El mes de junio deja al ciclista del Sky como el rival a batir en la ronda gala, tras sus exhibiciones en Romandía y Dauphiné, mientras que Contador va afinando su puesta a punto y en Suiza no destaca ningún favorito
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
Tradicionalmente, el mes de junio suele ser ese mes que marcando el ecuador de la temporada ciclista, aglutina a los ciclistas que vienen queriendo alargar la fina forma dejada por el Giro de Italia con los corredores que buscan pulir esa misma forma de cara al Santo Grial del ciclismo, ese séptimo mes del año que por las carreteras francessas hará discurrir un Tour con letras imperativas. Unos van para abajo en su punch y otros en teoría para arriba o en busca de encontrar un óptimo ritmo. Por eso suelen tomarse principalmente dos grandes colosos del UCI Pro Tour como son la Dauphiné Liberé la primera semana del mes y la Vuelta a Suiza en la segunda semana de junio como banco de pruebas sobre el asfalto. Y en este 2013 la lectura está siendo clara, muy diáfana: el británico Froome (Sky) ha ganado casi todo lo disputado y se postula como el gran capo del pelotón de cara al Tour, con el permiso del pinteño Alberto Contador (Saxo-Tinkoff), que lleva todo un año de ‘querer y no poder’, pero que volverá a Francia tras un ostracismo nada claro sufido los dos últimos años en la mejor carrera del mundo.
Cuentan del Sky que es un equipo tan computerizado que todo lo hacen al milímetro, y si el año pasado con Wiggins estuvieron ganando todas las carreras por etapas tops desde marzo (París-Niza, Romandia o Dauphiné), este año ese calco lo aplican a Froome con resultados tanto o más aplastantes aún: en este 2013, el segundo clasificado del Tour del año pasado fue segundo tras Nibali en la Tirreno-Adriático a inicios de marzo, pero se ha anotado con insultante superioridad la Criterium Internacional a finales marzo, el Tour de Romandia a finales de abril y la Dauphiné Liberé en estos inicios de junio. ¿Forma alargada o pócima Sky? Sea lo que sea, Froome asusta. Por lo visto en la carretera, sus rivales en el Tour pueden salir de la terna de Contador (Saxo-Tinkoff), Andy Schleck (Radio Shack) o su coequipier Wiggins (Sky), pero los dos últimos son una incógnita (lo del pequeño de los hermanos luxemburgueses podría catalogarse de caradura al cubo, mientras que Bradley seguramente cause baja tras su nefasto Giro y una caída que le tiene una rodilla maltrecha) y el pinteño no acaba de encontrar aquel golpe de pedal que hace dos temporadas le hacía imbatible en cada grande que corriera. Porque las demás opciones están metidas en el saco de posibles sorpresas pero muy cogidas con pinzas, y las propias casas de apuestas diferencian kilómetricamente al resto de ciclistas de Froome y Contador.
En la pasada Dauphiné la primera criba se marcaría en la crono del cuarto día donde Tony Martin (Omega) impuso su jerarquía y de los favoritos Froome fue el único que se asomó entre el top ten, para en la siguiente etapa aguantar las embestidas de Contador y anotarse la etapa, mientras que en la octava y última etapa, el rubio partilargo del equipo estadounidense acabó por destrozar a todos sus oponentes. Entre medias, en la sexta etapa el Movistar casi alcanzó la gloria con el segundo puesto de Herrada y el Euskaltel Samuel Sánchez se anotaba la séptima etapa en Superdevoluy, mientras que Contador acababa la carrera fundido y teniendo que luchar por mejorar la clasificación final de su compañero Michael Rogers (Saxo-Tinkoff). Por su parte, en la Vuelta a Suiza, la victoria final correspondió al portugués Rui Costa (Movistar), pero la nota destacada fue que ningún gallito futuro del Tour se personó en la carrera helvética para rodarse. Insólito. Esto derivó en que jóvenes ciclistas como Mollema (Blanco), Pinot (FDJ), Martin (Garmin), Kangert (Astaná) o Van Garderen (BMC) se lucieran pero sin dar lustre a la carrera, mientras que el portugués Rui Costa (Movistar) dio una triple alegría a una escuadra española, anotándose las dos etapas decisivas, la reina de montañana en la séptima, y la dura crono final en la novena, porque el Euskaltel con Igor Antón apenas pudo asomarse al top ten.
Por lo demás, dos pueden ser otros de los hechos noticiosos. Por un lado, el suizo Fabian Cancellara (Radio-Shack) confirmó que esta temporada no será de la partida en el Tour porque su gran objeticvo del año, tras arrasar en las clásicas más duras de la primavera (con exhibiciones victoriosas tanto en el Tour de Flandes como en la París-Roubaix), será el mundial a disputar hacia finales de septiembre en Florencia, donde quiere ser además de campeón contrarreloj también en ruta. ‘Espartaco’ tiene patazas y clase para hacer dicho doblete y para prepararse optará por participar enntre agosto y septiembre en la próxima Vuelta a España. Por otra parte, quien si se lució en la pasada Vuelta a Suiza y dejó al actual campeón del mundo, el belga Phillipe Gilbert (BMC) parcialmente humillado fue el eslovaco Peter Sagan (Canondale), que parece otro año más dispuesto a convertirse en el ‘cazaetapas’ oficial de los primeros diez días del Tour de Francia, donde todos están con las piernas frescas y donde el mérito de ser el arrasador es muchas veces hasta triple. A apenas dos semanas vistas del arranque de la ‘Grande Boucle’, quedán para el fin de semana que viene los campeonatos nacionales de cada país, tanto contra el crono como en ruta, como últimos fogonazos.