El Sevilla de Unai Emery no deja de sumar de tres en tres y se mantiene en el pulso por los puestos altos de la clasificación. Una nueva victoria en su feudo por 2-0 ante un Málaga, que no mostró la imagen a la que nos tiene acostumbrados en esta temporada, lo convierten en el mejor Sevilla de la historia.
Lo de este Sevilla no es casualidad. Se van diez, y vienen diez cada año, para seguir peleando por lo máximo, vivo en tres competiciones y luchando contra todos los elementos. Aquel Sevilla de los títulos, el de Juande Ramos, Poulsen, Luis Fabiano, Kanouté, Escudé, Renato, Alves, Adriano y un largo etcétera, ya no es el mejor Sevilla de la historia en una primera vuelta. Ahora lo es el actual, y curiosamente sin opción alguna a pelear la liga como la peleó aquel año hasta la última jornada. En una liga a 100 puntos, el objetivo del Sevilla es pelearle al Valencia la plaza que da acceso a la previa de Liga de Campeones, y de momento el Sevilla aventaja a los valencianistas en un punto. Hoy visitaba el Sánchez-Pizjuán, único estadio invicto esta temporada, la bestia negra de los de Nervión. Solo tres victorias locales en los últimos veinte años ante el Málaga CF. Partido difícil y necesario de ganar. Un muy buen Málaga se pondría a dos puntos de los sevillistas en caso contrario y las victorias de Valencia y Villarreal volverían a apretar la zona Champions. Y el Sevilla ganó y convenció.
Muchas bajas en ambos equipos. Pareja, Tremoulinas, M’Bia, Welligton, Sergio Sánchez o Camacho eran algunas de la más notables. Emery tiene más en la reserva y se supo recomponer mejor que Javi Gracia. El Málaga se vio desbordado en todo momento, del minuto 1 al 90 y no tuvo opciones de inquietar la portería sevillista, salvo en un disparo de Duda tras un regalo de Banega en un pase atrás fallido. Ahí se acabó el Málaga, no tuvo más. Incluso se libró. Al Sevilla le anularon un gol a todas luces legal, precisamente de Banega tras una gran jugada y pase de Bacca con el 1-0. Bacca, aparte de su gol, tuvo otras cuatro muy claras, tres en la primera parte y una en la segunda. Su gol llegó justo antes del descanso. Una vez más el colombiano abrió la lata tras un jugadón de Gerard Deulofeu que arrastró a tres defensas blanquiazules para dejar solo al arieta, ponerle el balón picado, y rematando a la derecha de Kameni. Pero ahí no acabó la aportación del internacional colombiano al partido. Ante un desaparecido Banega, Denis entró en la segunda mitad para hacer un jugada soberbia, terminada con una pared que devolvió el mismo Bacca, para que el canterano culé posase el balón en el palo de la portería malaguista. Un auténtico golazo para cerrar el partido, que disfrutó de un resultado corto para lo que se vio en el campo.
Emery dispone de 23 jugadores enchufados. Salga el que salga a jugar se contagia del equipo. Iborra o Fernando Navarro son claros ejemplos de miembros de una plantilla, que se ven en la situación de ser titulares tras una larga temporada en el banquillo, y acaban siendo los mejores jornada tras jornada. Emery casi consigue la excelencia en el Sevilla, los resultados le dan la razón aunque haya momentos de mal juego. El Sevilla tiene una de las citas de la temporada el domingo que viene, espera el Valencia en Mestalla. Quizás sea el duelo del año, el pulso más emocionante que vivan dos equipos este año por una plaza. Pero antes, esperan los cuartos de Copa ante el Espanyol.