AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
El Rayo Vallecano vence in extremis por 2-1 al Athletic de Bilbao y mete a los rojiblancos en problemas con solo 3 puntos de 15 posibles. Aduriz adelantaba a los leones, pero Baptistao, en dos ocasiones, marcaba para remontar.
Valverde llegaba al Teresa Rivero con un Athletic en problemas, todo lo contrario a la visita de la temporada pasada, en la cual los vascos certificaron su clasificación para la previa de la Champions League. Compaginar la competición europea con la nacional se le está antojando complicado a los leones, que tras vencer al Nápoles en la clasificatoria, solo han conseguido un empate ante el Shakhtar y una victoria frente al Levante. Para recuperar la senda perdida Txingurri alineaba a su teórico once de gala. El Rayo tampoco llegaba en su mejor momento al encuentro, por lo que se podía denominar como duelo de urgencias. Apoyado en su poderío ofensivo con Baptistao y Kakuta, Jemez buscaba la victoria.
El partido comenzaba con una buena jugada de Licà por la banda derecha pero que Laporte, atento a las ayudas, desviaba a corner. Tras el aviso inicial, el Athletic se hacía dueño del partido, siempre con peligro a balón parado y con un Muniain que percutía una y otra vez por la banda izquierda. Sin embargo, el gol iba a llegar desde el lado contrario. Una bonita jugada entre De Marcos y Susaeta terminaba con el de Laguardia sirviendo un gran balón a Aduriz que esperaba hambriento de gol en el segundo palo. Con el 0-1 los rojiblancos insistían e iban a por más. Los leones presionaban muy arriba dificultando la salida de balón desde debajo de los franjirrojos. Un posible penalti de Quini sobre Muniain, su tarjeta y que el gol fuese desde su lado, eran razones suficientes para el técnico rayista, que metía a Tito en el césped para sustituirlo. En los minutos finales el Rayo se hacía dueño del balón, y en una acción desafortunada de Iraizoz llegaba el gol. El meta navarro no lograba atrapar un disparo sin peligro, el balón quedaba suelto en su espalda, donde aparecía Leo Baptistao, muy atento, para igualar la contienda. Golpe moral.
El encuentro se reanudaba con otro cambio en las filas de los bucaneros. El portero Cristian Álvarez era sustituido por Toño. El conjunto rayista salía con una o dos marchas más que los rojiblancos, en shock todavía por el gol encajado. Kakuta y Licà hacían intervenir a Iraizoz en una doble ocasión que cogía desprevenida a la zaga vasca. La segunda mitad transcurría sin peligro, con mucha pelea y brega en el centro del campo, y sin mucho brillo en cuanto al juego. En el 65 Aduriz con un cabezazo hacía intervenir a Toño, y 5 minutos después era el equipo vallecano el que respondía, con un disparo lejano de Bueno y una internada de Licà por el costado derecho. Con la afición entregada el Rayo metía miedo a un Athletic que intentaba defenderse de un equipo rival que iba en tromba a por el gol de la victoria. Y como dice el dicho “el que la sigue, la consigue”, y así era. Un mal despeje de Gurpegi terminaba en los talentosos pies de Kakuta que ponía un centro preciso para que Baptistao, después de errar su primer remate, marcara el gol que dejaban los tres puntos en Madrid.
Victoria muy peleada por el Rayo Vallecano, el Athletic tras su buen inicio iba a menos sobre todo a raíz del gol recibido. Los rojiblancos se meten en problemas ya que de 15 puntos posibles solo han conseguido 3. Jemez puede respirar al conseguir su primera victoria de la temporada.