Los hombres de Ancelotti obtienen la victoria ante el Villarreal con momentos de apuros y de buen fútbol. Bale volvió a tirar de la manta exponiendo sus virtudes de cara al gol. La ausencia de CR7 en el terreno de juego a penas se notó.En la zaga blanca Luka Modric fue quien impuso el ritmo del encuentro por parte de los blancos, mientras que los submarinos una vez más pudieron presumir de centro del campo. Sin embargo cuando se habla de la delantera no hay color.
El Madrid comenzó el partido con Bale en el once inicial y jugando de lateral derecho, donde mostró su inmensa calidad y potencial. El gales se desmarco de sus rivales como una gacela cuando es perseguida. Bale conjunto con Bruno fueron los más destacados de la primera mitad pero fue el lateral zurdo blanco quien deslumbro por aprovechar un error de Dorado para robarle el balón en una buena presión en el área hostil y batir a Asenjo con una pequeña vaselina. Al poco tiempo, el Gales volvió hacer daño en la defensa amarilla introduciendose como lateral cerrado, realizando un pase a Benzema, el cual acabó en el primer palo. El central croata, Modric, obteniendo una gran visualización del juego, vio que por la banda izquierda hacia daño a sus contrincantes, por lo cual casi todas las jugadas de ataques nacidas en sus pies fueron dirigidas hacia la posición del gales. Sin ninguna duda, Bale estuvo cómodo en la primera mitad, obteniendo muchos espacios para participar en el juego.
El Villarreal hasta el momento mostró en el Bernabéu sus cualidades y a lo que iban, a jugar, a tratar de tu a tu a los blancos. Los submarinos tiraron de artillería joven, sacando a jóvenes centrocampistas que dieron la talla ante un rival difícil. Los de Marcelino presionaron hasta con dos líneas en territorio hostil, agrupandose alrededor de la figura de Bruno, pero tuvieron alguna que otra debilidad en el remate. No obstante, Mario recortó distancias en el marcador con un trallazo por la escuadra sacudiendo las redes de la portería de Diego López. El esférico de Mario provoco incertidumbre en las gradas blancas y también en el terreno de juego, donde el Madrid no actuó con la intensidad a la cual nos demostro en el anterior partido de copa ante el At. Madrid. La sensación que transmitía en ese momento el encuentro fue que en cualquier momento el Villarreal podía poner entre la espada y la pared a los hombres de Ancelotti.
Los de Marcelino bajaron el rendimiento en la segunda parte, dejando vía libre a los blancos, los cuales ante esta situación se desenvuelven como peces en el agua. En ese bajón se demostró la falta de pegada en los amarillos que por parte de los blancos no pueden decir lo mismo teniendo el ascenso del canterano Jesé en su equipo. El canario, muy discreto en el primer acto, volvió hacerse notar en el terreno de juego fulminando una jugada entre Benzema y Di María de forma rápida y letal.
El Madrid término el encuentro con Xabi Alonso y Modric en el centro del campo, creando un nuevo recital. El croata fue quien llevo la batuta durante todo el encuentro dándole el ritmo que requería el juego.El centrocampista se ha metido a la afición del Bernabéu en un bolsillo, y no es para menos, es un jugador que ha ido de menos a más desde que llegó en la temporada pasada, hasta convertirse en unos de los pilares más importantes del equipo. El segundo gol de los submarinos marcado por Giovanni Dos Santos no creo ninguna inquietud debido al buen fútbol creado por el centro del campo de la zaga blanca. Jesé culmino el encuentro iniciando una jugada en la cual dio su asistencia al delantero francés para que este acabará con doblete en el encuentro.
La victoria del equipo de Ancelotti en el Bernabéu no fue fácil, obtuvieron alguna que otra laguna en el juego, perdiendo intensidad pero destacando el contraataque que es una de las características principales de este equipo. Por la parte del Villarreal, a pesar de la derrota, se marcharon con la cabeza bien alta por el buen planteamiento de juego impuesto ante el Real Madrid.