Europa no dio ninguna opción a Estados Unidos y consiguió mantener la Ryder Cup en Gleneagles (Escocia) (16,5-11,5).
El día empezó con un tímido ataque de los Watson, que partían con cuatro de desventaja (10-6). Jordan Spieth, el jugador más joven de este torneo (21 años), salió a por todas ante un gran McDowell. Reed, el otro rookie, también arrancó agresivo con Stenson… Mickelson y Mahan saltaron a morder, sin dejar escapar ni una opción. Sin embargo, en el tercer partido, Rory Mcllroy quiso hacer gala de su último tuit que había puesto a primera hora de la mañana.. “Cero complacencia, 100% concentración”. En seis hoyos consiguió meter cinco puntos a Fowler, con el que acabó rápidamente (5 y 4) para dar el primer punto (11-6). El número uno volvió asumir el papel de líder de la manada.
El buen feeling empezó a contagiarse en a atmósfera, hasta tal punto que llegó a concentrarse en sus compañeros. McDowell, se puso manos a la obra, a remontar, para acabar dando el segundo tanto a Europa (12-6). Con seis arriba para el viejo continente, Patrick Reed daba el primero (12-7) a los americanos después de haberse enfrentado con el público de Gleneagles. Stenson, que estuvo genial en esta Ryder, le regaló medio tanto. Mickelson también sacaba el repertorio para acabar con el escocés Gallacher, un anfitrión que se va de vacío de esta Ryder. El marcador estaba 12-8, pero casi simultáneamente Kaymer embocaba un approach que dejó KO a Bubba Watson. Ya (con 13-8) sólo quedaba un punto para retener la Ryder. Medio lo dio Justin Rose, tras una brillante remontada ante Mahan. El inglés ha sido el jugador que más puntos ha sumado en esta edición (cuatro).
Con 13,5 puntos, la Copa estaba completamente con un pie en Europa. Sólo quedaba por saber quién sería el autor del putt decisivo. Para esta ocasión de honor había tres opositores: Sergio, Poulter y Donaldson. Aunque antes de que se resolviera el enigma, McGinley, e capitán de las alineaciones imprevisibles, ya tenía una sonrisa de oreja a oreja. El premio recayó en Jamie Donaldson. Fue merecido, porque el galés dominó con puño de hierro a un felino como Keegan Bradley. Su estreno en la Ryder no ha podido ser mejor: tres de tres y el partido decisivo. Por si acaso, Sergio acabó con Furyk y siguió haciendo crecer sus espectaculares números en esta competición (suma ya 20,5 puntos) silenciando al indiscreto Faldo… Tras un larguísimo Dubuisson-Zach Johnson (empate) el marcador se cerró en 16,5-11,5 y comenzaron las celebraciones. La Ryder se va para Europa por tercera edición consecutiva. En 2010, la conquistó con Montgomerie de capitán; en 2012, Olazábal obró el Milagro de Medinah y en 2014 llegó la hora de Paul McGinley.