Silverstone amaneció bajo la lluvia y a buen seguro, desde su hospitality, Valentino Rossi daba gracias a los elementos por ese cable que le echaron. Si la carrera hubiera sido sobre asfalto seco nadie hubiera puesto en duda que Lorenzo y Márquez se habrían escapado -su ritmo era considerablemente mejor- y Valentino habría optado al tercer puesto. No era malo, maximizar el resultado cuando vienen mal dadas, pero la lluvia trajo un panorama mejor.
En el Warm-Up Rossi fue el más rápido bajo la lluvia. Auguraba ya su rendimiento que iba a dar guerra en la carrera. Cuando se apagaron los semáforos fue Lorenzo, como siempre, el que mejor salió y con él se fueron Márquez, Smith y Rossi. Como todas las carreras en agua, al final es la supervivencia la que suele determinar los podios. Que se lo digan a Crutchlow, que iba como un cohete y cuando pujaba por el podio su compañero de equipo se lo llevo por delante en una maniobra sin sentido. Por delante, Rossi y Márquez ya habían tomado la delantera y se escaparon con facilidad dejando a Lorenzo en liza con Petrucci, Dovizioso y Pedrosa por la tercera plaza. Valentino parecía tener mejor ritmo, pero como vimos en Indianápolis -con Jorge-, Márquez es muy bueno siguiendo al líder a la espera de asestar un golpe definitivo al final de la prueba. No pudo ser esta vez porque el todavía campeón regente se fue al suelo diciendo adiós a la lucha por la victoria y salvo milagro, a sus remotas opciones de unirse a la pelea por el Mundial.
Todavía tuvo un punto de emoción la carrera cuando Petrucci, segundo, recortó cinco segundos en tres vueltas a Rossi después de que Márquez se fuera al suelo. Quizás pensaba Valentino que su ventaja era mayor, así que tuvo que sudar la victoria hasta la última curva. El podio lo completaron el citado Petrucci y Andrea Dovizioso, con Lorenzo cuarto -ahora a 12 puntos de Rossi en la general- y Pedrosa quinto.
Y es que al final, la conducción en agua depende sobre todo del talento del piloto, y en términos de talento, en los últimos 19 años, no ha habido nadie mejor que Rossi.
En Moto2, la carrera sobre mojado tuvo menos historia que la de MotoGP. A pesar de la gran salida de Tito Rabat, de la lucha por la primera plaza de Rins, Álex Márquez o Sam Lowes, fue el de siempre, Johann Zarco quien se llevó el gato al agua.
El francés está de dulce y lo demuestra en cada Gran Premio. En Silverstone, se dejó llevar durante media carrera, calibrando las condiciones, dejando que el resto se desgastara mientras se formaba el carril seco cuando la lluvia se detuvo. Y entonces, se acabó. Se puso líder y empezó a rodar en un ritmo inalcanzable para los demás, dejando atrás a Rins, Rabat y Márquez.
Toda una lección de pilotaje de un francés que este año está mereciendo ese título de Moto2 y quien sabe si una plaza en MotoGP. Ahora, además, Rins asciende a la segunda plaza en la general por delante de Rabat.
La carrera de Moto3 fue extraña, por el hecho de disputarse después del jolgorio producido por la victoria de Rossi. Al margen de eso, el agua no trajo novedades en el rendimiento de los pilotos de la categoría pequeña. Isaac Viñales tomó la delantera y tiró en busca de la victoria, pero se fue al suelo dejando el triunfo en bandeja para Danny Kent. El británico probablemente hubiera ganado igual si Viñales no se hubiese caído, pero en solitario solo tuvo que controlar el ritmo y no arriesgar para asegurarse la victoria en casa. Sin duda especial, y que acentúa aún más su liderato en la general. Junto a él subieron al podio Kornfeil -segundo- y Antonelli tras una bonita lucha por la tercera plaza con Bagnaia hasta que éste último se fue al suelo a dos vueltas del final y su moto impactó sola contra el muro de boxes, afortunadamente sin consecuencias.