Por Felipe de la Torre (@Tiulavara)
La expectación era muy grande para esta semifinal del campeonato del Mundo, además de por todos los alicientes del propio partido, por el precedente en la otra semifinal donde fue un partido que sorprendió a propios y extraños, haciendo que se tuviera la duda de si en este también íbamos a sorprendernos con goles y espectáculo a lo largo de los 90 minutos. Lo cierto es que si que nos sorprendió el partido, pero no por su espectáculo, sino por todo lo contrario, ya que la tensión de una Holanda que buscaba sacarse la espina de la final pérdida el Mundial anterior, y de una Argentina que buscaba su quinta final después de muchos años sin estar, hizo que el partido se disputase como si continuamente estaríamos en los minutos finales y ninguno quisiese cometer un error fatídico que les dejará fuera del campeonato.
El comienzo fue de puro tanteo por parte de ambas selecciones, aunque con el pasar de los minutos Argentina se hizo con el control del esférico apenas llegaba con peligro a la meta de Cillessen pese a las continuas intentonas de Lavezzi o Enzo Pérez, que eran los más incisivos en el ataque de Argentina, donde no se tuvo noticias durante todo el encuentro de Messi, que realizo un decepcionante partido. Holanda sólo jugó a ráfagas y simplemente se limitó a tener la pelota lejos de su área aunque se la cediese en gran parte del primer tiempo a la albiceleste, de este modo, con dos selecciones más preocupadas de defender que de atacar y buscar el gol de la victoria llegamos al descanso, donde Van Gaal movió el banquillo para dar entrada a Janmaat por el amonestado Martins Indi, que vio la amarilla por agarrón a Messi en una de las pocas acciones de calidad del argentino.
En la segunda mitad Holanda salió mejor y tuvo más la pelota que en el primer tiempo, claramente los movimientos de Van Gaal daban resultado en ese sentido, ya que Janmaat y Clasie que salió más tarde por De Jong, dieron otro aire al equipo de los países bajos. La gran ocasión de Argentina en estos 90 minutos llegaría cuando mejor estaba jugando Holanda, en un centro desde la derecha de Enzo Pérez que remato ligeramente desviado en el 74 Higuaín de forma acrobática casi en el borde del área pequeña. Holanda pese a tener más el balón y entrar más en juego jugadores de calidad como Sneijder, Kuyt o el propio Robben tuvo que esperar hasta el 90 para dar el susto en la meta de Romero, en una jugada en la que se hizo hueco por el medio Robben y cuando se disponía a disparar apareció Mascherano para taponar el disparo del holandés. Mascherano fue sin duda el hombre del partido para Argentina estuvo omnipresente y cuando tuvo algún error, era el mismo quién lo solucionaba. Espectacular el partido del jugador del F.C. Barcelona.
Así llegamos a la prorroga después de una semifinal decepcionante y con muy poco fútbol por parte de ambos combinados nacionales. Pese a los cambios ofensivos de ambos seleccionadores el guión no cambiaría demasiado en la prorroga, ya que siguió teniéndose la sensación de que ambos equipos daban por buena aquella mítica frase que dice, «si no puedes ganar un partido, al menos no lo pierdas». Y así fue, porque pese a la salida de Huntelaar por Holanda, y de Palacio y Kun Agüero por parte argentina, pocas ocasiones se vieron, aunque Holanda fue algo más incisiva de la mano de un Robben que parece nunca se cansa de correr.
Pese al mejor juego holandés las dos ocasiones más claras en la segunda mitad del período extra fueron para Argentina con un cabezazo flojo de Palacio que detuvo fácil Cillessen y otro remate flojo de Maxi Rodríguez a pase de Messi tras gran jugada por la derecha del astro argentino. La verdad que poco más hay que contar de un partido en el que sólo mantenía el interés el ajustado resultado, pues en lo futbolístico fue un verdadero bodrio. Uno más en un Mundial donde ha habido partidos de mucha emoción, pero pocos de mucha calidad futbolística.
Era momento de los penaltys, y en esta ocasión Van Gaal no apostó por meter a Tim Krul como medida intimidatoria a los lanzadores rivales ya que gastó los tres cambios en jugadores de campo. Sería Cillessen el encargado de intentar detener los lanzamientos desde el punto de penalty para Holanda, y Romero sería la esperanza argentina bajo palos.
El primer lanzamiento lo detuvo Romero, Vlaar no disparó muy bien, aunque el meta del Mónaco adivinó perfectamente la dirección para detenerlo, posteriormente Messi y Garay marcaban para Argentina, mientras que Robben hacía lo propio para Holanda. 2 -1 a favor de la albiceleste y momento para Sneijder, especialista a balón parado, que tiró fuerte y a la derecha de Romero, que adivino la intención y en una gran estirada hacía un paradón que le erigía como héroe de la noche a la espera de que sus compañeros cumpliesen con su parte. Y así fue, porque tanto Agüero primero, como Maxi Rodríguez después, aunque este último con algo de fortuna, hacía que el gol de Kuyt entre medias de ambos no sirviese de nada. 4-2 a favor de Argentina en los penaltys que se mete en la final de la mano de un heroico Romero.
Argentina se medirá en la final ante Alemania, una Alemania que ha llegado a la gran final deslumbrando al mundo con su gran fútbol y efectividad, todo lo contrario que Argentina, que con un fútbol más bien práctico y poco brillante se ha colado en la final de Maracaná. Con estos antecedentes las apuestas parece que serán más favorables a la selección europea, yo sinceramente creo que a un partido cualquier cosa puede pasar, e incluso ya os adelanto que sigo viendo a esta Argentina como campeona a pesar de no practicar un fútbol que marqué época, pero es que éste Mundial tampoco será muy recordado por el fútbol vistoso.
Ya llega la final y rodará por última vez el balón, en un Alemania – Argentina que os contaremos con todo lujo de detalles en Cronómetro Deportivo…