AITOR PLAZA (@AitorPlaza)
Dos equipos muy parejos se enfrentaban esta noche en San Mamés, un escenario épico, en un clima épico. Empatados a puntos en liga, con solo dos goles de diferencia en el average global, pero con experiencias muy distintas en la Europa League.
Como no podía ser de otra manera el choque comenzaba muy igualado, no por miedo de los unos a los otros, sino por la semejanza de los dos conjuntos. Poco a poco los andaluces se fueron haciendo con el dominio de la posesión. Las dos primeras ocasiones fueron visitantes, Gameiro a balón parado y Banega en un disparo lejano pusieron los pelos de punta a los hinchas rojiblancos. Con el paso de los minutos fue Beñat que se fue haciendo con la manija del encuentro. El Athletic encontraba más espacios en la zaga sevillana. Williams probó fortuna, pero Soria respondía bien saliendo rápido. Misma reacción tenía su homólogo rojiblanco en un ataque capitaneado por Krohn Dehli y finalizado por Vitolo. Antes del descanso los de Valverde apretaron, pero Aduriz se topó con el poste.
El donostiarra si que encontraría el premio del gol en el segundo tiempo. En el minuto 50, Muniain puso un balón a la testa del nueve internacional que a bocajarro batía a Soria. Pintaban bien las cosas para el Athletic, pero llegó el infortunio. El extremo de la Txantrea, que después se retiraría desolado al banquillo, cedió de forma errónea a Herrerín de cabeza, Banega recogía el esférico y Kolo empataba el partido. Doble asistencia por lo tanto para Muniain. Emery y Valverde movían banquillo, pero la batalla de ajedrez se la llevó el de Hondarribia. Iborra, que no permitió el ‘debut’ de Llorente frente al equipo que le vio crecer, marcó el segundo para los andaluces. Gameiro filtraba un pase perfecto entre los centrales, y el valenciano, en línea con la defensa, con un sutil toque superaba a Herrerín. Se volcó el Athletic en ataque con balones largos ante los que la defensa sevillista no sufrió.
Venció en el primer envite el equipo andaluz y deja muy encarrilada la eliminatoria ante unos leones que seguro pelean hasta el final en el Sánchez Pizjuán.