Y es que ayer, en el Power8, lo único técnico que se vio por parte de los locales fue una falta botada por el exbético Salva Sevilla, en el minuto 3 de partido, después de aquello, el partido fue de los de Fran Escribá, que está haciendo un trabajo magnífico con su equipo, buen juego, mala suerte y un Álvaro Vázquez que estaba entregado, pero con su definición aún de vacaciones.
El partido para los pericos fue salvado (ofensivamente) por Caicedo, que hizo de todo y más para llevar a la grada de vuelta a la ilusión, una de cal y otra de arena, defensivamente se ve que los pericos tienen mucho terreno recorrido, tan solo la inexperiencia y el nerviosismo de Raillo, como es habitual debutando en primera división, fueron los hándicaps de la zaga blanquiazul.
Falta mucho en ataque, pero sin olvidar que Asensio y Hérnan Pérez, dos que tienen la titularidad bastante encarrilada, ayer faltaron en el campo, y es que al ex de Villarreal y Valladolid ya se le vieron ganas y detalles en el Ciutat de Barcelona.
Solo la entrada de Burgui y Gerard Moreno cambió algo en el juego del Espanyol, dejando destellos de calidad.
Por otro lado, los injustamente vencidos dieron muestra de su toque de balón y su juego de mimo del esférico, primero Juan Rodríguez y después Medrán llevaron el juego azulón junto a Lacen.
Al entrar Emi al campo, los azulones notaron un poco de verticalidad en su juego, el argentino llevaba la media punta el solo permitiendo que Victor Rodriguez y Pedro León fueran mas ofensivos y crearan más problemas, aunque con la expulsión de Vergini, los locales encontraron más espacios y el partido se abrió de una manera que solo la fortuna hiciera que Álvaro tuviera una oportunidad que desaprovecho cuando era más fácil meter que fallar.
Un getafe jugón se queda sin premio ante un Espanyol con mucho trabajo pero con flecos sueltos.