El pionero del motociclismo español falleció en la tarde del 3 de agosto tras no superar las lesiones producidas en el accidente de quad que sufrió la semana pasada.
En el año 2017 podemos disfrutar de corredores españoles como Marc Márquez, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Maverick Viñales y tantos otros. Todo ello se debe a los pioneros que allá por los años 60 se jugaban la vida en cada circuito. Sin duda alguna, aquel que marcó a todos los corredores fue Ángel Nieto.
Un 25 de enero de 1947, nacía un niño en Zamora llamado Ángel Nieto. Pronto se mudaría a Vallecas, dónde se criaría. Todavía era un chaval cuando se fue a Barcelona, el punto clave español en la industria del motor. Allí comenzó su unión al deporte que le haría famoso. Trabajó de mecánico, limpiador y en todo lo que pudo. Finalmente, el 3 de mayo de 1964 corrió su primer gran premio, el cual fue en España. Finalizó la carrera quinto, pero sólo fue el comienzo.
Tuvo que esperar hasta 1967, en Assen, su circuito fetiche, para subirse por primera vez al cajón, en segunda posición. El comienzo de su leyenda fue en 1969, cuando ganó el primero de sus títulos, en la ciclindrada de 50cc. Ese año logró su primera victoria, en Sachsenring, tras imponerse a otro pionero español como Santi Herreros. El resto, como suelen decir, es historia. Su carrera fue de 23 años, repartida en las categorías pequeñas de 50, 80 y 125cc. Su legado, 131 podios, 90 victorias (sólo Agostini y Rossi le superan), 12+1 títulos mundiales (sólo Agostini suma más) y millones de aficionados en todo el mundo a los que enganchó a este deporte.
Su última carrera fue el 28 de junio de 1986 en Assen, pero no se desligó nunca del motociclismo. Tras su retirada, fue comentarista durante todo este tiempo. De hecho, él fue el que más peleó para lograr que las motos se retransmitieran en España. Inculcó a sus hijos Gelete y Pablo, así como a su sobrino Fonsi, la pasión por este deporte. También llegó a ser jefe de equipo, siendo campeón con Alzamora en 1999, pero las generaciones más jóvenes le recuerdan en la mesa de comentaristas, narrando las carreras hasta 2016.
No sólo era maravilloso dentro de la pista, sino que fuera también lo era. Testimonios de todo el Paddock afirman que nunca tenía una mala palabra contra alguien, siempre transmitía alegría. Todo el mundo llora hoy la marcha de una referencia para todo aquel que ame el deporte de dos ruedas. Nada de esto sería lo mismo sin ti maestro. Siempre estarás en nuestros corazones. Descansa en paz, leyenda.