El Sevilla acaba con la histórica racha del Real Madrid, y aprieta la Liga tras vencer 2-1 en el Ramón Sánchez-Pizjuán remontando en los últimos cinco minutos
El fútbol, se puede definir sin lugar a dudas con los 94 minutos que se han vivido hoy en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Si uno ve el choque de hoy faltando cinco minutos para el final, y luego ve el resultado, no se puede creer que el Real Madrid haya acabado hoy con su racha de imbatibilidad de 40 partidos, récord absoluto en la historia de la liga. El Sevilla ha incendiado hoy el campeonato ganando a un Real Madrid que ha jugado uno de sus mejores partidos del campeonato. Tras una eliminatoria loca de Copa del Rey, los sevillistas se han tomado la revancha hoy en un feudo más cercano a un manicomio que a un campo de fútbol. El empate ha vuelto loca a la afición local que, con su equipo muerto, ha insuflado el último aliento que ha permitido la último reacción de los suyos para llevarse el encuentro.
Zidane y Sampaoli han intentado sorprender al rival desde el inicio cambiando los esquemas. No sorprende tanto el del argentino, que ya ha usado la defensa de cuatro y el doble pivote en otras ocasiones, pero si fue más extraña la decisión del francés. Tres centrales, y un centro del campo con Casemiro bien arropado por Kroos y Modric atrás. El caso es que parece irreprochable el cambio de sistema en el Real Madrid, porque ha hecho un partido perfecto, al que le han sobrado siete u ocho minutos. Sampaoli salió perdiendo en la batalla táctica. A pesar de no conceder demasiado atrás, al Sevilla le faltó velocidad en ataque y llegar con más peligro. Volcó el campo en ataque hacia la banda de Vitolo y Escudero, para que Mariano pudiese centrarse mejor en tapar a Cristiano y las subidas de Marcelo. A esto hay que añadirle que Jorge Sampaoli modificó enseguida su idea inicial quitando la referencia que era Ben Yedder y tirándolo a banda, colocando al Mudo Vázquez como falso nueve. En la pausa de Nasri y el juego del Sevilla, intentando colocar al francés y a Franco a la espalda de los centrocampistas, apareció un enorme Casemiro para descomponer el ataque sevillista. La primera mitad fue un duelo entre él y un soberbio Steven N’Zonzi, del que es difícil creer que no juegue con un hermano gemelo en el terreno de juego. Ambos destruyeron casi todo, exceptuando un par de llegadas de cada equipo, más peligrosas las del Madrid por medio de Cristiano Ronaldo. El Real Madrid estaba comodísimo, apenas le creaban peligro uno de los Sevilla más lento de la temporada, hasta que se reanudó el partido en la segunda mitad.
Sin cambios, de repente los locales impusieron otro ritmo, empezaron a dominar, a llegar y a asustar. La más clara la tuvo Ben Yedder en un mano a mano con Keylor Navas, pero el arrebato sevillista iba a cambiar pronto por una serie de fallos en la salida de balón, que el Madrid terminó aprovechando. Antes, los fallos del Sevilla iba a dan la oportunidad de adelantarse a los madridistas por medio de Cristiano Ronaldo, luego la tendría Benzema, que incomprensiblemente la mandó arriba cuando estaba solo en el área pequeña. Pero un nuevo fallo en la salida de Escudero, iba a conceder a Carvajal la ocasión de provocar un absurdo penalti de Sergio Rico tras derribar al lateral español. Cristiano no falló, y el Madrid se adelantaba sin apenas sufrir en contra y haciendo un partido tan serio como los últimos 40 que había jugado. Si había sido Zidane el ganador de la partida hasta entonces, Sampaoli iba a darle la vuelta a la tortilla con los cambios. Los del francés no mejoraron al equipo sino todo lo contrario, y la entrada de Jovetic y Sarabia para el Sevilla iban a ser decisivas a los puntos. Con el partido muriendo, los nervionenses con claras muestras de cansancio y con un rival sin fisuras, apareció el balón parado. Una falta magistralmente botada por Sarabia en el 84 iba a ser rematada por Sergio Ramos en su propia portería. El protagonista de la semana iba a tener el peor final posible, las cosas del fútbol. A partir de ahí, los 40.000 del Sánchez-Pizjuán enloquecieron, el Sevilla mutó, y se convirtió en un huracán. La fuerza la dio el ambiente, y el Madrid se vio superado. La pérdida de Benzema en el 91 da buena fe de un equipo que no entendió el final del partido, ni el escenario, ni que estaba en medio de un vendaval que se lo iba a comer. La pérdida de Karim ante Vitolo iba a acabar con una arrancada de Jovetic, que desde fuera del área la enchufó con la ayuda de Keylor Navas en el palo izquierdo del guardameta ‘tico’. De tener media liga en el bolsillo, a apretarse como nunca en cinco minutos. El Real Madrid tendrá que visitar Mestalla para aguantarle el pulso al Sevilla y al Barcelona. Lo cierto que es que hoy ambos equipo han dignificado la liga, y es difícil entender como el Real Madrid jugando como lo ha hecho hoy ha dejado escapar el partido, por lo que habrá que estar atento al culpable, que no es otro que Sampaoli y los suyos. Vuelve la liga.