El Sevilla vence cómodamente al Deportivo de la Coruña por 4-1 con un doblete de M’Bia, dejando a los gallegos como farolillo rojo de la Primera División.
El Sevilla curó sus males en la matinal del domingo tras golear con demasiada comodidad a un Deportivo de la Coruña que bajó los brazos tras el segundo de los locales y pudo recibir algún que otro gol más. Bacca falló un penalti que le hubiese unido a la fiesta del doblete de M’Bia, ya que metió el segundo, siendo Vitolo el autor del 4-1. Mendunjanin empató con un golazo de falta directa que tan solo sirvió para despertar al Sevilla.
El encuentro se ha vivido bajo el calor sevillano que no entiende de estaciones y aún predomina a principios de octubre. Los dos equipos han comenzado algo apáticos y adormilados, igual que la afición, siempre acostumbrada a llevar en volandas a su equipo, y que hoy parecía ausente en muchos momentos. Dominó el Sevilla durante todo el partido, pero comenzó titubeante, dando la impresión de no haberse recuperado de los dos traspiés ante el Atlético y el Rijeka en Europa. Pero nada más lejos, sin hacer demasiados esfuerzos, a los veinte minutos, una Buena combinación en la frontal dejó a Denis Suárez solo ante German Lux, al que dejó sentado, pero inexplicablemente la mandó fuera con toda la portería para él. Afortunadamente para los rojiblancos, su equipo les hizo olvidar pronto el fallo, pues tres minutos después a la salida de un córner botado por Deulofeu, M’Bia puso el primero en el marcador. Con el partido plácido y el Deportivo controlado en todas las facetas del juego, una pérdida de balón de Banega propició una buena jugada de Juanfran que acabó en la falta precedente al gol de Mendunjanin. Beto ni se enteró. Ejecución perfecta del deportivista e inesperado empate a uno a la media hora de partido. El Sevilla volvió a tocar. Emery dejó el doble pivote defensivo para meter atrás a Banega con M’Bia y tener el control total de la situación. Un balón entre líneas en tres cuartos de campo para Deulofeu, fue suficiente para que el jugador cedido por el FC Barcelona pusiese un gran balón por alto a Bacca, que tras zafarse de la defensa y de Germán Lux, remató sin oposición al fondo de la red. Justo antes del descanso el Sevilla se volvía a adelantar en el Sánchez-Pizjuán.
En la reanudación, más de lo mismo pero con los de Riazor totalmente fuera del partido. El Sevilla daba la impresión de no querer hacer demasiada sangre, pero el tercero volvió a ser tan fácil como pareció. Balón a Bacca en el lateral del área para irse en velocidad, poner la pelota atrás para M’Bia, y el camerunés la colocó en el palo. 3-1, tierra de por medio y partido muerto. Los primeros veinte minutos de la segunda mitad fueron una locura. Amén del tercero del Sevilla, enseguida Vitolo puso el cuarto rematando totalmente solo en el área chica un balón de Deulofeu que asistió tres veces en la mañana de hoy. Apenas cinco minutos después, Germán Lux comete un absurdo penalti sobre Carlos Bacca, que el colombiano falló, o más bien, que el deportivista paró. A partir de ahí alguna ocasión de Vitolo y de Iago Aspas que entró de refresco y poco más, con claras intenciones sevillistas de no querer hacer más daño al rival. El Deportivo lo agradeció, aunque sale del feudo rojiblanco como colista de la categoría habiendo sumado tan solo cuatro puntos. Muy distinta es la trayectoria del Sevilla, que aún habiendo fracasado estrepitosamente en su intento por conquistar el Calderón, vuelve a superar al Atlético y llega al parón tercero, por detrás del Barcelona y el Valencia. Los sevillistas tienen licencia para soñar.