Los comapñeros de Valverde se pasan más de media etapa tirando como posesos para aprovechar la debilidad del australiano y hacerle perder una minutada en la segunda etapa de los Pirineos
El irlandés Martin bate a su compañero de fuga y da al Garmin una victoria balsámica cimentada en los kilómetros finales de la última subida y un vertiginoso descenso con un precioso pulso a los favoritos
El Sky deja incomprensiblemente abandonado a Froome en muchos cols muy lejos de meta pero la fortaleza del británico arredró a sus rivales y solo Quintana le buscó las cosquillas
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
Aprovechar las debilidades del rival, provocarle un pajarón y sacarlo de la general también puede ser una gran cualidad en el ciclismo actual. Y en ello se afanaron en la novena etapa los ciclistas del equipo navarro del Movistar, que ante las evidentes muestras de flaqueza del mejor lugarteniente del líder y segundo en la general, con Rui Costa (Movistar) y Quintana (Movistar) en plan ejecutores de las aspiraciones clasificatorias de su líder Valverde (Movistar), hundieron en la penuria al australiano Ritchie Porte (Sky), que lelgó a meta casi a 18 minutos de los favoritos. Con duros puertos de primera categoría como el Mente o el Peyresourde mediada la etapa, el ritmo machacón de los navarros inhabilitaba que cualquier fuga prosperase y de propina reventaban a todo el Sky, que dejaban a Froome (Sky) bastante solo demasiado pronto, algo insólito que un líder se encuentre tan desarropado.
Pero las excelentes piernas del británico minimizaron cualquier intención de ataque de sus rivales, que apenas se movieron y en la última subida del día, el durillo Hourquette d’Ancizan, únicamente el colombiano Quintana (Movistar) realizó un par de demarrajes serios que el líder neutralizó con suficiencia. En esta ocasión, a Contador (SaxoTinkoff) se le vio con más agilidad y soltura sobre la bicicleta que en la etapa de ayer, soldándose a la rueda de Froome (Sky), así como un recuperado Andy Schleck (RadioShack), que también se desenvolvió con más frescura que el día anterior y por momentos recordó al de hace un varias temporadas. Por su parte, Valverde (Movistar) y ‘Purito’ Rodríguez (Katüsha) se dedicaron a economizar esfuerzos y se resguardaron en el anonimato de la treintena del grupo de favoritos que llegaría a meta, a los que no pudo seguir el vasco Igor Antón (Euskaltel), uno de los mayores perjudicados en la etapa de hoy y que simboliza la sensación que impera entre el aficionado vasco al ciclismo de que el Euskaltel no aprovechó los Pirineos tanto como se pudo ansiar en un primer momento, ¡¡¡vendiendo humo no se suele ir muy lejos!!!.
Con el Movistar satisfecho por desmembrar al Sky y eliminar a un hombre peligroso de cara al podium final de París, la victoria de etapa se jugaría en los 5 kilómetros finales de la última subida del día y en sus treintena de kilómetros de bajada hasta la meta. El irlandés Daniel Martin (Garmin) primero y el danés Jacob Fuglsang (Astaná) tomaron 45 segundos de ventaja sobre los favoritos y se entendieron a la perfección entre ellos, evitando que el vasco Mikel Nieve (Euskaltel) cuesta arriba o el holandés Wouter Poels (Vacansoleil) y el polaco Michal Kwiatkowski (Omega) cuesta abajo les dieran caza. Con un hombre rápido como el murciano como mayor baza en un grupo de apenas 25 ciclistas, el Movistar intentó rematar el etapón que se estaban marcando y se afanaron en organizar la caza en el largo descenso mediante Rui Costa (Movistar), con tímidos relevos de Kreuziger (Saxo Tinkoff) o Gesink (Belkin), pero únicamente se logró reducir la desventaja a una veintena de segundos. Con Fuglsang (Astaná) y Martin (Garmin) ratoneando en el último kilómetro en busca de un sprint de a dos, el irlandés fue más pillo y entró primero, arrancando desde atrás, en una doble curva con una leve bajada y se anotó la etapa con claridad, demostrando por qué y con qué armas ganó la Lieja en abril pasado.
Los corredores vivirán mañana la primera jornada de descanso de este Tour de Francia 2013 en Saint Nazarre, a orillas del famoso Loira y muy cerca del Atlántico tras una larga neutralización en avión hacia el noroeste de Francia. Para el martes 9 de julio disputar la décima etapa entre Saint Gildas des Bois y Saint Malo con 197 kilómetros prácticamente llanos y aptos tanto para las fugas numerosas como el sprint masivo, si es que el primer bloque de alta montaña dejó fuerzas aún en las piernas de los gregarios de los llegadores.