Felipe de la Torre (@Tiulavara)
Tal y como están las cosas en el seno racinguista, podríamos decir que nos encontramos ante la expectativa de ver como queda definitivamente todo, tanto en lo institucional donde cada vez queda menos margen de tiempo para que se vayan dando pasos definitivos, en la liberación o no del equipo, como en lo deportivo, y es que a falta de 9 partidos para el final de la temporada, estamos como si hubiese el destino lanzado una moneda al aire donde todo se decidirá dependiendo de que salga cara o cruz.
En lo deportivo el equipo se encuentra en el mejor momento de la temporada, sobre todo por sensaciones después de haber conseguido salir de los puestos de descenso tras 2 jornadas en las que se enfrentaba consecutivamente a líder y segundo clasificado de la clasificación, saldándose con 4 puntos que han servido para que el equipo abandone después de 5 meses los puestos de descenso, aunque cierto es, que gracias al gol average. Además desde la llegada de Menéndez el equipo parece haber ganado en confianza, y sobre todo parece tener las ideas más claras, conociendo mucho mejor sus armas para conseguir sacar los partidos adelante.
Este próximo sábado nos visita el Girona, uno de los equipos más en forma de la categoría, sin embargo, ahora mismo el equipo y la afición parecen haber llegado a un punto de encuentro en un momento clave de la temporada y eso hace creer que se puede ganar a cualquier equipo de la categoría, por lo que podríamos decir que la confianza, tanto en sacar algo positivo del próximo partido como en conseguir la permanencia, es mucho mayor ahora que hace un par de semanas.
Si bien en este apartado las cosas van de cara por fin, la cruz lo encontramos en lo de siempre, en lo institucional y en las cacicadas varias de los chorizos para seguir torpedeando el futuro de este club. Está claro que el racinguismo ya se ha acostumbrado a vivir en la convulsión permanente, lo cual desde luego no hace que día a día crezca la indignación y la sed de una justicia inexistente para su club, pero que en los mejores momentos deportivos del club en todo el año lleguen noticias como las que han llegado en los últimos días, mosquean sobre manera.
En la imagen podéis ver al personaje que desde esta semana dirige la cantera del Real Racing Club de Santander, y ese no es otro que Iñaki Urquijo, uno de los protagonistas de la estafa del Racing Primavera, e íntimo amigo de Francisco Pernia. Si bien era algo muy demandado en Cantabria un giro en el trabajo de cantera del club, ese giro a sido a peor. Un señor que incluso ha reconocido que ha sido determinante su relación con Francisco Pernia para llegar al club, despejando todas las dudas que pudieran existir sobre su llegada, y dejando claro el recochineo y desfachatez que supone esta decisión.
Si es cierto como creo que este señor ha llegado sin el beneplácito de Emilio de Dios director deportivo de la entidad, aún se hace más incomprensible, pues sería el primer director deportivo sin capacidad de decisión sobre lo que ocurre en toda la parcela deportiva del mundo, sin tener un responsable de fútbol base, que coordine Racing B y secciones inferiores de su confianza, además de suponer un claro desprecio y ninguneo a sus funciones en el club esto, que me sorprende no hayan conllevado una dimisión.
En la vergüenza y asco que nos produce absolutamente a todo el racinguismo esto, tengo la sensación de que la única lectura positiva que podemos hacer, si es que podemos hacer alguna, es que son movimientos descarados y aparentemente desesperados de un Francisco Pernia que puede estar pensando que son sus últimas opciones de manejar el club y de forzar a otros actores de esta película a actuar como el quiere. Pero claro, esto no es una información, es sólo una sensación, sobre todo viendo que su propio director deportivo, al que no me cabe duda que no hubiera llegado de no ser con su visto bueno, no le hace ninguna gracia esta última decisión.
Y si no fuera bastante todo lo anteriormente contado, como demostración palpable de que la justicia en el Estado Español no existe y que los políticos con herramientas para parar esto, se unen a la fiesta con su inacción, llegamos a la noticia más reciente, salida hoy mismo, sobre que Ali Syed ya esta oficialmente en busca y captura en Bahrein, dejando al compinche y supuesto jefe de Francisco Pernia retratado, tanto a él como a todos esos sinvergüenzas que han colaborado o permitido que sin pagar ni una sola acción del club, tenga secuestrado a un club centenario como el Real Racing Club de Santander.
Con declaraciones como, «No he hecho nada malo, así que rezo a mí Dios para que me proteja de esta gente demoníaca. Creo en mi Dios más que en mis abogados», deja bien a las claras el tipo de persona que es, y que de no ser por que hace mucho tiempo que la situación que vive nuestro club dejo de ser graciosa, podrían incluso hacer gracia, pues no pueden tomarse en serio unas palabras como estas, sobre todo viniendo de un señor de este nivel ético.
Y con todo este panorama, la moneda sigue en el aire, y nosotros el racinguismo, estamos expectantes de si sale cara y se soluciona todo de una vez, o sale cruz y se va todo al traste, con la mala fortuna de que valga la redundancia, la suerte no influirá en que las cosas vayan de cara como en lo deportivo, o las cosas se queden cruzadas para siempre como ahora lo están en lo institucional. El Gobierno de Cantabria de Ignacio Diego sigue teniendo la llave que desbloquearía todo esto, pero están más interesados en alargar la agonía y han montado un circo llamado comisión de investigación de Cantur, y la otra vía, la justicia, no inspira confianza a absolutamente nadie, en un País donde los ladrones de grandes sumas de dinero y con posición, nunca son castigados, y las condenas recaen sin embargo en los que luchan por una sociedad más justa y en condenar las tropelías de esa clase social.
A todo esto, lo mejor será que el equipo el sábado sume 3 puntos más y se acerque al objetivo de salvar el año más difícil de la historia del club, pues al fin y al cabo esto es fútbol, donde lo determinante, incluso de lo que no se ve, pasa sobre el césped.