Al final, después de muchas carreras -desde Argentina- ocurrió lo esperado. En este circuito revirado, casi sin rectas, sin descanso. Aquí fue donde Kent pudo exprimir por fin la ventaja que mostró en los días previos, en todas las sesiones de entrenamientos.
En la salida el líder del campeonato no tomó ningún riesgo y a partir de la segunda vuelta hizo varios intentos de escapada frustrados por Hanika o Bastianini. La consigna de los rivales era similar a la que hizo Rossi con Stoner en Laguna Seca. «Ponte delante y frena su ritmo». Pero ninguno de ellos es Valentino, así que en el tercer giro Kent pudo pasar primero por línea de meta y llegar sin nadie delante a la segunda curva. Ahí, en la parte más revirada fue donde gestó su victoria.
Parcial a parcial fue metiendo cuatro décimas de ventaja a sus rivales mientras Efrén, su compañero de equipo, se pegaba a su colín en busca del podio. Ambos se escaparon se hicieron inalcanzables para el resto en las dieciséis vueltas siguientes. Primero y segundo. Trabajo de equipo.
Así que la lucha se centró, y fue bien bonita, por la tercera posición. Quartararo se fue pronto al suelo dejando la pelea entre Antonelli, Binder, Bastianini, Navarro, Hanika y Masboou. El grupo se fue haciendo más grande y al final, quien se llevó el gato al agua fue Enea Bastianini, mientras Kent se va de vacaciones con más de medio título en el bolsillo.