Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Ni uno, ni dos, ni tres; sino quince fueron los goles que marcaron los de Guardiola al Wildenau. Es verdad que su rival fue un equipo de aficionados, pero el Bayern de Múnich continúa con su estela de triunfos. Pep inauguró así su etapa en el banquillo del club bávaro.
Más allá de los goles, hay que destacar que se trataba de un partido amistoso con fines benéficos. El cincuenta por ciento de la recaudación irá destinada a la fundación del Bayern de Múnich y la otra mitad servirá para apoyar los programas sociales de la región.
Los habitantes de Wildenau llevaban pensando en este partido durante meses y por fin, vieron jugar al todopoderoso Bayern de Múnich contra un combinado de peñista. Estaba claro que la goleada era una opción muy real pero el disfrute y la ilusión compensan los quince goles que recibieron. Eso sí, Förster consiguió anotar el del honor gracias a un malentendido entre Starke y Boateng.
En los primeros cuarenta y cinco minutos los de Guardiola ya habían anotado tres, y pudieron ser más pero Forster, el portero del Wildenau, brilló con grandes actuaciones. Pero el Bayern es mucho Bayern y en la segunda mitad no dieron tregua. Si sumamos los cuatro de Weihrauch, los tres de Green, los dos de Weiser, los dos de Ribèry, el de Kroos, el de Müller, el de Markoutz y el Rankovic nos da los quince goles que mostraba el marcador tras el pitido final.
Reapareció Kroos, debutó Kirchhoff y goleó el equipo bávaro. Buen balance para el primer amistoso del Bayern. El próximo será ante el Regen. De momento, el Bayern no defrauda y la afición está rendida a Guardiola.