo que va de curso; curiosamente, sus tres tantos llegaron a domicilio ante Ponferradina, Córdoba y Castilla.
Los balones colgados al área resultaron una de las armas más utilizadas por los madridistas para hacer daño a la defensa del Sporting, pero fue un jugadón de José Rodríguez, el diamante de Valdebebas preferido por Jose Mourinho, el que sirvió para igualar la contienda. Una genial galopada del canterano, que se fue de Sergio, Cases, Mandi y cuantos rivales salieron a su paso hasta batir a Cuéllar con un gran disparo por la escuadra. Otra vez el mazazo del gol en contra y de nuevo tocó remar contra la corriente. Los daños incluso pudieron ser mayores si Lucas llega a materalizar la gran ocasión de la que dispuso en boca de gol y que se perdió a un milímetro del palo izquierdo de Pichu. Siguió asediando el Castilla y, a balón parado, un ajustado lanzamiento de José Rodríguez obligó a Cuéllar a lucirse. Pero la entrada de Lora por Santi Jara aposentó el juego del Sporting, de tal manera que el mostoleño casi desequilibra la balanza con un cabezazo que rozó el arco de Pacheco.
Al final, decidió el de siempre. A balón parado, a la salida de una falta botada por Carmona, apareció Scepovic para marcar el gol de la victoria. Se desató la euforia entre los sportinguistas que aportaban color y sonido a las gradas del Alfredo di Stefano que, al mismo tiempo, reivindicaron la presencia del serbio en el área y no recostado en la banda. Una justa reivindicación visto lo visto durante esta campaña y que convendría que la tuviera en cuenta José Ramón Sandoval para evitar en lo sucesivo la desagradable sensación de ir a remolque en el marcador. Para empezar, en la matinal del próximo domingo en El Molinón, el Sporting y el técnico de Humanes tendrán una prueba de fuego contra un rival directo, el Recreativo de Huelva de Sergi Barjuan.
LA FICHA TÉCNICA
Castilla: Pacheco; Quini, Cabrera, Derik, Casado (Aguza, minuto 84); José Rodríguez, Mascarell; Lucas, Borja, Jaime (Burgui, minuto 76); y Raúl de Tomás (Mariano, minuto 65).
Sporting: Cuéllar; Luis Hernández, Iván Hernandez, Mandi, Canella; Jara (Lora, minuto 63), Sergio, Cases, Barrera (Carmona, minuto 31); Scepovic y Lekic (Casquero, minuto 81).
Goles
0-1: minuto 34, Carmona.
1-1: minuto 55, José Rodríguez.
1-2: minuto 78, Scepovic.
Árbitro: Santiago Jaime Latre (Comité Aragonés). Mostró tarjetas amarillas a Casado (28′) y Borja (57′), del Castilla, y a Canella (54′), Carmona (67′), Iván Hernández (68′), Cases (85′) y Lora (87′), del Sporting.
Incidencias: Estadio Alfredo Si Stéfano. Unos 4.049 espectadores, con más de trescientos aficionados del Sporting. Terreno de juego muy rápido y húmedo. Tarde fría, con lluvia y viento y cuatro grados al principio del partido.