La fe de los guajes de Abelardo vale una remontada épica e inesperada ante un Atlético sin ideas y sin fútbol. Griezmann inauguró el marcador con un golazo de falta, pero Sanabria y Castro remontaron en el segundo tiempo.
«Nunca dejes de creer», rezaba el tifo que se desplegó el pasado martes en el Vicente Calderón. Pues ese mismo mosaico se pudo desplegar este sábado en El Molinón. El Sporting demostró ante un grande como el Atlético de Madrid que nunca ha dejado ni dejará de creer en sí mismo y en sus posibilidades. Cierto que las circunstancias no eran las más favorables después de ocho jornadas sin ganar, cuatro derrotas consecutivas y tres encuentros sin ni siquiera ver puerta. Cierto que la cuesta hacia los tres puntos se empinó demasiado después del chicharrazo de Griezmann a la media hora tras una inexistente falta de Pablo Pérez sobre Saúl. Pero el Real Sporting de Gijón nunca se rinde. Nunca dejan de creer.
Si hay algo que distingue a la versión 2.0 de los yogurinos de Mareo, es que precisamente nunca se rinden. Ni ante nada, ni ante nadie. Lo volvieron a demostrar ante todo un Atlético de Madrid, segundo clasificado de la liga y flamante cuartofinalista europeo tras eliminar por penaltis al PSV en el Vicente Calderón el pasado martes en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Los autores de los goles, el paraguayo Tonny Sanabria y Carlos Castro, firmaron una épica victoria que afianzó y mantuvo bien amarrada Sergio Álvarez en la medular. Estos tres diamantes en bruto deben ser indiscutibles en cada once de Abelardo porque cuando ellos están en el campo, el Sporting es más Sporting y evoca a aquel matagigantes que causaba estragos por los campos de España y que era la gran sensación de nuestro fútbol.
La fe inquebrantable de los guajes huele a permanencia. A falta de ocho jornadas, estos inesperados tres puntos dejan al Sporting más cerca de la salvación y una victoria en el Ciudad de Valencia la próxima jornada les dejaría muy cerca de un objetivo que parecía imposible hace solo una semana tras la decepción de Málaga. Nunca dejan de creer los sportinguistas, capaces de dar la vuelta ante un gran equipo que pagó este sábado el éxtasis emocional que vivió el martes pasado en la Champions.
El Atlético se adelantó con polémica
Sorprendió Abelardo con el trivote formado por Mascarell, Sergio y Cases para dominar la posesión y mantener controlado el partido ante un equipo tan peligroso al contraataque como el Atlético de Madrid, que dio el primer aviso nada más arrancar el encuentro con una aproximación que no culminó Griezmann en boca de gol. A partir de ahí, la pelota fue para el Sporting, que la movió de lado a lado intentando encontrar fisuras en el ordenado entramado defensivo colchonero, siempre con las líneas muy juntas. Resulta difícil sorprender a una zaga tan compacta y más a balón parado, pero casi lo consiguen los de Abelardo a la salida de un córner que peinó Meré en el primer palo y no cazó Sanabria en el segundo. Fue la mejor ocasión de la primera parte de los rojiblancos.
Como buenos expertos en el balón parado, el Atleti se puso por delante gracias a un libre directo magistralmente transformado por Antoine Griezmann. Aunque la jugada nace de una inexistente falta de Pablo Pérez a Saúl, el lanzamiento de Griezmann a lo Milinko Pantic, con la zurda, por la escuadra y a la izquierda de Cuéllar, fue magistral. El gol 100 del francés en España (53 goles en 202 partidos en la Real Sociedad y 47 goles en 94 partidos en el Atlético). Pablo Pérez dispuso de una ocasión de cabeza a la salida de un córner, se marchó alta y se llegó con ventaja del Atlético al descanso.
Sanabria y Castro firman la remontada
El Sporting salió sin complejos en el segundo tiempo, dispuesto a remontar el partido a pesar de que tenía enfrente al segundo de la liga, siempre buscando la profundidad de Jony por la izquierda. La declaración de intenciones de Abelardo no pudo ser más esclarecedora al introducir a Carlos Castro en el campo por un Mascarell demasiado impreciso, cuya presencia en el centro del campo ralentizaba la circulación del balón. Si hay que morir, que sea con las botas puestas y con toda la artillería sobre el césped. No se sabe si los partidos se ganan en los banquillos, lo que sí se puede es perderlos. Y hoy Simeone empezó a perder el partido frente a su colega gijonés cuando quitó a Correa para meter a Gabi en el terreno de juego, anteponiendo la contención a la imaginación.
Justo después del cambio defensivo de Simeone, casi marca el Sporting. No se sabe si para compensar o no, el Cholo cambió a Griezmann por Torres renunciando definitivamente a la verticalidad, una de las principales características del delantero francés. La actitud de los rojiblancos era mejor que la de los colchoneros y, a veces, eso puede implicar pasarse de la raya a la hora de meter la pierna como se pasaron Meré, cometiendo una falta sobre Koke por la que vio una amarilla que le impedirá estar en el próximo partido contra el Levante en el Ciudad de Valencia, y Pablo Pérez, que también fue amonestado por una dura entrada sobre Kranevitter.
Abelardo afrontó el último tercio del partido como si acabara de empezar y no fuera por detrás en el marcador. Sacó a Pablo Pérez para dar entrada a Carmona y a partir de ahí llegaron los mejores minutos del Sporting, una auténtica avalancha de fútbol de un equipo que nunca baja los brazos y que no deja de creer en la salvación en ningún momento. El primer aviso corrió a cargo de Sanabria, que provocó un córner gracias a una excelente maniobra tras un amago y un giro rodeado de cuatro rivales dentro del área del Atlético. El paraguayo fue el sportinguista más incisivo en la recta final del encuentro y lo demostró con un peligroso golpeo con el interior de la bota derecha que se estrelló en el palo izquierdo de la portería de Oblak a la salida de una falta ensayada que Carmona le dejó en corto para que chutara desde el pico derecho del área visitante.

Sanabria marcó el gol del empate con un lanzamiento de falta que se coló por el centro de la portería de Oblak después de golpear en Kranevitter.
A la tercera fue la vencida para Tonny Sanabria. Todo nació de una peligrosísima falta sobre Nacho Cases en la misma frontal del área. El disparo a cargo de Sanabria, potente y centrado, se coló en la portería de Oblak tras pegar en Kranevitter, que se había separado de la barrera. Hacía ocho partidos que no marcaba el paraguayo, cuyo último gol fue de penalti en Mestalla. El Sporting no se conformó con el empate y, guiado por el delantero guaraní, se volvió a encontrar con la madera. Don Antonio Arnaldo Sanabria salió como un tiro pegado a la línea lateral izquierda, dejando clavado a Giménez, que se rompió en el intento de perseguir al punta sportinguista, un galgo desbocado que recordó a Gareth Bale ante Marc Bartra en la final de la Copa del Rey de hace un par de años en Mestalla. En vez de chutar, Sanabria optó por un pase de la muerte hacia Carlos Castro; la jugada tenía marchamo de gol pero, cuando El Molinón se iba a venir abajo celebrando el tanto de la remontada, se interpuso el travesaño para repeler el remate a placer de Carlinos.

Isma López celebró con efusividad una victoria en la que volvió a tener mucho que ver. Él inició la jugada del segundo y decisivo gol.
Pero el guaje de Ujo no es de los que se rinde fácilmente y, lejos de quedarse noqueado por fallar ese gol cantado, se sacó la espina dos minutos después marcando el segundo gol del Sporting, que resultó decisivo. Otra vez partió la jugada desde la izquierda; la inició Isma López en labores de interior, jugó en profundidad para la subida de Jony, que después de meterse en el área se la dejó a Carlos Castro, que esta vez no perdonó en el segundo palo. El segundo máximo goleador rojiblanco de esta temporada (lleva 7 goles y Sanabria 11) demostró que es imprescindible en este equipo y su suplencia parece un lujo demasiado grande para un conjunto que pelea por salvar la categoría. Se desató el delirio en El Molinón para celebrar una épica victoria, con remontada incluida, que deja al Sporting más cerca de la salvación.
LA FICHA TÉCNICA
Sporting: Cuéllar; Lora, Luis Hernández, Meré, Isma López; Mascarell (Carlos Castro, minuto 56); Pablo Pérez (Carmona, minuto 68), Nacho Cases, Jony; y Sanabria (Rachid, minuto 90+1).
Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménez, Lucas, Filipe Luis; Saúl Ñíguez, Kranevitter, Koke; Correa (Gaby, minuto 57), Vietto (Juanfran, minuto 75) y Griezmann (Torres, minuto 62).
Árbitro: Jesús Gil Manzano (Extremeño). Amarillas a Sanabria (36′), Sergio (56′), Meré (64′), Pablo Pérez (67′) y Nacho Cases (84′), del Sporting, y a Gámez (51′) y Juanfran (76′), del Atlético.
Goles:
0-1: minuto 28, Griezmann. 1-1: minuto 78, Sanabria. 2-1: minuto 89, Carlos Castro.
Incidencias: 24.860 espectadores en El Molinón. Césped en muy buenas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador rojiblanco José Manuel Benito ‘Pin’ y del futbolista Hugo Suárez, del Llaranes, fallecido el pasado domingo.