Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Que mejor manera de terminar el fin de semana del simpatizante que viendo ganar a los tuyos. El Villarreal ha puesto freno, y de qué manera, a un Numancia que llevaba ocho partidos sin perder. Con un resultado de seis a uno, el conjunto castellonense consigue estar en la lucha por el preciado puesto de ascenso directo. No hay duda de que hay un antes y un después en el Submarino Amarillo. El punto de inflexión tiene un nombre propio: Marcelino García Toral.
Trepidante se presentaba el encuentro, ya avisó Marcelino: “Buscan la portería con mucha facilidad y velocidad” pero los más rápidos en inaugurar el marcador han sido sus jugadores. A los diez minutos Perbet marcaba el primero. Con mucho entusiasmo el delantero ha celebrado el gol, y eso, que se ha dado un buen golpe en el estómago con el poste. Pero por el Villarreal lo que sea.
Parecía que tenían prisa los castellonenses por sentenciar el partido y a los tres minutos han hecho el segundo. Fue una acción muy rápida y Canteros la ha culminado con un golazo. Las cosas pintaban muy bien para el Villarreal. Su afición estaba muy volcada en el encuentro. Jugaban en el Madrigal y, eso, era un punto más a su favor. Pero, el Numancia no se rendía. Los de Machín seguían peleando cada balón.
Llegar al descanso con un dos a cero en el marcador podía dar un gran respiro a los locales pero ya les advirtió Marcelino a sus jugadores que “subirá el que menos errores cometa” y, precisamente, por un error en el treinta y nueve, el Numancia ha marcado su primer y único gol. Era la primera vez que Pedro Martín tocaba el balón y lo ha metido dentro de la portería local.
La emoción volvía al Madrigal. El partido tenía de todo: goles, tarjetas y faltaba la polémica. Ha aparecido en el cuarenta y tres, cuando el árbitro no ha sacado la segunda amarilla al numantino Sunny. La afición del Submarino Amarillo ha comenzado una pitada que ha durado hasta el descanso. Es normal que no estuvieran contentos con la decisión del colegiado.
Tras el descanso quedaban todavía cuarenta y cinco minutos de un partido que prometía mucho más. Y así fue. En el cuarenta y seis, Gerard ha marcado el tercero gracias a un fallo de la defensa del Numancia. Un griterío en las gradas locales ha desatado la alegría de todos los aficionados. Y eso, que lo mejor estaba por llegar.
Los once últimos minutos serán el mejor recuerdo para el equipo castellonense y la peor pesadilla para los sorianos. Si ya hemos dicho que el partido tenía de todo, sólo faltaba una cosa: el penalti. La pena máxima era a favor del Villarreal. Perbet no perdonó y en el ochenta hacía el cuarto.
Ver un cuatro a uno en el marcador ha hecho recordar a mas de uno el resultado de la pasada jornada. Al Mirandés le cayeron cinco. Pues al Numancia, en el ochenta y cinco, le cayó el quinto. Uche ha sido el responsable de la angustia de los de Machín. Tal era su desesperación que en propia puerta anotó Regalón el sexto para el Submarino Amarillo cuando faltaban escasos segundos para el final.
“Hay que poner los cinco sentidos contra el Numancia” dijo Costa. Pues no iba desencaminado el defensa, porque el resultado hace pensar que el Villarreal posee un sexto sentido que si les funciona tan bien como hasta ahora, volverán a ser un equipo de primera. Quedan pocas jornadas, estamos en la recta final, así que, ¡ánimo!