«Esta es la primera empresa audiovisual de España. Somos 6.400 personas»
«Me gusta el deporte minoritario, donde hay menos gente, menos follón y menos griterío»
«No digo que tan bien como cualquier persona que lo practique, pero tú eres la que se lo tienes que decir a la gente y tienes que estudiar»
«No es lo mismo hacer una transmisión de un patinador ruso que de Javier Fernández»
«Me siento súper querida por toda la gente»
«Me quedé impresionada por la pobreza de los Juegos de Río 2016»
«Más becas significa tiempo, tiempo significa entrenamiento y entrenamiento significa mejores resultados»
ALEJANDRO ROZADA (@alexrozada)
La segunda parte de la entrevista a Paloma Del Río (Madrid, 1960) tiene un eje central: RTVE. Alrededor de su trabajo en la corporación pública desde hace más de treinta años, cuando se incorporó como becaria, hasta llegar al momento actual como directiva encargada de coordinar Patrocinios y Federaciones, gira esta conversación en defensa del servicio público que representa la Radiotelevisión Española, donde no vale todo, como subraya nuestra invitada. Un alegato más que necesario en un marco tan polarizado y sesgado como el actual, marcado por los intereses económicos y políticos. Por supuesto, también hablamos sobre sus mejores vivencias y recuerdos en el mundo del deporte, al que Del Río ha estado estrechamente ligada, algo que lleva a gala en una brillante hoja de servicios donde aparecen diversos galardones tras cubrir 14 Juegos Olímpicos (Seúl 1988, Barcelona 1992, Lillehammer 1994, Atlanta 1996, Nagano 1998, Sídney 2000, Salt Lake City 2002, Atenas 2004, Turín 2006, Pekín 2008, Vancouver 2010, Londres 2012, Sochi 2014 y Río de Janeiro 2016).
Carlos Rodríguez: Se te ve como una embajadora del deporte minoritario porque narras patinaje, gimnasia y demás deportes minoritarios. ¿Orgullo o responsabilidad?
Paloma Del Río: Es vocacional. Supongo que muchos compañeros están deseando hacer fútbol y otros deportes mayoritarios, pero a mí me gusta este terreno donde hay menos gente, menos follón y menos griterío. Y que, además, me permite intentar darles voz a través de mi trabajo diario, no solo con las transmisiones sino con el trabajo de mesa, el trabajo de gestión, de intentar llegar a acuerdos con las federaciones para poder emitir en Teledeporte estos deportes y darles un poco de visibilidad.
Alejandro Rozada: Y eso lo llevas a gala ya desde tu misma bio en Twitter: “Periodista. Curiosa. Deportes minoritarios. Deporte femenino. Olimpismo. Nada más y nada menos. Candidata a presidir RTVE”. Pues eso digo yo: nada más y nada menos.
R: Eso es. Nada más. Yo creo que he ido haciendo mi carrera profesional un poco a golpe de vocación y subiendo el siguiente escalón cuando ya tenía asegurado y consolidado el escalón anterior. No he querido ir deprisa, hasta que no he estado preparada para dar el siguiente paso no lo he dado porque eso es temerario, pegarte un golpe y estar muy cerca del fracaso o de no hacer las cosas correctamente.
Llegué aquí de becaria, empecé trabajando y estudiando, viendo cómo era el mundo de la televisión por dentro, cómo se hacían los informativos, los programas, cómo se gestionaba y, poco a poco, he ido asumiendo cada vez más responsabilidad. Pero hasta que no he estado preparada para asumirla no la he tomado, porque me parece un poco suicida; yo entiendo que hay otras personas que se sienten capacitadas desde el primer momento para hacer cualquier cosa, pero yo he preferido asegurarme que estaba preparada profesionalmente para ir asumiendo esas responsabilidades. He empezado de becaria, he terminado de directiva, ahora estoy en un puesto de responsabilidad dentro de la dirección de deportes y cuando se ha abierto el concurso público para formar parte del consejo de administración, dentro de los diez miembros para elegir un presidente o presidenta, pues creo que conozco la casa y el oficio lo suficientemente bien para poder estar ahí y ser una de las personas candidatas.
«Creo que conozco la casa y el oficio lo suficientemente bien para poder ser una de las personas candidatas a presidir RTVE»
-¿Te gustaría tener más repercusión de la que tienes?
-Yo estoy bien como estoy ahora. No tengo ningún ansia de sobresalir de una manera superflua. Si estoy donde estoy es porque he hecho bien las cosas, no porque sea un oropel o un papel de celofán, si debajo no hay nada… Tiene que ser una caja de bombones con celofán bonito y un lazo, pero que dentro haya bombones; si no no sirve de nada, es ridículo.
-Me refería a que siendo casi una madre del periodismo deportivo de este país, quizás deberías tener más fama, reconocimiento y prestigio.
-Yo sé que lo tengo, sé que me quieren y me siento muy querida; de hecho, todos los reconocimientos que he tenido… Tuve un Premio Ondas compartido por los Juegos de Seúl del año 88, pero fue a todo el operativo. Exceptuando ese, me han reconocido ayuntamientos, la Comunidad de Madrid, el Comité Olímpico, el Consejo Superior de Deportes primero con la medalla de plata y luego con la de oro al Mérito Deportivo, formo parte del jurado de premios prestigiosísimos del deporte como el Laureus o el Princesa de Asturias, el Comité Olímpico Internacional me ha premiado en dos ocasiones por todos los Juegos Olímpicos que he cubierto…
Cuando voy a reuniones de federaciones o el mundo del deporte, me siento súper querida por toda la gente y eso me vale. No sé en realidad qué más necesitaría. La gente que sigue patinaje o gimnasia, que es fundamentalmente la que sigue mi trayectoria, también me quiere; es verdad que seguramente habrá gente a la que no le guste nada, pero también cuentas con ello y forma parte del oficio. Yo estoy muy contenta. Si te refieres a la popularidad, te la da salir en imagen; igual que te digo que creo que las transmisiones las hago bien, la gente se entera y las ve con agrado, pues a lo mejor presentar… no sé yo. En cualquier caso, tenía que haber empezado hace mucho tiempo y creo que ahora no es el momento.

-Recuérdanos cómo fueron tus comienzos.
-Llegué de becaria en el año 86, terminé la carrera en junio de 1986, era el momento de pedir las prácticas, las pedí en Primavera cuando vi el cartel en el pasillo de la facultad y me decidí, era una cuestión de currículum, yo tenía un buen CV, pedí las prácticas y me las concedieron. Había 10 becas para la tele y 30 para la radio, yo pedí televisión y entré aquí; me preguntaron qué quería hacer, dije que si pudiera hacer deportes fenomenal, si no me hubiera acoplado a cualquier sitio y desde entonces empecé. Ese verano estuve compaginando el trabajo en la clínica con las prácticas aquí, fue terminar los tres meses de prácticas en julio, agosto y septiembre, en octubre volví a la clínica a trabajar, pero ya sabía que en noviembre me iban a contratar, el 1 de noviembre firmé el contrato y desde el 1 de noviembre de 1986 estoy en esta casa.
Empecé de becaria, lo primero que tienes que hacer es conocer la casa, a la gente, conocer dónde están los platós, los controles, moverte bien y suelta dentro de la casa, a partir de ahí trabajar ver cómo trabajan los demás, fijarte, absorber, preguntar, documentarte, estudiar (porque no dejas de estudiar) y, poco a poco, ver cómo es un control, cómo se hace una emisión en directo de un telediario o de un programa (cada uno tiene su manera de trabajar), cómo se hacían las cosas en ese momento y cómo la tecnología ha ido permitiendo que se hagan ahora, y asumiendo las responsabilidades que de repente los jefes que tienes en ese momento piensan que eres capaz de hacer… Y aceptando el reto.
-Tú has consagrado toda tu trayectoria profesional a la corporación RTVE, que es casi un universo por sí misma. ¿Cuesta mucho abrirse paso en un ente tan mastodóntico como la radiotelevisión nacional
-Sí. Esta es la primera empresa audiovisual de España. Somos 6.400 personas. Muchas veces nos comparan con Telecinco y Antena 3; yo no digo que no nos comparen, pero Telecinco y Antena 3 son fundamentalmente un canal de televisión. Aquí somos 5 canales de televisión (La 1, La 2, Teledeporte, canal 24 horas y Clan), 5 canales de radio (Radio 1, Radio 3, Radio 4, Radio 5 y Radio Clásica), un instituto que está permanentemente formando a la gente (Instituto RTVE) y una orquesta y coros (Orquesta Sinfónica de RTVE).
Evidentemente, 6.400 personas, si lo pones proporcionalmente, no sé si empezaríamos a decir que somos pocos para todo lo que hacemos. Estar aquí supone una responsabilidad porque en esta casa no todo vale, no vale un lenguaje que se podría utilizar y que vemos que en otros canales se utiliza, este es un servicio público que está controlado primero por nosotros mismos a través del programa del Defensor del Espectador, luego mensualmente por el parlamento, por el Ministerio de Industria, por Bruselas… En fin, estamos siempre siendo observados y criticados, a veces injustamente, pero cuando te metes en este sistema de servicio público, tu vida cambia. En el servicio público no todo vale, no todas las maneras de trabajar valen, no todo el lenguaje vale y eso lo tienes que aprender para tu día a día, para tu trabajo y para el trabajo con los demás, porque lo que vale en otros sitios aquí no se puede y debe utilizar. Eso lo aprendemos desde que entramos de becarios.
«Estar aquí supone una responsabilidad porque en esta casa no vale un lenguaje que vemos que se utiliza en otros canales»
-¿Has tenido que seguir una preparación especial para convertirte en la voz de tantos y tantos deportes minoritarios que no es nada fácil retransmitir?
-A medida que me han ido poniendo deportes por delante, porque mis jefes han tenido la delicadeza que luego he tenido yo también con otros compañeros que no habían hecho deportes nunca y lo que tienes que hacer es decírselo con tiempo… Tú tienes que prepararte muy bien ese deporte, tienes que estudiarte el reglamento de ese deporte, tú eres la persona que vas a comunicar a personas que están viendo en su casa este deporte todo (la migaja, la letra pequeña y la letra grande) y el primero que tiene que estar formado (y muy bien formado) eres tú. Tú ya tendrás tus herramientas y tu manera de hacer las cosas.
Cuando me decían que tenía que hacer un deporte, lo primero es tirar de reglamento, hablar con la federación, buscar alguien que te asesore y te resuelva las dudas (técnicos, entrenadores), ir a ver los entrenamientos… empaparte de ese deporte. Tú eres la persona que vas a ponerle voz a ese deporte y tú eres el que tienes que estar muy bien preparado, no digo que tan bien como cualquier persona que lo practique, pero tú eres la persona que se lo tienes que decir a la gente y tienes que estudiar.
«Hay que tirar de reglamento, hablar con la federación, buscar alguien que te asesore y te resuelva las dudas (técnicos, entrenadores), ir a ver los entrenamientos… empaparte de ese deporte»
-No es lo mismo retransmitir gimnasia, hípica o natación que fútbol o baloncesto, que son deportes mayoritarios de los que todo el mundo sabe, aunque eso es casi una presión añadida…
-No sé si es una presión añadida o no porque como cada uno ve las cosas de diferente manera… pero tú estás acostumbrado a ver fútbol y baloncesto desde que eres pequeño, y no estás acostumbrado a ver gimnasia rítmica. Entonces tú tienes mucho menos conocimiento de lo que es la gimnasia rítmica, ya diferenciarla con la artística ya te dice algo de si esa persona sabe verdaderamente lo que es la gimnasia artística y la rítmica, pero el fútbol y baloncesto… desde pequeños estamos empapados con estos deportes, especialmente con el fútbol, pero los demás es porque tú has tenido interés en aprenderlos: porque te llaman, porque tienes algún familiar que los haces, porque tienes un hijo de repente quiere hacer rugby, entonces te empapas y te vas aprendiendo las reglas, o porque tienes una hija que quiere hacer gimnasia o natación sincronizada y te vas aprendiendo de manera directa las reglas.
Pero si no tienes ese interés, ¿qué ve todo el mundo? Pues el fútbol, que es lo más fácil de ver, lo ves con amigos, eres de un equipo, eres de otro… Pero los demás los tienes que ver porque tienes algún interés en verlo. ¿Cuánta gente hay que vive en el mundo sin saber nada de hípica o de gimnasia rítmica? Pero de fútbol será difícil que se escape de su conocimiento, o por lo menos de oír algo en alguna conversación, o cosas así.
-De todo lo mucho que has tenido que retransmitir, ¿qué ha sido lo que más te ha impactado?
-Me han impactado los grandes acontecimientos, especialmente los Juegos Olímpicos por el componente emocional que tienen, o el campeonato de Europa o campeonatos del mundo cuando hay un español que puede ganar una medalla. No es lo mismo hacer una transmisión de deportistas de otros países que cuando hay un deportista español, donde seguramente hay algún tipo de ligazón con él o con ella porque todos nos vamos conociendo. No es lo mismo hacer una transmisión de un patinador ruso que de Javier Fernández. Fundamentalmente han sido en Juegos Olímpicos prioritariamente y cuando hay deportistas españoles por el medio, por el entorno, donde hay competición y donde ellos pueden conseguir medalla.

-De todos los Juegos que te ha tocado contar, ¿cuáles han sido los mejores?
-De verano me impactaron los primeros, los de Seúl, porque fue cuando conocí la grandeza de los Juegos; en Barcelona porque eran en casa y había ahí un componente muy bueno de estar en casa; los Juegos de Pekín de 2008 por su grandeza… Me gustaron muchísimo los Juegos Olímpicos de Lillehammer de invierno en el año 94 porque era como un belén aquello, precioso, un frío impresionante, pero muy bonito; y luego me gustaron también de invierno los de Vancouver, muy bien preparados y aún habiendo medidas de seguridad eran imperceptibles, eso hacía muy cómodo el trabajo de los periodistas. En general, los Juegos Olímpicos son los que más me llenan, me llenan mucho, me llenan todo…
Y los de Río 2016; lamentablemente, hasta ese momento siempre pensé que los peores que había vivido habían sido los de Atlanta 96, pero los de Río estuvieron ahí ahí, no sé si incluso peor que Atlanta. Nunca pensé que los de Atlanta los fueran a superar en ese aspecto negativo y los de Río me quedé impresionada por la pobreza, por el esfuerzo que habían hecho, por cómo se habían llevado el dinero que estaba destinado a los Juegos, se lo habían llevado y no estaba allí, las carencias de la gente, fue muy difícil emocionalmente también ver a la gente durmiendo en las cunetas y ver que estaban gastando el dinero en una ceremonia de millones.
«Fue muy difícil emocionalmente ver a la gente durmiendo en las cunetas y que estaban gastando el dinero en una ceremonia de millones en Río»
-¿Prefieres los Juegos de verano o los de invierno?
-Los de invierno tienen un componente del frío y épico… Aquí no estamos preparados para los Juegos y los deportes de invierno, no tenemos instalaciones, ni tenemos la infraestructura que puede haber en Estados Unidos o en Canadá. Pero los de verano son los épicos, 28 deportes, muchísima gente, más repercusión: por el tiempo, por el clima, por la épica que tienen… Los de invierno son importantes, claro que sí, tan valiosos como los de verano; tú vete a decirle a Blanca Fernández Ochoa, Regino Hernández Martín o Javier Fernández que sus medallas no tienen valor, claro que lo tienen. Pero todo el mundo cuando habla de Juegos Olímpicos directamente se va al verano, a los del verano.
-¿Qué le falta por contar a Paloma del Río?
-No sé. En el mundo del deporte ya he contado la hazaña y el milagro de Javier Fernández. Y en el mundo de la gimnasia rítmica me hubiera gustado contar otra medalla de oro, que estuvimos a punto de cogerla con las gimnastas de Río en el conjunto, que hicieron mejor trabajo que las rusas y al final fueron plata, que no está mal, subcampeonas olímpicas, pero merecían haber sido oro.
Yo creo que, en el mundo del deporte, ya he contado todo, no se me ocurre una cosa nueva y buena… Estoy muy satisfecha con lo que he hecho y no me hago expectativas en ese aspecto porque vete tú a saber qué puede pasar, de repente suene la flauta, se den las circunstancias de que en alguna retransmisión vuelva a haber algún gran campeón, pero yo ya estoy en el final de mi carrera profesional y creo que lo mejor ya lo he contado.
-Centrándonos en el deporte: ¿Más becas=mejores resultados?
-¡Claro que sí! En el momento en el que tú le facilitas a un deportista el tiempo del entrenamiento y que se despreocupe de comer todos los días, pagar sus gastos, su hipoteca, su luz y su agua, y que se centre únicamente en conseguir los resultados deportivos, y que todo el tiempo (las 8-9 horas) esté trabajando en el entrenamiento y en potenciar su faceta como deportista, eso significa que ese señor estará mejor preparado que si tiene que trabajar por la mañana y entrenar por la tarde. Más becas significa tiempo, tiempo significa entrenamiento y entrenamiento significa mejores resultados.
Y si prefieres escuchar la entrevista, dentro de la 25ª edición de la 3ª temporada de Abriendo Líneas, aquí os la dejamos para que podáis disfrutar de varios sonidos históricos del archivo RTVE.